Perfectamente Roto. | Wandanat. ©

Capítulo 13: Fear

Natalia

—No lo tomes personal Pepper pero es incómodo que seas mi psicóloga. — Natalia tomó asiento frente a la mujer.

Pepper había sido su vecina durante años. En cuestiones de ética, no debería ser la persona que diera su sesión de terapia. Pero por alguna razón era la persona elegida por el equipo para encargarse de Wanda y ella.

Pepper rio.

—Lo que ves es lo que hay. Y espero que seas menos complicado que Wanda. Aunque sé un poco de tu historia familiar.

Natalia asintió.

— No sé mucho sobre la vida de ella pero sé que debe ser difícil. No creo que haya asistido de ésta manera a terapia jamás, quizá a alcohólicos anónimos pero nada más parecido. — Natalia explicó.

— Insisto Nat, esa chica es complicada, de manera profesional no puedo hablar al respecto contigo y estoy rompiendo todo código de ética posible. Pero esto es una misión altamente importente. Y si debe morir por la misión lo hará, y no es buena la forma en la que lo expresó.

El comentario tomó a Natalia por sorpresa. No esperaba esa declaración por parte de Pepper, ni mucho menos lo que Wanda pensaba al respecto con la misión. Pero aunque quizá no la conocía por mucho tiempo, la conocía lo suficientemente para creer cada palabra que Pepper decía.

Se sintió abrumada, así que solo se limitó por asentir con lo que decía.

— Empezaremos por la familia. — Pepper

Bufó.

— Mal comienzo.

— ¿Cómo está tú hermana?

— América está bien, se está acostumbrando...

— Me sigue impresionando que Alexei  haya querido adoptar a alguien más. — dijo Pepper.

Natalia se encogió de hombros

—Cuando era niña me hablaba sobre querer adoptar y darle la oportunidad a alguien más que necesitara hogar... Sólo no creí que sería una adolescente de dieciséis años, pensé que querría un bebé y lo adoptaría cuando todavía estaba más jóven.

— ¿Te dió una oportunidad a tí cuando ya eras geande y el un adulto de cuarenta años, no? — le sonrió comprensiva. — Tú papá tenía problemas de alcohol y tú mamá tuvo una sobredosis... Pero Alexei se encargó de tí y te amó como a nadie.

Debía admitir que se había formado un nudo en su garganta al escucharla.

— ¿Cómo te sientes con lo de tu madre?

— Aún la extraño... Es mi madre. — Natalia confesó.

— ¿Haz hablado de esto con Wanda? ¿Son cercanas?

Natalia sacudió su cabeza negando de inmediato

— Wanda perdió a su madre. Hasta donde sé presenció su muerte y estuvo con sus hermanos, no creo que tenga buena relación con su padre y mucho menos con su madrastra quién golpeó a su hermana menor hace unos días. No creo que mi historia familiar sea el mejor tema de conversación ahora.

— ¿Por qué lo dices, Nat? Tú también importas

— Ella cree que soy perfecta. — rio sin gracia y con ganas de llorar. — ¿Cómo crees que reaccione cuando sepa que no lo soy?

— No somos perfectos. Nadie lo es, Wanda lo sabe, ella es inteligente. Y no creo que porque le cuentes como te sientes acerca de tus traumas de infancia la hagan cambiar de opinión acerca de tí.

Bajo la mirsda hacía sus zapatos como si eso fuera menos vergonzoso y ocultara su dolor.

— A ella le importa lo que yo piense. Ella tiene problemas ya sabes...

— Con las drogas. — completó por Natalia.

Ella asintió.

— Creyó que porque mi padre era alcohólico la odiaria. Creyó que la compararía con ese hombre bastardo que me dañó durante tanto tiempo...

— ¿Y cómo te sientes sabiendo de sus problemas y que es drogadicta? Ella misma lo admitió aquí.

— Realmente no creo que me haga cambiar mi forma de verla. Creo que es hermosa, valiosa y en definitiva muy valiente. Ella está sobria desde hace mucho tiempo, no es un problema para mí el hecho de que tenga un pasado oscuro, no la veo diferente.

— Entonces... ¿Por qué crees que ella cambiaría de opinión sobre tí por algo que no hiciste? Él lo hizo.

Pepper en definitiva sabía como tocar su punto débil. Por eso odiaba la terapia, odiaba que las personas la vieran desgastada.

— No podría soportar que me viera con lástima. — admitió. — No quiero que sepa que soy débil.

— ¿Creiste que ella era débil cuando te contó su historia? — Pepper preguntó, a lo que ella negó— Supongo que ella tenía miedo de decírtelo.

— Lo tenía. — estuvo de acuerdo

— ¿Cómo la viste después de saber por lo que pasó?

Natalia tomó una bocanada de aire.

— Más fuerte que nunca.

— ¿Entonces por qué ella debería verte distinto?

Wanda

La sesión de terapia se sintió pesada, aunque sabía que tampoco había sido la persona más sencilla de todas y se culpaba un poco por no querer colaborar. Pero le gustaba que una persona se sentará en frente de ella a escuchar y anotar sus problemas para analizarla.

Entró al departamento y encontro a Kate y Yelena echadas en el sofá dormidas. Suspiró abatida mientras se dirigía al cajon a buscar una bolsa de plástico en el. La infló de aire y la explotó, haciendo sonido las despertara al instante.

— ¡Hey! — gritaron al unisono lanzándole almohadas a Wanda  haciéndola reír.

— Jamás me asustes así — Yelena se quejó.

Sin parar de reír Wanda las empujó para sentarme en medio de ambas en el sofá..

— ¿Estás bien? — Kate preguntó. Wanda aun podía escucharla vacilar, y honestamente se sentía harta de estar discutiendo con ella.

Wanda subió en su regazo y la abrazó dejando descansar su cabeza en su cuello.

— Eres una tonta. — Wanda dijo en voz baja. — Y lo siento...

Yelena se levantó del sofá.

— Está bien, momento sentimental, mejor las dejaré.

De inmediato Wanda la detuve.

— No, no. No tienes que irte, no hay nada ahora que no sepas.

Kate se echó hacía atrás para mirarla

— En serio lo siento mucho, no era yo quien te decía todas esas cosas, ni siquiera las pienso y tampoco fué tu culpa mi recaída. — fué momento de Kate para disculparse.

Wanda le devolvió la mirada y la mantuve al igual que ella.

— Lo sé. — le regaló una media sonrisa y ella de inmediato la abrazó otra vez.

— Ustedes harían buena pareja. — Yelena las señaló.

— Wanda se confundió conmigo en nuestro primer mes de rehabilitación. — Kate soltó con diversión.

Wanda le dio una mala cara.

— Eras muy linda y yo débil. — dijo en defensa prooia. — Sin embargo, Kate está disponible ustedes si se verían lindas juntas.

Kate pellizco su brazo para hacerla callar

— Sí, dile a Doña 'no intentes nada vamos a dormir' eso otra vez. — Yelena la señaló acusadora.