— ¡Wanda! — Natalia exclamó intentando llamar su atención, pero Wanda estaba ocupada enloqueciendo mientras caminaba por toda la casa. — ¡Wanda necesitas calmarte y decirme que está pasando!
— ¡No encuentro mi identificación! — gritó exasperada ignorando los llamados de Natalia. Levantó su cabeza como si una luz hubiese iluminado su cabeza mirando en dirección a la habitación de su mejor amiga. — Kate.
Corrió a la habitación de Kate al recordar que el día anterior ella tenía su identificación. Al ingresar en el lugar, Wanda miró a Kate, sentada en su cama cuando irrumpía en su habitación.
— ¡Hey! — Kate se quejó.
Wanda buscó por los cajones y las carteras de su amiga, desesperada.
— ¡Wanda! — Kate y Natalia gritaron al mismo tiempo.
— ¿¡Qué!? — se dió la vuelta para enfrentarlos.
Kate se levantó enojada.
— ¿Qué estás haciendo? — le preguntó, tomándola por los hombros al llegar frente a ella.
Wanda tragó en seco, mirando hacia los ojos dilatados de Kate, tratando de tranquilizarse.
— Necesito mi identificación.
— La tiene la policía. La traerán pronto.
El rostro de Wanda cayó.
— No, no, no. Necesito esa identificación. ¡Necesito viajar ahora! ¡Ya! — su voz finalmente se rompió después de tanto reprimirlo.
Kate trató de llegar a su lado para tranquilizarla pero Wanda la sacó con rabia alejándose de ella lo más lejos posible para salir de su habitación.
Kate bajó la mirada sintiéndose avergonzada.
Pero Wanda no podía lidiar con ella ahora. Se lanzó en el sofá mientras las lágrimas bajaban por su rostro tratando de marcar el número de su hermana.
Natalia se sentó a su lado mientras Kate las miraba desde la puerta de su habitación con atención.
— Wanda, necesitas hablar. — le susurró colocando su mano en la rodilla de ella.
Cuando estaba apunto de responderle, se escuchó un ruido desde el otro lado del celular indicando que la llamada había sido atendida.
— ¿Lorna? — Wanda preguntó al escuchar que habían respondido.
Kate se interesó al escuchar el nombre de la hermana menor de Wanda haciéndole acercarse con preocupación.
— ¿Wanda? ¡Soy Peter! — la voz de su hermano menor sonó en la bocina del celular haciendo que su corazón se tranquilice de saber que él estaba bien.
— Hey, hermanito pequeño. — una sonrisa escapó su boca al escucharlo. — Oye campeón, tengo demasiadas ganas de hablar contigo pero necesito que me digas dónde está Lorna.
— Lorna está en una habitación.
Para Peter era difícil explicarlo porque no entendía lo que pasaba. Por lo que hice angustiar a su hermana.
Ella trató de tranquilizarse ya que sabía que para él asimilar las cosas era un poco más complicado.
— ¿En su habitación? — preguntó calmadamente.
— No, está en una habitación con personas con batas blancas.
Wanda tragó en seco.
— Está bien. Necesito saber con quién estás ahora mismo, hermano.
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Perfectamente Roto. | Wandanat. ©
Random"Ella no buscaba la redención era sólo una adolescente con problemas de adicción. ¿Hasta dónde puede gobernar la ira de una mujer en busca de venganza?" Wanda Lehnsherr tenía trece años cuando murió su madre y se mudó de New York con su padre y sus...
