Night

283 52 20
                                    


Había llegado al Palacio Fragante como cualquier otro día, ya era invierno y se notaba que hacía poco nevó debido a que en algunos costados se apreciaba pequeños montones de nieve. Seguro al joven Jin Ling le gustaría jugar en ellos, recordaba que A- Cheng le había comentado sobre que el pequeño se quejaba de no poder jugar adecuadamente.

Mientras se acercaba al lugar del encuentro escucho voces, al parecer Da-Ge también había ido al encuentro aunque era extraño... Pocas veces él iba a ese lugar alegando que no le gustaba, y si su memoria no le fallaba la última vez... Frunció el ceño ¿qué había pasado la última vez? Iba a detenerse para pensar, pero sus pies siguieron su camino llevándolo hasta donde estaban ambos en una mesa en la intemperie bebiendo y bromeando. A-Yao lucía más joven, el cabello corto ¿no lo tenía largo? ¿no lo había dejado crecer? ¿Cuándo se lo cortó?

Escucho un tintineo, pero lo atribuyó al pendiente de jade que llevaba con él.

Algo estaba mal. Lo presentía. Pero no podía identificar ningún peligro...

— ¡Er-ge! – A-Yao lo llamó sonriendo al divisarlo- Has llegado.

— Siempre te tardas... -comentó Mingjue dejando su copa sobre la mesa- ¿Qué te entretuvo?

— Lo siento- les sonrió tranquilo – Creo que calculé mal el tiempo.

Nada parecía ir mal, la charla que ambos estaban teniendo se veía que era puras bromas por las expresiones divertidas de ambos.

— Desde hace un tiempo estas distraído, Xichen – recalcó sirviéndole más vino a Mingjue- No te das cuentas de muchas cosas...

— Es verdad, andas llegando tarde.

— ¿Qué? – y apenas se sentó miro a ambos sin comprender, no recordaba que hubiera llegado tarde antes ¿o sí?

El sonido de una campana a lo lejos.

— Últimamente no notas las cosas sino hasta que pasan...

— Deberías prestar más atención a tu alrededor, Er-Ge o no te enteraras

Otra vez el sonido, pero no sabía de dónde venía.

— ¿Enterarme de qué?

— Que Da-ge murió. Por desviación de qi. Porque lo maté.

— Llegaste tarde, Xichen. Te diste cuenta tarde de todo.

Parpadeo ante eso Da-Ge no estaba muerto, estaba justo ahí con ellos... Y cuando miro hacia el asiento donde estaba lo que vio hizo que se levantara completamente horrorizado. Estaba la cabeza sobre la cabeza, el torso sobre el banco y los brazos en el suelo... la expresión en la cabeza era realmente extraña, deformada.

— Te dije que llegaste tarde -cuando volvió a mirar hacia A-Yao lo vio con las túnicas amarillas manchadas de sangre y un cuchillo ensangrentado, pero también... Apenas pudo respirar: su espada... su espada estaba en el pecho.

"¡XICHEN! ¡LAN HUAN!"

El ruido de la campana se volvió más intenso.

— No... - retrocedió unos pasos

— Tú me mataste... ¡¡AUN CUANDO YO NO IBA A HACER NADA!

— ¡A-HUAN DESPIERTA DE UNA PUTA VEZ! – el grito de de Jiang Cheng resonó en su cabeza e hizo que se estremeciera justo cuando el sonido de una campana inundo sus oídos...

De repente abrió los ojos y lo primero que vio fue el rostro de Jiang Cheng preocupado, además de una campana infundada de energía cerca de él... Había estado teniendo una pesadilla... Era una pesadilla. Pudo sentir su respiración completamente agitada.

Extras de La Deuda del lotoWhere stories live. Discover now