Epilogue: The Baby

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Ya eran las 6 de la tarde y las luces del departamento aún estaban apagadas, pero dado a que Seungcheol y Jihoon estaban muy entretenidos en la habitación, ni se habían molestado en encenderlas.

La cama rechinaba constantemente, un ruido que no hacía cuando recién llegó a la casa, pero después de haberle dado tanto uso, comenzaba a crear un ruido constante que se combinaba con el gemir del omega. Este se encontraba de rodillas y manos sobre el colchón, disfrutando del fuerte embestir de su esposo, el cual cambiaba de ritmo constantemente.

Sus pieles chocaban sonoramente, incluso cuando el alfa movía sus caderas en un lento movimiento, sus pieles alcanzaban a generar un suave sonido que se perdía en la habitación. Seungcheol se inclinó sobre la espalda del bajito, apoyándose en el colchón al tiempo que bajaba la intensidad de sus embestidas.

Ngh mgh ah d-delicioso— gimió Jihoon sintiendo el pene deslizándose con lentitud por su interior; habría deseado hacer el amor con su esposo sin un condón, pero los anticonceptivos del omega se habían acabado, y ya que recientemente habían salido de viaje, aún no tenían tiempo para comprarlos.

—Precioso mgh— gimió en su oído, tomando la oreja entre los dientes y mordiéndola suavemente.

De pronto el alfa comenzó a arremeter con fuerza, consiguiendo su orgasmo y anudando a su esposo. Jihoon gimió alto en respuesta al placer del nudo creciendo en su interior, consiguiendo correrse pocos segundos después.

Ambos respiraron profundamente, sintiéndose satisfechos, contentos y enamorados como en cada ocasión en la que hacían el amor; Jihoon perdió la fuerza en sus manos y piernas, cayendo en la cama y haciendo que Seungcheol también cayera encima de él. Los dos se quejaron por el ligero golpe que se dieron y luego se sonrieron antes de unir sus labios.

Ya habían pasado dos años desde que se casaron, el viaje a París había sido toda una maravilla para Seungcheol, quien fue el que más disfrutó de los paseos y las salidas, así como de amar a su esposo cada noche durante los quince días del viaje. Hasta el momento seguían viviendo en el departamento de Jihoon y seguían con la idea de no tener hijos hasta dentro de unos cuantos años más, o al menos el omega lo tenía, pues Seungcheol comenzaba a cuestionarse un poco sobre cuánto más debían esperar.

Cuando el nudo se desinflamó y Seungcheol pudo salir del interior de Jihoon, se levantó de encima suyo, se sentó en la cama y se deshizo del condón, notando que estaba bastante húmedo; quería suponer que los fluidos de Jihoon habían sido demasiados, pero no quiso quedarse con la duda, así que amarró el condón e hizo presión para ver si algo del contenido escapaba, lo cual así fue.

—¿Ocurre algo?— preguntó Jihoon acomodándose en la cama, notando que Seungcheol se había quedado entretenido con el condón.

—Se rompió— le avisó mirándolo.

Jihoon levantó las cejas con sorpresa y dijo —vas a tener que ir a comprar una pastilla del día siguiente— se miraron sin apartar la vista por unos pocos segundos, y Seungcheol dejó tanto silencio entre los dos, que Jihoon volvió a hablar —¿no vas a ir?

—¿Y si no lo hacemos?

—¿Ya quieres tener hijos?— preguntó con sorpresa, pues creía que Seungcheol pensaba igual que él sobre esperar un poco más.

Seungcheol asintió.

—¿Tan pronto? Creí que estábamos de acuerdo en no tenerlos hasta después.

—Ya pasaron dos años desde que nos casamos, ¿no crees que ha sido tiempo suficiente?— cuestionó levantándose para finalmente tirar el condón y lavarse las manos rápidamente, pero Jihoon no quería hacer una pausa en la conversación, así que lo siguió al baño.

The Omega's Pet [JiCheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora