Capítulo 9

8 4 0
                                    

Inuyasha regresó a la cueva en tanto su cuerpo regresó a su normalidad... se ubicó en un árbol oculto entre sus ramas mirando la entrada de la cueva... solamente Kagome estaba en el interior... levantó su rostro hacia el cielo... no había mucha luz... pero había suficiente para que sus ojos pudieran ver lo necesario... toda la noche pensó... y supo que debía de trazar límites para la miko si tenía pensado seguir mirándola como su compañera en su cabeza... y es que después de esto no la dejaría ir... no podía... la... necesitaba...


Cuando el amanecer se acercaba, regresó al río a sumergirse una vez más... no como solución sino como forma de prevención... tal vez si estaba empapado no se le ocurriría tocarlo... ya estaban bastante cerca del monte fuji... caminando llegarían a tiempo... al regresar se sorprendió de que Kagome comprendiera que él quería que le siguiera a una distancia considerable... dejó que caminara detrás de él... estando pendiente de todo frente a ellos y detrás de ellos tanto como podía... pero sabía que era lo mejor si no estaba mirándola y el caminaba delante de ella...


No dijeron una sola palabra hasta que llegaron a una aldea... donde Kagome preguntó por el rumor... que era cierto... avanzó, los aldeanos le miraron con ese mismo odio y aborrecimiento de siempre, pero cuando veían a Kagome sus miradas cambian a una de respeto, y así era, si el llegara a tocarla la contaminaría y eso no se lo perdonaría nunca a si mismo, las cosas iban a ser como esta mañana para siempre... finalmente le indicaron la dirección en la que estaba el templo a Kagome, quien le llevó hacia unas gradas que subían hacia el templo, a partir de ese momento dejó caminar adelante, después de todo ella era la Miko... y sabía que no debería de subir al templo... pero de ninguna forma la dejaría ir ahí sola... así que mientras pudiera mantenerse cerca de ella sin tener que ocultarse lo haría...


Inuyasha se sorprendió al ver una Miko con una espada salir del templo, apestaba a Youkai, pero estaba marcada por uno, trató de no hacer nada referente a eso, de no pensar... una Miko... una Miko estaba marcada por un Youkai! no podía creerlo...


"Kikyo-sama..."


La mujer llegó hasta ellos y al ver a Kagome se inclinó hacia adelante, Kagome hizo lo mismo. La Miko volteó a verlo y para su sorpresa le sonrió, él no pudo reaccionar, esta Miko no le estaba exorcizando y mandando lo más lejos del templo que fuera posible... le había... sonreído...


"Entremos al templo, les explicaré la situación."


Siguieron a la mujer y él no podía dejar de sentirse al borde de un ataque de pánico... esta mujer le estaba invitando a pasar a un templo... las Mikos no hacen eso... pero las Miko... las Miko perdían sus poderes espirituales si eran tocadas por un hombre... todos sabían eso... y esta Miko... comenzó a ponerse nervioso, incómodo, no tenía que pensar en esto, no tenía que pensar ese tipo de cosas, mucho menos después de lo que sucedió la noche anterior... puede que esta miko pudiera hacerlo porque no había nadie más con poderes espirituales en el lugar... pero ellos tenían a Kikyo... no... Kikyo les estorbaba...


La Miko les ofreció té, Kagome lo tomó, y cuando la Miko le ofreció el té él simplemente negó con la cabeza... puede que hubiera puesto un hechizo o algo en el té para purificarle... pero no podía mentir sobre la marca... nadie podría mentir... y por el olor tan presente en ella... no creía que fuera forzado... no... era casi imposible forzar una marca... además de ser el mayor insulto existente... solamente si el Youkai era... no tendría ninguna pizca de honor si se atrevería a forzar una marca en una mujer... menos en una Miko... no creía que una Miko permitiera tal cosa... lo purificaría al instante...

Nuestro DestinoWhere stories live. Discover now