Nuestro Destino

Capítulo 32

Se marcharon rápidamente al amanecer... cuando Kagome le dijo a Kikyo que visitaría a esta miko para ayudarle a purificar el último artefacto hecho por el maligno Kaijimbo ella no gritó ni se descontroló tanto... simplemente aceptó cosa que le sorprendió...

Tal vez ya no estaba tan loca...

Kagome le sonreía de esa manera cuando acamparon los dos días...

Al medio día del tercero, llegaron a la aldea...

Tsukiomi y Hoshiomi los recibieron felices...

Kagome le ayudó a Tsukiomi a purificar la alabarda y para su sorpresa, después no era más que un artefacto sin una sola mancha de Youki en él...

Tsukiomi estuvo feliz de volver a realizar la ceremonia...

Kagome se sonrojó y se mantuvo muy nerviosa todo el tiempo en el viaje de vuelta...

Pero a pesar de eso observó las estrellas con él mientras dormían en su Haori...

Al llegar de vuelta a la aldea Kagome se presentó nerviosa donde Kikyo diciendo que habían ayudado... sin mencionar nada sobre el matrimonio por supuesto...

Luego, esa noche el fue a esperarla afuera de la cabaña...

Kagome salió llevando sus ropas de Miko shinto...

Él la cargó hacia la cabaña sintiendo su corazón latir rápidamente...

Se sentía ansioso...

Él había insistido en que podían esperar el tiempo que fuera necesario...

El tiempo para que ella se sintiera lista...

Pero Kagome a pesar de verle nerviosa y con las mejillas sonrojadas había insistido en que quería que la marcara nuevamente esa misma noche al retornar a la aldea...

Y él no iba a negarse en lo absoluto...

Si sentía que Kagome estaba demasiado nerviosa entones si... se detendría...

Llegaron a la cabaña y la colocó en el futón... Kagome miró el fuego con las mejillas sonrojadas...

"Podrías apagar la fogata?"

Él se rió suavemente asintiendo... al marcharse a buscarla había dejado encendida la fogata ya que sabía que con su vista humana se le dificultaba ver en la oscuridad... pero Kagome ahora era diferente... volteó a verla una última vez antes de apagar la fogata y su excitación dio un tirón dentro de su Hakama así como su sangre comenzó a hervir... Kagome lo veía con esos ojos inocentes y las mejillas sonrojadas... y la deseó tanto... con las manos temblorosas derramo el agua sobre el fuego y este se extinguió...