13; The Date

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Jihoon había conseguido varias maneras de entretener a su mascota ese fin de semana, no como había ocurrido en el pasado. Para el domingo le pidió que usara de esos lindos atuendos que le había comprado y que cambiara su collar casual al de encaje, el cual hacía lucir a Seungcheol más sexy, sobre todo por la camisa que llevaba: era blanca, de mangas 3/4, abotonada y con un cuello en V que exponía las clavículas del alfa y dejaba ver parte de la musculatura de su pecho. Por otro lado, el omega decidió vestir un conjunto de seda en colores rosa y azul pastel, el cual se amoldaba a las curvaturas de su cuerpo.

Por la forma en la que se habían vestido (casuales, pero elegantes) Seungcheol pensó que irían a algún importante evento, o a un lugar de bastante prestigio, pero se sorprendió al ver que habían llegado al cine, y que Jihoon simplemente quería ver una película, pero no quería hacerlo solo, así que lo llevó a él. En esta ocasión no le colocó la cadena, pero el alfa sabía dónde era su lugar, así que tal como las etiquetas para fiestas y reuniones especiales lo especificaban, se mantuvo todo el tiempo atrás de él y ligeramente a su lado izquierdo, siguiéndolo como si tuviese aquella cadena que lo ataba a él.

—Puedes escoger alguna golosina— le dijo Jihoon mientras revisaban el menú que la sala VIP ofrecía para los miembros del club.

Seungcheol sonrió y asintió, se reacomodó en el cómodo asiento de la sala y revisó nuevamente el menú.

Ambos disfrutaron mucho de la película, Jihoon tenía muchos comentarios que hacer al respecto en casi cada escena y Seungcheol tuvo la libertad de expresar su opinión en varias ocasiones, aunque cuando llegó a decir algo que al omega no le parecía, éste lo cortaba de inmediato y le decía que tenían que ver la película; al principio le pareció algo grosero al alfa, pero cuando ocurrió una segunda y tercera vez, comenzó a parecerle divertido cómo Jihoon cortaba la conversación cuando no escuchaba lo que quería escuchar.

Luego de la película pasearon por el lugar, entrando a la mayoría de las tiendas de ropa que llamaban la atención del bajito, lo que fue un poco aburrido para el alfa, quien debía caminar detrás de él todo el rato, afortunadamente para su aburrimiento, Jihoon le permitió al alfa pasar al probador con él en cada ocasión, así que pudo admirar al omega desnudándose (no completamente) para probarse las prendas y en cada una de esas ocasiones pidió la opinión del alfa esperando su sincera aprobación o desaprobación de la prenda.

A la hora de la cena, Jihoon ya tenía pensado un buen restaurante al cual ir con Seungcheol, pero al llegar al lugar, esté se quedó de pie en la ventana cerca de la entrada, y lo tomó del brazo impidiéndole que continuara su camino; Jihoon regresó a su lado y miró por la ventana intentando buscar lo que el alfa veía.

—¿Podemos ir a otro lugar?— preguntó el mayor aún con la mirada en el lugar.

—¿Por qué? ¿Qué tiene de malo?— miró al alfa con curiosidad.

Seungcheol le devolvió la mirada y respondió algo avergonzado —unos amigos trabajan aquí y...— se quedó callado, no era capaz de decir lo que le incomodaba.

—¿"Y..."? ¿Crees que soy adivino?— se cruzó de brazos un poco molesto, si no había una buena excusa por parte del alfa, entrarían al lugar de cualquier manera.

El mayor suspiró —no quiero que sepan que soy una mascota— hizo una mueca y desvió la mirada.

—¿Te da vergüenza ser mi mascota? Otros alfas pelearían tu lugar, ¿sabes?— alzó una ceja y se cruzó de brazos.

—L-lo sé, no... no me avergüenza ser su mascota, es sólo que... ellos uhm... tienen una opinión diferente a la suya sobre las mascotas de los... niños ricos— aquellas últimas dos palabras las pronunció con un tono bajo de voz, aunque fue lo suficientemente audible como para que Jihoon lo entendiera.

Jihoon alzó todavía más su ceja —¿y eso qué? Tú ganas muchísimo más dinero en una semana que lo que ellos ganarán en un año.

