CAPITULO 5: TU DECLARACIÓN

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"Inolvidable será esa fecha en la que declaramos nuestro joven amor"


20 de Julio de 2022

Y como era de esperarse en el ciclo escolar, se hicieron presentes las vacaciones de invierno, aunque eso solo tenía validez en el colegio, Ahara debía asistir igualmente a las clases de inglés por las tardes.

Hay que admitir que las amigas que hizo ahí eran mucho más agradables que las amigas que hizo en el colegio a lo largo de los años, era algo sorprendente que le haya tomado años hacer amigas que al final no deberían considerarse amigas, pero le tomó menos de 1 mes hacer amigas en aquel instituto, Ahara nunca se había divertido de esa manera en su vida, además de aprender de manera estricta, había una equilibro que le hacía querer ir cada día sin falta a clases.

Un inolvidable 20 de Julio, Ahara caminaba hacia su instituto, el auto publico la dejaba a unas cuantas calles del instituto, calles que debía dignarse a caminar, calles que caminaba...con miedo, porque aquella zona era muy conocida por ser cuna de aquellas almas que no le habían encontrado sentido a sus vidas, almas que no encontraron otra solución a sus problemas, ninguna otra que no sea beber y robar. Pero hasta el momento nada le había pasado.

Justo en ese momento le había llegado un mensaje de su amado. Pero iba a ser imposible atender en ese momento, era un riesgo y una perdida segura si lo hacía.

La sorpresa se la había llevado cuando llegó al instituto, acostumbraba llegar más temprano de la hora para poder conversar con sus amigas un rato antes de clases. Llegó al instituto y entró hasta el fondo para recién sacar el móvil de su mochila.

Al abrir el chat un mensaje de hizo visible, era de esos mensajes que solo se podían abrir una vez, era una imagen, o más bien, un dibujo. A Iria le gustaba dibujar al igual que a Ahara entonces que mejor que hacerle un dibujo para declarar su amor por ella. Y debajo de eso, un mensaje con el enlace de una canción: "100 años" de un cantante que muchos olvidaban en aquellos tiempos, Pedro Infante.

Sus ojos se abrieron lo más que podía, parecía que sus manos estaban temblando, ¿Era una broma? Ya le habían hecho mucha de esas en el pasado, no podía creerlo, la letra de la canción resonaba en sus oídos, cada palabra tenía sentido, no podía contener la emoción pero el estar en un pasillo con más estudiantes recostando su cuerpo en la misma pared le hizo entrar en razón, solo pudo cambiar el chat y mandar un mensaje a su amiga para que se apresure en llegar, ¿Qué iba a responder? ¿Y si era una broma? ¿Y si solo sus amigas le dieron el desafío de declararse y la eligió a ella la más idiota?

– ¡Noe!... ¡Noe! ¡Noe! ¡¡Él se declaró!! – mencionaba Ahara con alegría mostrándole el mensaje a una de sus amigas.

Ya no podía mantener la emoción, y Noelia también se emocionó junto con ella, miró el mensaje, y al no ver una respuesta de parte de Ahara se detuvo y la miró.

– ¿Y por qué no le dijiste que si?

– No dije nada, esa es la cosa...– los ojos que Ahara cambiaron y esta suspiró.

– Tengo miedo de que sea una broma.

Y notablemente, la inseguridad llegó a los pensamientos de Ahara, pues a lo largo de su vida, muchas personas habían jugado con sus sentimientos de esa manera, no solo con el amor, también con la falsa amistad y con el interés ya que ella no podía decir No tan fácilmente.

– ¡Dame!, yo le voy a responder – dijo Noelia quitando el móvil de la mano de Ahara. En eso, Camila también llegó para unirse a la gran emoción.

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