Castigo de seducción

56.6K 183 10
                                    


ARTHUR

Veo el reflejo en el espejo, nada mejor que esto.

Mi cabello peinado perfectamente hacia atrás, mi rostro pulcro, mi vestimenta, sin duda, lo mejor de todo.

Sonrió al verme, el elegante y costoso traje gris, el traje, el traje que tanto le encanta verme puesto y más quitármelo antes de montarme como solo ella sabe hacerlo.

El traje gris que tanto la enciende, al que tanto ama, sin duda este será mi mejor castigo.
Me coloco perfume que tanto le encanta, junto al Rolex, regalo de ella, haré que se arrepienta de no seguir mis órdenes.

Danika caerá.

Subo a mi coche y sin tardar tomo rumbo hacia la bendita fiesta a la cual le prohibí asistir, la vena en mi cuello sigue abultada como también la sangre caliente en todo mi sistema, detesto ponerme furioso, ella lo sabe y aun así hace que todo frente a mí se vuelva rojo del coraje.

Ella sabe qué fibras tocar para desatar mi furia y aun así no le importa.

Muerdo mi labio al recordar la noche pasada, llena de sudor, gemidos, jadeos y mucho placer, ejerzo más presión en el volante al recordarla encima de mí, tomándome del cuello mientras me cabalgaba con la destreza que solamente ella tiene, esta bendita diabla se está metiendo en mi cabeza más de lo que debería.

Cada vez se me hace más imposible no cruzar la línea con ella, porque sé bien que si la cruzo desatare el infierno, un infierno al que no estoy dispuesto a exponerla, no cuando me importa tanto.

Suspiro al estar frente al lugar, varias personas bailando afuera, bailando canciones de bachata, ¡joder! Por esto no quería que Danika asistiera, le encanta bailar y me enciende cuando lo hace, pero me enoja cuando otros la ven.

Ignoro varias insinuaciones mientras me adentro al lugar, busco por todos lados a la dulce y tierna Danika, pero no aparece en mi campo de visión, no hasta que una silueta femenina moviendo sus caderas al ritmo de bachata llama mi atención.

Envuelta en un vestido rojo, baila la diabla moviendo sus caderas de un lado a otro, recorriendo su cuerpo con sus manos mientras su cabello largo cae de manera suave por su espalda hasta llegar casi a su trasero, muerdo mi labio es la tentación echa mujer.

Paso mi mano por mi boca, las ganas de ir y tomarla amenazan con ganarme, mi enojo incrementa al ver como todos los hombres de este lugar la observan con deseo, malditos sean.

Ella está tan concentrada en su mundo que ni siquiera nota el infierno que desata con sus movimientos, busco un lugar donde ubicarme, en la barra es un buen lugar, me obligo a disfrutar del baile, me obligo a no matar a todos los malditos que la observan, mi entrepierna se comienza a poner dura cada vez más, hago puños mis manos, esa mujer me tiene en sus manos, maldita sea.

Analizo todo el lugar y me doy cuenta de que este no es el entorno en el que Danika convive, entonces ¿Qué hace aquí?

Segundos después la canción termina, me volteo hacia el barman, esperaré el momento perfecto para cazar a esa preciosa Diabla.

—Hola, guapo—miro a mi lado derecho encontrándome a una coqueta rubia, sus ojos azules resaltan con las luces del bar, es muy guapa, pero yo ya tengo dueña.

—Hola—respondo sin emoción.

—¿Qué haces tan solito aquí?—niego, por un momento busco con la mirada a mi debilidad, pero no la encuentro, suspiro cuando la mujer a mi lado llama mi atención tocando mi mano, esta chica al parecer no ha captado que no tengo interés en ella.

—Pasando el rato—digo con el mismo tono serio, ella sonríe coqueta acercándose demás a mí.

—Podemos pasarlo juntos—propone acariciando mi brazo, veo sus manos intentando apartarla educadamente.

RELATOS ERÓTICOSWhere stories live. Discover now