Clint estaba allí. Natalia lo había llamado ya que le había pedido que por favor comprara ciertos medicamentos que utilizarían para la desintoxicación de Kate.
Kate se encontraba recostada en el sofá, con muchísima fiebre y vómito contante acompañados de temblores incontrolable.
Wanda odiaba verla así, estaba sentada lejos de ella mientras la observaba sin poder entender. ¿Qué la había hecho tomar esa terrible decisión una vez más? ¿Era sólo el bar?
La verdad es que estaba lejos de su completo entendimiento pero lo único que sabía es que no podía reconocer a su mejor amiga.
Finalmente, sacada de sus pensamientos. Alguien toca la puerta por lo que se levanta a abrirla.
— ¡Hey! — era Yelena, Wanda la llamó para que trajera todo lo que se había perdido en la clase. — Tu dirección fué un desastre, sólo debiste enviar tu ubicación.
— Apesto con los teléfonos. — Wanda murmuró avergonzada, haciéndola a un lado para invitarla entrar al departamento.
En realidad en su niñez y adolescencia nunca necesitó un celular hasta que se mudó y debía comunicarse con su familia.
— Eres una abuela. — Yelena se burló entrando al departamento con su bolso de la universidad y en su mano una botella de energizante.
Kate la vió ingresar por lo que se quitó el trapo que tenía en la frente.
— ¿Eso es un energizante? — le pregunta.
Yelena había sido advertida de la situación por lo que no se asustó por completo cuando vió a Kate en medio proceso así que sólo se limitó a asentir antes su pregunta.
Kate extendió su brazo rogando
— Dame eso.
Yelena se lo entregó, y Kate se lo quitó de inmediato de las manos, bebiendo toda la botella tan pronto la abrió. La rubia se acercó un poco a ella, para tocar su frente. Tan pronto sintio el tibio de su piel frunció el ceño.
— Estás ardiendo, debes tener como 39° de temperatura. — Yelena murmuró.
Kate le devolvió la botella vacía de mala gana.
— Dime algo que no sepa.
Ella ignoró el comentario que le había hecho.
— Para bajar su temperatura deben llevarla a la bañera bajo la regadera al menos unos quince minutos en agua helada.
Kate la miró con horror.
—¡Enferma! — le gritó. — Me estoy congelando, no puedo parar de temblar, ¿Crees que voy a ir a bañarme en agua helada?
Yelena asintió.
— Y con ropa. De pies a cabeza. — le sonrió. — Ya no eres una niña Kate.
Wanda caminó hacia a Kate casi inexpresiva.
— Hubieses pensado en las consecuencias antes de escabullirte para comprar esa mierda. — la reprendió. — Ahora levántate, vamos al baño.
— ¡No iré a ningún- — su objeción fué interrumpida por una ola de vomitos que vino de repente a Kate haciendo que vaciara su estómago en una cubeta.
Wanda retrocedió, negando con la cabeza, desviando su mirada para evitar verla con seriedad.
Clint y Natalia se acercaron para ayudar a Kate a levantarse y llevarla a la ducha. Sorprendidos de que esta ni siquiera se quejara, simplemente dejándose llevar.
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Perfectamente Roto. | Wandanat. ©
Random"Ella no buscaba la redención era sólo una adolescente con problemas de adicción. ¿Hasta dónde puede gobernar la ira de una mujer en busca de venganza?" Wanda Lehnsherr tenía trece años cuando murió su madre y se mudó de New York con su padre y sus...
