11. The Scientist

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Alicia subió las escaleras detrás de Miguel e intentó seguirle el paso, ignorando el dolor punzante que sentía en el hombro al respirar agitada. En los últimos escalones se reusó a pedirle ayuda y trató de controlar su respiración mientras él abría la puerta.

Acababan de volver de dejar a sus padres en el aeropuerto después de una semana del episodio con Diego. Ellos habían insistido en que volviera a Chile y se había reusado rotundamente. No sabía dónde estaba su lugar exactamente, pero estaba segura de que allí no era.

Hizo una mueca de dolor cuando se sentó en el sofá y Miguel se quedó parado frente ella con las manos en la cadera. Tenía una expresión pensativa.

Las cosas habían estado tensas entre los dos desde aquella pelea antes del viaje a Nueva York, pero aun así había estado ahí para ayudarla. Alicia lo agradecía, aunque sabía que ahora tenía que lidiar con una conversación incómoda que no quería enfrentar en lo absoluto.

Llevaba días esforzándose por ser amable, rodeada de gente, pero en realidad lo que quería era quedarse sola unos momentos, asimilar lo ocurrido. No era menor el hecho de que había estado a punto de morir, necesitaba espacio.

-¿Quieres que me quede esta noche? -Alicia negó desde el sofá.

Miguel había estado durmiendo allí toda la semana, a pesar de que estaban sus padres. Se negaba a dejarla sola después de lo que había pasado e incluso había cambiado la cerradura de su departamento y puesto una cámara en la entrada del edificio en modo de precaución.

-Estaré bien. -lo cierto era que estaba realmente cansada, pero de todas formas le aterraba que Diego volviera, que entrara a su casa nuevamente. Si cerraba los ojos y contenía el aliento, sucumbiendo ante el miedo, podía sentir el cañón del arma en su frente, igual como ese día.

Miguel exhaló con pesadez, pero asintió, cediendo. Después se llevó una mano al puente de la nariz. Alicia sabía que estaba cansado también, preocupándose por ella, manteniendo la pastelería abierta, yendo de allá para acá desde el incidente.

-Ve a casa y descansa, te llamaré si necesito algo. -Alicia se puso de pie con algo de dificultad y lo abrazó con su brazo sano, el otro permanecía sujeto con un cabestrillo y se negaba a moverlo mucho por el dolor.

Miguel suspiró y la rodeó con sus brazos con cuidado, apoyando la barbilla en su cabeza.

-Te agradezco mucho todo lo que has hecho por mí. Te lo compensaré cuando esté mejor, lo prometo.

-No es necesario Ali. -se alejó un poco y le acarició una mejilla algo titubeante. Alicia se quedó quieta en su lugar, esperando que dijera algo. No sabía qué. -Sobre lo del otro día...

-Lo sé. No debí tratarte de esa forma. -ella retrocedió unos pasos y se miró los pies. -Solo que... no tienes que ponerte paternalista ni preocuparte de las personas con las que me relacione.

-No quiero que te lastime.

-Miguel... no soy algo que puede romperse, ¿entiendes? No soy... yo... no soy algo que tengas que cuidar todo el tiempo.

Él negó con la cabeza, frustrado.

-No lo entiendes.

-Miguel. -advirtió Alicia.

-Es famoso Ali, ¿qué estás esperando de eso?

-No estoy esperando nada, solo me agrada, me... hace sentir bien. Es todo. No es como que quiera casarme con él o algo así.

-¿Y cuándo se vaya?

Alicia ni siquiera había pensado en eso.

-Él hará lo que tenga que hacer. También yo.

Rose Colored Boy [Pedro Pascal Fanfic] TERMINADOKde žijí příběhy. Začni objevovat