—No es eso— la mirada que Jihoon le dio, le exigía una respuesta —ellos consideran este trabajo como prostitución, básicamente me gano mi dinero por tener sexo.

Jihoon río sarcástico —ni siquiera tenemos sexo, así que no te estás prostituyendo.

—Pero ellos no lo saben, y cualquiera que note mi collar, sabe que usted me paga por darle sexo— bajó la mirada esperando no haber sido grosero con el tono de voz elevado que usó.

—¡Bien!— exclamo como si se hubiera enfadado, pero realmente no lo estaba; se acercó al alfa y puso sus manos sobre sus hombros, deslizándolas hasta llegar a la parte trasera de su cuello, desabrochó el collar y bajo los brazos al tomarlo —sólo por esta ocasión no serás mi mascota— dijo y le entregó el collar para que lo guardara —serás mi cita— lo tomó de la mano y lo arrastró al interior del lugar antes de que Seungcheol pudiese asimilar sus palabras.

El restaurante estaba bastante lleno, así que sólo tuvieron espacio en la parte de en medio, donde los amigos de Seungcheol se darían cuenta en cualquier momento que estaba ahí con un omega adinerado. No sabía qué era peor: si que sus amigos se dieran cuenta de que todo era una farsa y que él era una mascota, o seguir enamorándose de Jihoon por la forma linda y cariñosa con la que lo estaba tratando.

El omega le había pedido que se sentara a su lado, eso les daba cercanía y Jihoon podía tomarlo de la mano y darle cierto afecto que nunca había tenido con él; le susurraba cosas al oído provocando que Seungcheol se erizara, y dejó que él también lo tratara con un tono meloso y respondiera a sus comentarios como si realmente estuviesen en una cita, conociéndose y coqueteándose. Estaban pasándola mejor de lo que el alfa había pensado, la comida estaba muy deliciosa, y sus amigos no se habían dado cuenta de su presencia, al menos no durante la cena, pues uno de ellos lo notó poco antes de pasar al postre.

—¿Seungcheol?

El nombrado miró hacia arriba y vio a Changkyun, quien lo miraba con curiosidad —¡hey! Hola— trató de sonar lo más natural que pudo, pero estaba algo nervioso.

—¿Cómo estás? ¿Qué haces aquí?— preguntó casualmente, pero de inmediato notó a Jihoon e hizo una reverencia —una disculpa, ¿todo está en orden, joven?

Jihoon sonrió —sí. No me molesta que conversen— dijo con una voz dulce que embelesó a Seungcheol.

—Oh, gracias.

—Él... es mi o-omega— su voz tembló un poco al hablar, arrepintiéndose de sus palabras, pues no sabía si a Jihoon le molestó aquello.

—Oh, ya veo— estaba muy sorprendido —un excelente omega por lo que veo— Jihoon sonrió ante el cumplido y asintió, dejando que Changkyun siguiera hablando —hace mucho que no nos vemos, hay que reunirnos alguna vez y nos cuentas todo; Kihyun está por allá antendiendo unas mesas, si te parece, le diré que nos reunamos la próxima vez.

—Sí, estaría bien— sonrió Seungcheol con algo de vergüenza, ¿qué iba a decir cuando se reunieran y supieran que en realidad él era una mascota?

—De acuerdo, les dejo seguir pasando una maravillosa velada, cualquier cosa que necesiten, háganmelo saber.

—Claro, gracias— sonrió Seungcheol y Jihoon sólo agitó su mano, recargando su cabeza en el hombro del alfa.

—Ahora me convertí en tu omega, creí que sólo estábamos en una cita— mencionó con un tono tranquilo, pues no estaba molesto, simplemente había sido divertido ver a Seungcheol avergonzado y nervioso.

—Lo dije sin pensar— bajó la cabeza y no pudo evitar jugar con los dedos de Jihoon que estaban entre sus manos.

—Se notó— río bajo y levantó la mirada para ver al alfa, el cual tenía las orejas rojas y podía sentir sus latidos acelerados —cuando me lleves a casa, te puedes marchar.

Seungcheol asintió y continuaron con su cena hasta que se marcharon del lugar.

The Omega's Pet [JiCheol]Where stories live. Discover now