PLACERES OSCUROS [+21]

04

El poder bajar de la nube de excitación que había experimentado hizo que subió a causa del orgasmo que tuvo. Se puso de pie antes de ir hacia el baño y darse una ducha, la conciencia no le daba tiempo para poder recriminarse por lo sucedido.

Además era consciente de que mentalmente estaba mal por tener esas parafilias, que si los demás lo llegaban a saber lo tacharían como loco haciendo que se lamiera los labios.

—Has actuado como un adolescente —exclamo él cuando se estaba colocando un pantalón holgado.

Sonrió de si mismo antes de iniciar a revisar los proyectos que ya le habían entregado antes. Mientras que por el otro lado Alisson suspiro mientras dejaba un billete sobre la mesa después de levantarse.

Vio que su nuevo amigo sacudía su cabeza, antes de que ella riera y ambos salieran de ahí. El aire helado hizo que ella sonriera su piel erizar, se mordió los labios y sacudió su cabeza mientras seguía a Wilbert.

—¿A dónde vamos? —pregunto ella.

—Te voy a enseñar un sitio que está bueno —musito —Bueno siempre y cuando quieras ir.

Alisson asintió antes de elevarse sobre sus pies y darle un beso en la mejilla.

—Soy muy buena para esto de ir a un sitio nuevo —comento lamiendose los labios —Así que vamos al lugar que dices tú.

Wilbert sonrió dándole un apretó a su mano. Ella lo siguió entusiasmada, hacia tiempo que no iba a vivir algo así. Y ahora se le hacía hasta nuevo, pero a su mente comenzaron a llegar los recuerdos de lo que había pasado tiempo atrás.

El haberse dejado guiar y llevar por Manuel en parte de mostró muchas cosas, le enseño que tan manejable era. Cuan estúpida podía ser cuando se enamoraba, el amor le demostró casi más de dos caras y le molestaba.

Le enseño lo maravilloso que era enamorarse y sentirse amada, sentir que podía vivir esa emoción. Pero entonces llegó esa etapa donde le mostraba que no todo era color de rosa y que las cosas se ponían mal. Había sido con él quien perdió su virginidad, con quién llegó a experimentar tantas cosas.

Que algunas de ellas se le pegaron, haciéndole saber y entender que su mente era tan frágil ante ello. No pudo evitar que después de esa relación ella comenzará a investigar sobre lo que le hizo y entonces entendió.

Entendió que tal vez él era tan retorcido que le gustaba jugar con las mujeres, por desgracia le tocó a ella. Se sobresalto al sentir un brazo en sus hombros.

—Estás tan encimada en tus pensamientos que te he hablado hace unos minutos y no me escuchas —murmuro él y ella se lamió los labios.

—Disculpa —menciono haciendo una mueca —Estaba recordando lo que era mi vida hacia un tiempo atrás. Hoy me veo aquí y no me puedo creer que haya logrado cosas que no creí, tampoco el vivir lo que he vivido.