PLACERES OSCUROS [+21]

09

Alisson gimió cuando el comenzó a frotarla sobre su miembro, mientras que él llevo sus labios a uno de sus pechos comenzando así a chupar y lamer sus pezones.

—Que rico saben —exclamo el cerrando sus ojos mientras le daba la atención a sus pechos.

Ella echo la cabeza hacia atrás moviendo sus caderas con impune, le estaba gustando la sensación que sentía al estar frotándose contra si. La fricción de sus sexos hacían que se sintiera en un lugar fuera de su alcance y no sabía porque sentirse así le hacía desear más.

Caleb parpadeo y enfoco su mirada en el cuerpo se ella, verla con la cabeza hacia atrás mientras gemía y se movía sobre su verga, masturbándose para lograr llegar al orgasmo.

Llevo sus manos hacia la cintura de ella para detener sus movimientos algo que logro cuando ella enfoco sus ojos llenos de deseo en él.

—Bésame —ordeno —Bésame y llega al orgasmo bebé.

Ella inclino su rostro y llevo sus labios a los de él antes de unirlos en un beso que la hizo apretarse contra el cuerpo fibroso de él. Sintiendo las manos de él mover su cintura hasta el punto que cuando llegó al orgasmo mordió el labio inferior de Caleb haciéndolo gruñir y sentir segundos después arder la piel de sus glúteos.

—Mierda —murmuro el cerrando sus ojos al sentir como también se corría humedeciendo su vientre con su simiente.

Así como también humedecía el coño de ella quien solo se apretaba contra su cuerpo. Se ordenó a calmarse porque si seguía así, podría hasta cogerla ahí y no quería eso.

Antes de hacerlo deseaba poder conocer los límites de ella. Por lo que era mejor esperarse a tener que adelantarse a algo que bien podría salir mal. Respiró hondo mientras recuperaba el aliento, llevo una de sus manos hacia el rostro de ella que lo tenía apoyado contra su hombro.

—¿Cómo te sientes ahorita bebé? —pregunto con dulzura.

Alisson sonrió un poco antes de abrir sus ojos y enfocarlos en los de él quien la miraba expectante a la respuesta que le iba a dar.

—Extasiada —musito —Llena de paz y muy tranquila.

Él sonrió y esa sonrisa le hizo sentirse nerviosa.

—Me gusta saber que estás así a causa del orgasmo —expreso —En un rato iremos a darnos un baño.

—¿Juntos? —cuestionó ella.

—La pregunta me parece que hace falta, porque es obvio que será juntos —comento el frunciendo el ceño.

Ella se ruborizó apartando la mirada antes de volver a colocar su cabeza en el hombro de él y cerrar sus ojos. Había algo en el cuerpo de Caleb que le hacía sentir bien consigo misma, el calor que desprendía lograba calmarla.