Quackity x tú || 𝐀𝐌𝐎𝐑 𝐏𝐎𝐑 𝐂𝐎𝐍𝐓𝐑𝐀𝐓𝐎

XXVI. ¿𝑾𝒉𝒂𝒕 𝒉𝒂𝒑𝒑𝒆𝒏𝒆𝒅?

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- XXVI -

❝【 ¿𝑾𝒉𝒂𝒕 𝒉𝒂𝒑𝒑𝒆𝒏𝒆𝒅? 】❞

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¿Qué sucedió?

Era lo único que me podía preguntar cuando me levanté de mi cama. Tenía nauseas y un enorme dolor de cabeza que me hacía querer quedarme dormida hasta la siguiente semana.

La única razón por la que me había levantado fue porque alguien estaba tocando a mi puerta desenfrenadamente. Abrí la puerta sin siquiera molestarme en ver por la mirilla de la puerta.

— Buenos días. — saludó Alex, con las manos detrás de su espalda como si estuviera escondiendo algo.

Ay no...

Cerré la puerta en su cara, sintiéndome mal a instante por hacerlo. Volví a abrir la puerta para remediar mi anterior acto, pero al volver a verlo, le cerré la puerta.

Sentía una enorme vergüenza tener que verlo a cara después de lo que sucedió.

Soñé que nos besábamos.

Sé que él no tiene idea de que yo soñé eso, pero aún así el verlo y saber que soñé que compartíamos un beso, era suficiente motivo para mí para encerrarme en mi cuarto de hotel y no salir hasta que tuviéramos que volar regreso a Los Ángeles.

Me daba pena mirarlo a los ojos sin que él supiera que lo besé.

— Que falta de respeto cerrarme la puerta. — de la nada escuché la voz de Quackity que me asustó.

Voltée hacía atrás, solo para ver al azabache con una sonrisa, sentado en la silla del escritorio. Y claro, la puerta que conecta ambos cuartos abierta. Como si no fuera una falta de respeto entrar a mi cuarto sin mi autorización.

— Hola. — me animé a saludar.

— Hola, bella. — contestó el saludo con una sonrisa, al no ver una sonrisa en mi rostro, si no una de confusión, se tensó por unos momentos. —... bella durmiente.

Sentía una extraña sensación en el aire. Como si algo hubiera pasado, algo de suma importancia que nos hace sentir raros y tensos. O tal vez todo se lo debo a mi sueño.

— Debes estar hambrienta y sedienta. — dijo Alex, llamando mi atención y enseñándome lo que tenía detrás de su espalda. — Por eso... te traje el desayuno.

Me había traído en una bandeja con unos hot cakes, con fruta y un juguito en caja. No solo eso, si no también una botella de agua. La agua natural me hizo ojitos, por lo que la agarré enseguida para abrirla y tomarla. Estaba sedienta.

— Gracias.., Quackity..,tenía..,sed...— agradecí en pausas mientras tomaba agua.

— No es nada.

Luego de saciar mi sed, me senté a lado de Quackity, viendo el desayuno justo enfrente de mí. Sentí como mi sonrisa se extendía por el gesto que había hecho para mí.

— No debiste molestarte, pero te lo agradezco mucho. — dije, mirándolo y podía jurar que mis mejillas estaban ligeramente sonrojadas.

— No es molestia. — aseguró. — Además, son las tres de la tarde, si no te traía algo del buffet de la mañana, no ibas a comer.