Nuestro Destino

Capítulo 4

Inuyasha suspiró mirando la luna a través de las hojas del árbol sagrado... le gustaba este árbol... y mucho... Inuyasha tomó a Colmillo de Acero nuevamente en sus manos... no se transformaba... la espada era una espada vieja e inútil... no aquel poderoso colmillo... no sabía por qué... estaba pensando incluso en viajar en busca de Myoga para hacerle preguntas... pero no quería hacerlo... porque... no quería dejarla sola...

"Keh"

Gruñó recordándola... recordando como Kagome permaneció a su lado... nunca nadie había hecho algo así por él... maldición... nadie si quiera se había abstenido de intentar matarlo al tan solo verlo... y Kagome... estaba loca pero... era tan hermosa...

Levantó sus manos hasta sus orejas... Kagome las había tocado... nadie nunca había acariciado sus orejas a parte de su madre... y cuando era muy pequeño... cuando Kagome llevó sus manos hasta sus orejas creyó que lo haría para lastimarlo... para halar de ellas y hacerlas sangrar como los humanos en la aldea... pero Kagome fue tan cuidadosa...

"Keh."

Detestaba este sentimiento que tenía de necesitar verla, de estar con ella de protegerla... de lo consciente que era de su olor en la aldea... suave y agradable... pero ahí estaba... su aroma...

"Keh."

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Inuyasha observaba hipnotizado a Kagome desde el escondite entre las hojas de un árbol frondoso... sentía su corazón latir mas rápidamente cada vez que se acercaba a ella... se sentía... torpe cuando la espiaba, ya se había caído en más de una ocasión de un árbol al seguirla y eso no era normal... sintió sus mejillas calentarse al ver su sonrisa y el cabello sobrevolar alrededor de su rostro... se veía... hermosa... no podía dejar de pensar en ella y se maldecía a si mismo por ello...

Gruñó al ver a... Kikyo... llegar y colocar algo... un collar morado... en las manos de...

"Kagome..."

"Este es un collar de subyugación... si vas a exponerte a ese Hanyou... al menos debes de tener protección de esta forma contra él..."

Inuyasha gruñó con mayor fuerza... sintió la herida en su pecho arder... pero no le importó... detestaba a esa miko... sonrió suavemente al ver a Kagome mover graciosamente su cabeza hacia los lados... despacio...

"Inuyasha no es un animal, es una persona."

Inuyasha sintió que su corazón dejaba de latir, se inclino hacia la izquierda... tuvo que sujetarse con ambas manos para retomar el equilibrio y no caerse... miró con detalle el rostro de Kagome... veía a Kikyo con el ceño fruncido... Kagome estaba defendiéndolo de la miko... la miko con la que vivía y era su amiga...

Su corazón se sentía feliz de verla y no podía dejar de pensar en ella... cada vez que cerraba los ojos ahí estaba... su sonrisa... sus ojos... su aroma...

"Es un Hanyou, Kagome..."

Inuyasha gruñó por lo bajo nuevamente... si tan solo Kikyo no fuera una mujer y su madre no le hubiera enseñado que no se maltrata a las mujeres, él...