21 [Final]

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Cuando llegaron arriba el frío aire los recibió. Honestamente, no sabian cuanto habían estado adentro, pero era claro que habían pasado unas horas.

Era la parte trasera de la casa de Estados Unidos, más; no estaba dentro de su propiedad.

-Demonios, ¿ahora que?‐ Alemania estaba perdiendo la cabeza, la única opción que tenían era ONU, pero no tenían idea de si se le diera la gana de intervenir.

-Se lo que piensas Ale. Onu deberá intervenir, después de todo, esto afecta a todos y si se llegan a Presentar Third Reich y Imperio Español sería un caos que terminaría poniendo en duda su sistema de recuperación.

-Es un gran punto, pero no hay forma de que llegue tan rápido aquí. ¡Debemos hacer algo antes de que mueran allí abajo! ¡están en un purgatorio!

Usa gruño bajo mientras se sentaba en el suelo. Con toda la adrenalina ahora bajando no se sentía mucho mejor.

-No es que podamos volver Ale. Tu lo sabes.

-Carajo, lo se pero-Seguía desesperado por no ser de ayuda. Todos estaban desmoronandose y el solo podía limitarse a ver.

-No perdamos el tiempo, hay que llamar a Onu.-En realidad, ni siquiera tenía su celular a mano, pero esperaba que Alemania si lo tuviera.-Aunque no se que tan de confianza sea después de todo...

‐Créeme, aunque queramos no hay de otra.- Finalizo Alemania sacando su teléfono, logrando que Estados Unidos soltara el aire que retenía en sus pulmones.

La llamada fue respondida casi al instante, Alemania se detuvo de decir algo al escuchar la pesada respiración del otro lado y el sonido del vehículo yendo a toda velocidad.

-Vamos hacia allá.-

-¿Vamos? ¿Como es que...?- Se cayo rápidamente. Atando los pocos cabos sueltos tenía sentido que China y Rusia llamaron a ONU, aunque dudaba un poco del primero.- ¿Vienes con FBI?

-Si, es el único que sabe. Y no tengo intenciones de que alguien más se entere.- Su voz sonaba dura del otro lado.

Alemania no tenía mucho de que más hablar, así que dio una respuesta corta antes de finalizar la llamada y mirar a USA.

-Ya lo sabe, es obvio quienes le informaron.

-Demonios, esto es muy peligroso. Todo lo que pudo salir mal está noche lo hizo.- Jalo los mechones de su cabello, Alemania solo se acerco para darle unas palmadas en su espalda.

-Por el bien de ellos mismos, saben que no deben hablar.- Hace una pausa antes de mirar el suelo.- Si allá abajo todo se destruye, ¿no es problema que incluso aquí nos veamos afectados?

-Es probable, pero muy poco. Me asegure que estuviera bien abajo, así que acá arriba solo se sentirá como un temblor. O es lo que debería. Las paredes abajo también están reforzadas así que...

-Entonces ahora solo queda esperar.- Afirmó de mala gana el de habla alemán, pero ninguno de los dos parecía muy conforme con ello.

-No quiero ni ver a China y Rusia.

-Oh, yo no quiero ver a nadie en este punto.- Respondió con agobio. Unos segundos en silencio bastaron antes de que ambos se miraran con una pequeña idea en mente.

-Tomando en cuenta que todo se destruirá, ¿es posible que...?- Estados Unidos asintio, elevando ligeramente los ánimos antes de que ambos dieran media vuelta y corrieran hacia un lugar en especifico.

Los minutos pasaron bastante rápido, se transformaron en segundos y esos segundos en milisegundos.

Una mano desde bajo la tierra alcanzó a asomarse hacia el exterior, sujetando la hierva antes de que el impulso de la explosión que se expandió desde abajo los mandara de golpe hacia afuera.

de vuelta a la vida || Countryhumans|| (reescribiendo)Where stories live. Discover now