PLACERES OSCUROS [+21]

02

Frío y lluvia fue la recibida que obtuvo Alisson cuando aterrizó en Londres. Y la ropa que llevaba no ayudaba a que el sentir lo helado del clima se calara entre sus huesos haciendo que se estremeciera.

Pero aún así no dejaba que eso le afectará, sonrió y arrastro sus maletas hasta afuera del aeropuerto en donde se suponía que debía de estar un Uber esperando su llegada, busco entre la gente que estaba fuera un cartel con su nombre.

Hasta que dió con un joven tal vez cuatro años mayor que ella, camino hacia donde se encontraba y le brindo una sonrisa cuando estuvo enfrente.

—Un gusto soy Alisson Benavides —se presento ella ofreciendo su mano.

El chico parpadeo antes de tomarle la mano que le ofrecía, se la estrecho antes de sonreírle de forma cortes.

—Un gusto soy Wilbert —musito el.

—Lindo nombre Wilbert —dijo Alisson —¿Esperas a alguien más? —pregunto con una sonrisa.

El chico parpadeo nuevamente antes de negar con su cabeza doblando el cartel a la mitad.

—No —respondió —¿Eres realmente Alisson? —cuestiono.

Y ella se tenso antes de asentir, colocando una sonrisa en sus labios.

—Por supuesto que lo soy —dijo —Si quieres te presento mi ID para que puedas comprobar mi identidad —añadió con una sonrisa en sus labios.

Aquel nego con rapidez tomando la maleta que tenía a su lado, arrastrándola consigo hasta un auto que estaba a varios metros por dónde se habían encontrado. Alisson sintió su piel erizar cuando una brisa impacto contra la piel desnuda de su piernas.

—El cilma en Londres mayormente es así —murmuro Wilbert haciendo que ella lo observará y hiciera una mueca —Y creo que debido a tu ropa, sino has traído otras adecuadas con el clima londinense podrías enfermarte con frecuencia.

Alisson le sonrió un poco antes de sonreír abiertamente al ver que le abría la puerta, dejando que ella entrara.

—Que caballeroso —murmuro riendo mientras se acomodaba dentro del auto —Y referente a tu sugerencia —dijo al verlo acomodarse en el asiento de piloto del auto —No soy de enfermarme mucho, pero no pienso cambiar mi forma de vestir solo por un clima que es bastante indeciso.

La risa del hombre hizo que Wilbert riera mientras iniciaba el trayecto.

—En ese caso bienvenida seas a Londres —musito —Espero que te guste y te adaptes rápidamente a la ciudad.

—Muchas gracias —dijo ella —¿Puedes hablar de cualquier cosa referente a la universidad? —cuestiono viéndole el perfil de él.

No podía negar que el hombre tenía lo suyo, pero si era sincera no quería ahorita nada para involucrarse con alguien, deseaba poder estar tranquila por un tiempo.