CAPITULO 6: MIS DETALLES.

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"Me pregunto si te sofoqué con tanta estupidez que hacía"


Ahara se acercó rápidamente a Iria, el sonido estruendoso del timbre ya se hizo presente, el regente Ronald ya presionaba a los estudiantes para ir a formación. Algo que impresionaba demasiado era que Ronald, a pesar de haber más de 1000 estudiantes en esa prestigiosa unidad, se sabía el nombre de todos y cada uno de los jóvenes y señoritas de ahí.

Iria estaba de espaldas, se le notaba literalmente nervioso y también se notaba como le temblaba el cuerpo, estaba demasiado paralizado y mecánico casi como un robot, entonces Ahara dio un largo suspiro para calmarse evitando su miedo una milésima de segundo y en ese preciso instante tocó su hombro, no le importó si lo hizo delicadamente o torpemente pero lo hizo, su sonrojo era muy notable en sus mejillas, con tan solo mirar como Iria volteaba hacia ella con esa misma y notable timidez. No la miraba, ella tenía la mirada al azulejo colorido del pasillo que daba al patio de primaria.

– Ya, ¡Ya! ¡Toma! – habló torpemente entregando uno de los tres regalos que le había hecho.

En realidad Ahara no era buena comenzando las conversaciones, en ese momento sus palabras eran muy torpes y demasiado nerviosas, ella aún no entendía porque no podía hablar normalmente con quien había sido su novio por más de una semana. Tembló demasiado al momento de entregarle el segundo regalo, y el tercero que le había hecho, se los dio literalmente lanzándoselos a sus brazos.

– ... – Iria se quedó sin palabras durante un instante.

Instante que dejó aún más nerviosa a Ahara, ¿Lo había hecho mal? Tal vez se lo dio muy torpemente, tal vez Iria pensó que los regalos eran como una obligación para ella. Pero algo la tranquilizó.

– ¡Aaaaw!

Entonces el corazón de Iria comenzó a latir con más fuerza, aun al ver el amor que Ahara le tenía.

– Gracias.

No supo que más decir, se quedó con los regalos y decidió abrirlos en el salón de clases, o en su casa.

Todo estaba tan hermoso. El ambiente de formación, el discurso del maestro de Educación Física, la voz grave del regente, nada de eso importaba. Ahara e Iria estaban en su propio mundo en ese instante, o al menos por unos cuantos minutos hasta que la voz del regente se hizo presente cerca de ellos, muy cerca. Y ambos salieron de esa burbuja de amor.

– Bueno, ¡Iré a formación! ¡Adiós!

Ahara pensó por unos segundos, ¿Debería darle un abrazo? O tal vez... ¿Un beso de despedida?, Pero igualmente se verían en la salida, en el bus camino a casa. Se acercó lentamente hasta ella y le dio un suave abrazo agachando su cuerpo para estar aún más cerca de Iria, le parecía muy adorable que además de la edad que ambos tenían, también influía la altura de ambos, pero eso no le molestaba para nada, a Iria tampoco le molestaban aquellas diferencias.

Pero tan pronto como sintió el cuerpo de Iria junto a ella, sintió como él intentaba cargarla en sus brazos, en ese momento recordó aquella noche en la que tuvieron una de sus cientos de conversaciones.

Ahara: No vas a poder cargarme jajá.

Iria: Vas a ver, cuando crezca te voy a cargar como saco de papas XD

Y eso le pareció muy adorable, pues aunque Iria no lo lograba, tenía esa inocente determinación para lograrlo, tal vez nunca lo logró.

Ahara soltó una leve risita al sentir sus manos en su cintura, entonces Iria se detuvo en ese momento.

– ¡Lo siento! ¡lo siento!, ¿Estás bien? – expresó algo apenado.

– Si, jajá, no te preocupes, igual te dije que no ibas a poder, pero eres adorable.

– Lo voy a lograr algún día.

– Está bien, iré a las filas, adiós.

Y se despidieron. Lo que sobraba de la mañana, Ahara solo pensaba en Él, estaba demasiado emocionada, obviamente le había contado a Daniela sobre aquello, y al contarle, Cielo se unió a la conversación.

– ¡Oh! Ahara ¿ya tienes novia? – preguntaba Cielo algo sorprendida

– Si pues, era la chica que era su crush, nos contaba de ella hace poco – continuó Daniela.

– Lo logró... ­– dijo Cielo a modo de broma

– ¿Lo logré? – se preguntó Ahara algo confundida.

– ¡Lo logró! – continuó Daniela y las tres comenzaron a reír.

Ahara aún no podía creer aquello, pero iba a disfrutarlo mientras duraba.

Toda la mañana Iria estaba muy conmovida con esos detalles, tal vez nunca le dieron algo parecido, o tal vez sí, Ahara era la primera novia que Él tuvo, y sus expectativas en el amor iban subiendo el estándar inicial que él tenía.

Ahara: ¿Viste la sorpresa? :D

Iria: Si, y mi respuesta es SÍ. <3

Y nuevamente los mensajes llegaban a los celulares de ambas, En sí, Ahara había enviado una carta junto a todos los detalles coloridos que le regaló. Ella pensaba que también debía declarar su amor, porque fue Ahara quien se había enamorado perdidamente de Iria por primera vez y a primera vista.

Ahara: Entonces ¿también descubriste las frases que puse debajo de las manchas de colores?

Iria: ¿Qué? Espérame, ahorita veo.

Y quedó aún más sorprendido al notar la inmensa creatividad que Ahara tenía, y que se había tomado el tiempo de hacer eso solo para ÉL.

Iria: Está muy hermoso, no sé cómo hiciste eso.

Iria: Gracias ^^

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Había llegado un nuevo día, y con eso, nuevamente llegaban esos preciados minutos diarios que pasaba a su lado.

– Te acompañaremos al bus. – Comentó Daniela mientras caminaba hacía la salida del salón de clases, después de todo, la mañana les pareció demasiado larga y cansadora, pero Ahara estaba segura que al llegar al bus todo estaría mejor.

– Gracias, pero iremos lento, porque si llego antes que Iria, ella no me verá al entrar y no podré sentarme con ÉL.

– ¿No es muy tímido? – Comentó Cielo.

– No lo creo, pero poco a poco se le irá quitando la timidez conmigo, eso creo.

Y ya cuando el señor Erlan prendía el motor del bus, Ahara llegó y buscó a Iria con la mirada. No hay que negarlo, hubieron días en los que otros compañeros se sentaban con ellas, tal vez porque la timidez de Iria no le permitía decir que ese lugar estaba ocupado, y cuando eso pasaba, usualmente Ahara la miraba y se sentaba en otro sitio pero notaba que Iria bajaba la mirada, no sabía si era por incomodidad o por timidez.

Pero, realmente es feo sentirse de esa manera, que no tengas ni siquiera la valentía de decir que ese lugar estaba ocupado, que no puedas hablar fuerte o que no tengas el valor de hablarle bonito a ella...a Ahara.

Iria se sentía a veces mal, por el hecho de ser cobarde, no lo podía evitar tan fácilmente, pero no sabía que esa personalidad iba a cambiar con el tiempo. Ahara la iba a cambiar de a poco, y para bien, por el bien de ÉL. 

VIDA DE MI VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora