SECRETOS SALEN A LA LUZ

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Al día siguiente de la carrera, jungkook estaba preparado para visitar a taehyung, estaba en su dormitorio, cuando golpean la puerta, su hermano mayor se asomaba por el umbral de la puerta con su destacada sonrisa, -- puedo pasar kookie--, jungkook bufo, hace mucho había dejado de gustarle ese apodo, así lo llamaba su madre, y no quería nada que la recordara. -- ¿pasa hyung que necesitas?, a pesar de toda la rabia y culpa que jungkook sentía, jamás dejó de ser cariñoso con su hermano, él siempre había estado ahí, ayudándolo en todo y eso siempre se lo agradeceria, jin y su papá siempre serían todo para él, aunque en estos momentos no lo demostrara, y le costaba una enormidad mirarlos a los ojos, nadie sabía que pasaba por su cabeza, y estaba bien asi, ese peso lo llevaria solo el en sus hombros, ni su hermano ni su padre deben saber nada, porque si eso llega a pasar, no habría nada ni nadie que detuviera sus posibles acciones. -- ¡ kookie, necesito un favor tuyo, hoy tenemos una cena en la tarde, es muy importante, un cliente del bufete necesita de mis servicios, pero necesitamos privacidad, por eso quiero pedirte que hoy llegues un poco más tarde, cuando terminemos esta cena te avisare yo o papa, no queremos incomodarte, no es por ti, solo que sabemos que no te gustan las cenas de trabajo ni las familiares, solo no queremos verte incomodó si--, jin siempre a querido lograr ver a su hermanito como era antes, pero no sabe que fue lo que paso con el, desde hace 1 año, su hermano cambió, pero fue un cambio rudo, brusco, de la noche a la mañana literalmente, su hermanito llegó de la universidad, y a la mañana siguiente era otro, jamás quiso hablar, no lloraba, no sonreía, no hacía nada, el pequeño jungkook que alegraba ese hogar dejó de existir, y no hay manera de hacerlo volver, eso es lo más triste.... o tal vez eso creen, ya lo veremos...

-- No hay problemas jin hyung, de todas maneras no iba a llegar temprano, tengo cosas que hacer, aprovechando, crees que me puedas prestar dinero?, necesito pagar unas cosas, porfavor--, su hermano liberó un suspiro y saco su billetera -- claro kook, aca tienes--, le entrega el dinero, --porfavor no hagas nada malo ¿si?, esta Reunión es muy importante para mi, no quiero que me llamen de la policía para ir a sacarte--, golpea el hombro de su hermano y le da esa sonrisa que demuestra que solo esta jugando con el, --no haré nada malo jin, saldré con alguien, pero aun así no prometo nada--, y por primera vez en mucho tiempo, jin pudo apreciar una leve sonrisa en el rostro de su hermano, su corazón saltó de alegría, quién era la persona que estaba logrando eso en su hermano, tiene que averiguarlo. 

Llevaba 30 minutos exactos esperando a su angelito, se arregló más de lo normal, quería que taehyung lo viera mejor, sabía que era guapo, pero quería verse más guapo para él, solo para el, escucho el timbre que anunciaba la salida de los alumnos, y comenzó a buscarlo con la mirada, no lo encontraba y ya se estaba frustrando, a lo lejos vio una cabellera gris, junto a una rubia a su lado, se paró de su moto, tomo la bufanda de tae en sus manos, y la olió por última vez, esa mañana se había encargado de perfumar ese pañuelo, quería que su angelito lo oliera y se acordara de él, se acercó a los amigos y carraspeo para que le prestaran atención, jimin y tae se giran, y este último abre sus ojos con demasiada impresión, jamás pensó que el azabache cumpliria con lo que había dicho. Jungkook se acerca a tae y le dice al oido -- hoy estas realmente hermoso angelito, no dejas de impresionarme, y pensar que seras solo mio--.
A estas alturas taehyung ya no se intimidaba, sabía que jungkook saldría con cualquier cosa ridícula, pero ahora lo que sentía era vergüenza, ese chico lograba poner sus nervios al 1000% estaba cansado quería irse a su casa y descansar del día agotado que tuvo, jungkook extendió su mano entregándole su bufanda, cuando la recibió con un gracias la rodeo por su cuello percatandose en el momento del olor que tenía, quedo maravillado, ese perfume olía a madera era muy varonil aunque no tanto como lo era el dueño de aquel perfume, intento disimular el gusto por ese perfume, pero fue en vano, jungkook se había dado cuenta, con una sonrisa burlona se acercó y lo tomo por la cintura, cosa que no pasó desapercibida por ningún alumno que pasaba por ahí, tanto mujeres como hombres veían con envidia a taehyung, ese chico era realmente un adonis, tampoco negaban que se veían muy bien juntos, nadie ponía en duda lo hermoso que era taehyung, pero el azabache era realmente increíble, su cabello negro, largo y ondeado, su físico, dios ese chico si que se ejercitaba y sus tatuajes, valla que eran impresionantes, era perfecto,  cuando tae se da cuenta de todas esas miradas intenta alejarse, pero el azabache lo apega más a el, no le da espacio, lo quiere juntos, no lo dejará irse de su lado, y no solo hablaba del momento, hablaba pensando en un futuro no muy lejano. -- vamos angelito que las miradas ajenas no te cohiban, déjalos que disfruten del espectáculo-- se acerca rozando sus labios, estaba a milímetros de tocar el cielo, pero no quería asustarlo, el venía con otra intención, ya habrá tiempo de probar esos labios, se aleja solo un poco y lo mira a los ojos, -- te tengo una invitación, quiero que me acompañes a un lugar, se que te gustará, vamos-- sin siquiera dejarlo responder lo toma de la cintura y lo sube a la motocicleta, le pone el casco y emprenden marcha, mientras atrás quedaba un rubio impresionado, --¡ que mierda acaba de pasar!.

Tocando el cieloWhere stories live. Discover now