━ 𝐗𝐗𝐗𝐈𝐕: No tengo opción

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•─────── CAPÍTULO XXXIV ───────•

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───── CAPÍTULO XXXIV ─────

NO TENGO OPCIÓN

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── 「 𝐂𝐇𝐀𝐍 𝐄𝐈𝐋 𝐑𝐎𝐆𝐇𝐀𝐈𝐍𝐍 」 ──

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── 「 𝐂𝐇𝐀𝐍 𝐄𝐈𝐋 𝐑𝐎𝐆𝐇𝐀𝐈𝐍𝐍 」 ──

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        CUANDO SIRIANNE CRUZÓ EL UMBRAL de la tienda que compartía con su madre y su hermana pequeña, no esperó encontrarse a esta última tumbada en el que se había convertido en su nuevo lecho. Neisha le daba la espalda, pero aun así la arquera supo que algo iba mal por la forma en que permanecía encogida sobre sí misma. La menor se encontraba recostada de medio lado, con los brazos rodeando sus piernas flexionadas. Al verla así, como un animal herido, lo primero que se preguntó Syrin fue si se encontraba mal o si se habría lastimado durante el entrenamiento de esa tarde. Pero todas aquellas suposiciones quedaron relegadas a un discreto segundo plano cuando la escuchó sorberse la nariz y gimotear por lo bajo, como si... Como si estuviese llorando.

—¿Niss? —la llamó la cazadora sin poder disimular un timbre desasosegado en la voz. Estaban solas, puesto que su progenitora no se encontraba en la carpa—. Hey, ¿estás bien? —volvió a hablar al no recibir ninguna respuesta por parte de la aludida.

A causa de su enervante silencio Sirianne no lo dudó a la hora de avanzar hacia Neisha, que continuaba aovillada en la cama. La mayor se acuclilló a su lado —dado que el lecho estaba conformado por un cúmulo de mantas y pieles— y posó su mano dominante sobre uno de los brazos de la pitonisa. Acto seguido, la instó a que se volteara hacia ella, pero Niss se mantuvo estática en el sitio, evitando que pudiera verle la cara. Como cabía esperar, aquello solo sirvió para alarmar aún más a Syrin, quien no comprendía a qué se debía aquel repentino retraimiento por su parte.

Canción de Invierno | Las Crónicas de NarniaWhere stories live. Discover now