Vivas por siempre

Una humana común y corriente

¡AVISO IMPORTANTE!

•Este capítulo contiene actos de autolesión•

⟨DEJO EN CLARO QUE NO NORMALIZO, NI INCITO A REALIZAR NINGUNO DE ESTOS ACTOS INFLIGIDOS⟩

Es solo un aviso para que tomen en cuenta, queda en ustedes si quieren continuar leyendo o no.

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Todo comenzó tranquilo. Bueno, tranquilo no tanto, si no más bien, normal. Oriane escuchaba música fuerte y no pude evitar tener pesadillas con esa canción metálica en la cabeza. A duras penas, me fijé el reloj, las diez de la mañana. ¿Quién oía música tan fuerte a esta hora?. Mi odio interno fulminó a la pelirroja apenas divisó su silueta. ¿Lo hacía a propósito?.

Me senté en la cama fregando mis ojos. Quité las sabanas de encima y deshice la usual trenza para dormir que ahora estaba enmarañado por culpa de mis pesadillas de rock metal.

—Oh, buenos días.

Buenos días serán cuando desaparezcas tú y tu irritante carita.

Rodé mis ojos y fui a encerrarme al baño. Era literalmente la ultima persona a la cual querría escuchar ahora mismo.

—¡Oye!— Oí su queja al otro lado de la puerta.

Idiota.

Sin pensarlo mucho, comencé a quitarme la ropa y entre a ducharme. Me siento como la mierda de un perro en medio de la calle siendo pisoteada por miles de zapatos humanos, animales y objetos sucios.

Instintivamente llevé mis manos al dolor punzante que permanecía en mí cintura.

—Carajo...

Empecé a quitar las vendas que cubren toda la mitad de mi cuerpo y comenzé a notar que el aire entraba por mis pulmones. Me lo había ajustado tan fuerte que no había podido respirar bien.

Golpecito interno en la cabeza, tonta.

Mordí mí labio inferior. ¿Realmente la herida seguía ahí?, ¿Es tan profunda como lo recuerdo?.

Sin hacerme esperar mucho para la revelación quité todas las vendas sin mucho esfuerzo.

—¡Hay!— Me tapé la boca rápidamente. ¿Acaso estaba loca?, ¿Quitarme todo como si fuese una cera depilatoria?. —Estupida, idiota, maldita hija de—

—¡Oye!, ¡Deanie!, ¿Pasa algo?

Levanté mi vista hacia la puerta, intentando con todas mis fuerzas no continuar con mi auto-desprecio.

—No..., Es decir... ¡No!, Estoy completamente bien. ¡Ya déjame en paz!

Para que se note que te odio un tantito.

Seguramente Oriane había oído a mí estúpida bocota y casi termino arruinando todo.

—Bien...— Dijo con el mismo desprecio y se alejo de la puerta, según pude escuchar por sus pasos y la sombra de su silueta alejándose del suelo.

Aunque claramente pude oír un "imbécil de mierda" muy bajito. Hice caso omiso y seguí con lo mío.

¿En qué estaba...? ¡Ah, sí!, la estúpida herida. Me gire un poco para verla en el espejo. Esta fatal. Creo que si no fuese que la desinfecte un poco, quizá estaría pudriéndose.

Aunque creo que ya lo está haciendo.

¿Voy a morir?, Nah. El universo no está tanto de mi lado.