La casa Lehnsherr estaba tensa. Erik había salido a hacer las compras mientras cocinaba y sus hijos hacían los quehaceres cotidianos de la casa. Sin embargo, Lorna no había llegado.
—Siempre supe que esa niña sería igual que su hermana. —Kendra murmuró mientras cortaba zanahorias en rodajas.
Pietro, quién estaba sacudiendo el polvo del sofá la miró mal.
—Te agradecería que no hablaras mal de mis hermanas. — dijo Pietro de la forma más educada posible.
Kendra le devolvió la mala mirada.
Peter de catorce años estaba ayudando a limpiar el área de la cocina mientras su madrastra preparaba la comida.
— ¡Cuidado! — ella le gritó cuando vió que Peter casi tropieza frente a ella.
Pietro le hizo una seña a Peter para que subiera a su habitación.
— Lo siento. — el pequeño Peter le susurró a Kendra avergonzado.
Pietro lo miró irse preocupada.
—¿Por qué lo tratas así? — Pietro le exigió. —¡Es solo un niño!
—No es un niño. — le contradijo. —Tiene catorce años.
— Él no es como los otros chicos y lo sabes. — Pietro espetó. Peter tenía un aprendizaje un poco más lento que el del resto de los niños. Tenía autismo, y podía hacer cualquier cosa que hacían los demás pero su aprendizaje era diferente al del resto de las personas. Pero Kendra lo odiaba. —O al menos deja de criticarnos a todos. Parece que nos has sentenciado. En lugar de eso, podrías empezar a explicarnos sobre tus salidas nocturnas.
Pietro no la dejó responder, dejó sus cosas, y subió a la habitación de Peter.
Peter estaba ordenando su habitación, no podía ver nada fuera de lugar sin entrar en nervios. Cuando se estresaba solo limpiarlo todo lograba calmarlo.
Pietro tocó la puerta dos veces llamando su atención.
—Hey tú. — dijo. —Lamento lo que pasó, sabes como es ella. —.trató de restarle importancia a éste asunto.
—Extraño a Wanda. — fué todo lo que dijo, logrando que Pietro notara dolor en su voz.— La extraño, ella me protegía.
Pietro se acercó a él y lo abrazó llevándolo a sentarse en la cama.
—Yo también puedo protegerte.
El se encogió de hombros.
— Cuando ella me grita, recuerdo las veces en que Wanda estuvo detrás de mí en segundos para ayudarme. — sonrió mirando a su alrededor. — La noche de la muerte de mamá, ella nos arrastró a Lorna y a mí debajo de la cama, yo estaba asustado, y Lorna tambien. Pero ella estaba ahí.
Pietro lamentó oír que él recordaba la noche de la muerte de su madre. Él tenía tan solo diez años cuando todo sucedió. No era tan pequeño, pero él había creído que lo había olvidado.
—No estuve allí esa noche. — se disculpó. —Habría hecho algo.
Él negó.
— No, no lo habrías hecho. — Pietro frunció el ceño confundida. — El miedo te habría paralizado, como a todos. Los gritos de mamá, el disparo... Te hubiese superado. Pero no a Wanda, Wanda estaba concentrada en que nadie entrara a la habitación.
— Peter...
— No te sientas mal. Es sólo que así no eres tú. — Peter siempre decía la verdad, incluso si dolía, él no sabía reconocer la empatía de ese modo. Para él simplemente no había problema con ser sincero, la verdad puede dolerte o no. O al menos eso decía él.
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Perfectamente Roto. | Wandanat. ©
Random"Ella no buscaba la redención era sólo una adolescente con problemas de adicción. ¿Hasta dónde puede gobernar la ira de una mujer en busca de venganza?" Wanda Lehnsherr tenía trece años cuando murió su madre y se mudó de New York con su padre y sus...
