Esta es una historia ancestral previo a los sucesos acontecidos a los Años de Paz, los relatos contados en esta historia forman parte de la Biblioteca regional de Gondar, Librero N°456. Sección 4. Zona Restringida "Princesa Condenadas: Fuego y Ceniz...
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///// Hola espero que estés genial, les dejo una foto en la multimedia de un nuevo personaje
—Debiste habernos avisado —Despeiné mi trenza mientras miraba a Turmalina de mala manera pero ella solo reía por mis intentos de reproche.
—¿Cómo hacerlo?,... si se veían tan dulces mirándose así. —Soltó en lo que parecía una respuesta irónica.
—Pero... —volteé mi cabeza hacia la discusión que se desarrollaba al fondo del bosque —. No estuviera pasando eso.
La noche había caído sobre nosotros y con ella el silencio que la acompaña nos acompañó a nosotros durante todo el camino que tuvimos hasta aquí.
—Nos parecía impertinente romper el momento. —Darklan se acercaba a nosotros a paso lento.
—No se que fue eso. —Alcé mis hombros, intercambié miradas con ellos pero solo rieron de mí —. ¡No es broma!, de repente me sentí embobada viéndolo.
—Bueno, no es la primera vez que te pasa —dijo, Turmalina.
—Es el encanto de las razas —Fruncí el ceño girando mi mentón hacia Darklan. —Cuando los dioses crearon a "Los primeros hijos" les dieron una especie de encanto, una distinción sobre los demás.
—Yo no veo a Selene cayendo rendida a los pies de Bastian. —Señalé hacia la pareja que aún se encontraba en una acalorada discusión. Me pregunto cuándo terminaría.
—Es la debilidad de la raza humana. —Suavemente se deslizó en la tierra para descansar. —Es así como vuestros padres se enamoraron, bueno al menos la forma en como tu padre lo hizo de tu madre.
Miré de nuevo hacia Bastian y Selene y he de admitir. dejando de lado su personalidad, su físico era atractivo y seductor. Algo de lo cual no quitarías la vista.
—Eso explica muchas cosas para mi. —Aparté mi vista de ambos y dirigí mi atención hacia la fogata que se consumía frente a nosotros.
Al cabo de unos minutos Selene y Bastian se acercaron a nosotros, parecían haber solucionado las cosas entre ambos, aunque Selene no había solucionada conmigo, lo sentía por la gélida mirada que me daba entre ratos. Suspire con agobio, la noche sería larga.
—¿Lograste contactar con tu amigo?.
—Sí, nos esperará mañana en el puerto. —Ni siquiera se volteó a verme.
Y de nuevo un silencio se formó entre nosotros. Miré de nuevo a Selene y por su mirada quería que me fuera de ahí antes de que separara mi cabeza de mi cuello.
—Estoy muy cansada, debo de ir a dormir —Bostecé con falso cansancio mientras me levantaba y sacudía la tierra de mi pantalón. —Linda noche —Me alejé de ellos y me acerqué a Turmalina y Darklan.
