Capítulo 36

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Traidores y trampas

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Taddeo:

En las noticias Lady Killer continúa siendo el tema transcendental. Todos los portales de comunicación, canales informáticos, redes sociales y hashtag, ruedan alrededor de ella. Opinan, comentan y debaten sobre la incógnita imagen que tiene a todos atrapados. Una criminal, que elevo sus escalones, y paso de asesina serial a la trama de conversación para muchos.

Es extraño convivir con aquella persona misteriosa de la cual todos hablan. Escuchar sus opiniones sobre ella y luego verla despertar, irse a dormir y parecer algo tan distinto a la idea que todos formamos tras ese anonimato.

Años suponiendo, tratando de adivinar quién podría encontrase tras tan oscuro nombre. Y ahora la tenemos enfrente, descubriendo una parte que nadie más puede conocer.

Ante todo, el revuelto Evangeline se encuentra demasiado tranquila, actúa como si de verdad no le afectara. Y es que, no lo hace. Los datos que se revelaron de esa supuesta noche, no son suficiente para desenmascarar nada. Más allá de las dudas que algunos despiertan, en si lo que se dice es verídico o una farsa.

La mujer, supuesta víctima suya, aun no se ha ganado la credibilidad de nadie. Pero las personas somos así, nos gusta opinar y juzgar. Richard aseguró que se encargaría de ella, haciéndola desaparecer en cuanto nosotros limpiamos el terreno. Una vez estemos seguros que el hombre que Graham contacto, no tenga información comprometedora.

Henry lo investigo, Dexter Wright, vive en Philadelphia. No encontró mensajes, llamadas, correos, ni registros que lo dirija con Lady Killer.

Eso nos deja aún más claro, que la persona tras todo este circo es Héctor Walker. Él sabe la verdad de Evangeline, y si solo entrego algunas pistas fue para asustarla. Quiere hacerle saber que está en sus manos, quizás para luego manipularla.

Es un juego que él haría. Pero por supuesto Evangeline prefiere culpar a otro. Nunca aceptara que esto lo hizo Héctor, y que lo defienda me hace pensar que todavía sigue enamorada de él.

Así que, para quitarnos las dudas y aclararle las cosas a Evangeline, planeamos ir a la casa de Dexter con toda la información que Henry nos recopilo. Teníamos sus horarios, sabíamos que se encontraría en su casa por lo que fuimos de madrugada con la idea de sorprenderlo.

Luego de casi más de dos horas de viaje, estábamos estacionando el auto en la calle tras la propiedad. Las luces estaban apagadas, no había movimiento. Salimos del coche con los pasamontañas puestos para cubrir nuestros rotos.

La única forma de entrar sin ser vistos era pasando por encima de la cerca que rodea la propiedad, adentrándonos al jardín. No hay perros, y eso es un punto a favor para nosotros. Cruzamos el extenso terreno de césped sin nadie nos ladre o intente atacar, hasta llegar a la parte trasera de la casa.

Observamos las ventanas del segundo piso, y nuestra única posibilidad de llegar a ellas.

—Subiré primero. — se adelanta Benjamín, comenzando a trepar la jardinera hasta alcanzar uno de los ventanales.

Evangeline se queda estática, viéndolo con algo de desconfianza.

—¿Y si mejor los espero aquí?

Me niego y paso ayudarla tomándola de la cintura, en lo que Benjamín por su parte saca una herramienta del interior de su chaqueta y se prepara para romper la cerradura. Consigue abrir el ventanal y al entrar a la casa extiende sus manos para ayudar a Eva.

Lazos EntrelazadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora