Capítulo 2

3.5K 126 77
                                    

-Prométeme que nada cambiará entre nosotros. - dijo Gavi. Su mirada reflejaba desesperación, quizás miedo.

-Te lo prometo, por supuesto... Ahora, ¿cómo hacemos?

-¿Nos escupimos las manos y juntamos las palmas? ¡Pacto de saliva!

Pedri rodó los ojos, Gavi a veces era idiota.

-No, estúpido, no hablaba de eso. ¿Cómo hacemos... lo otro?

-Oh... no sé. ¿Quién empieza? ¿Tú o yo?

-Yo... es decir, yo soy más alto.- Pedri se atajó al instante.

-¿Qué tiene? Yo nací antes que tú.- Gavi se cruzó de brazos y luego resopló, refregándose el rostro.-Somos patéticos, Pedri.

-Lo sé, pero si seguimos así, moriremos virgenes, y no quiero eso.

O peor, estar con una chica y hacer el ridículo por no saber qué hacer. - Pedri se encogió de hombros y acató. - Además, Ansu ya lo hizo.

-Sí, pero con Ferrán. Ellos se gustan. ¡Nosotros no nos gustamos!.- Miró a Pedri con sus ojos entrecerrados y preguntó, inseguro. -No nos gustamos, ¿verdad?

-¡No! - Pedri negó de inmediato.

Gavi hizo un gesto mostrando alivio y resopló. - ¿Piedra, papel o tijera?

Pedri asintió al instante. Él es bueno en eso. - Okay.

Ambos tenían 16 años, y querían perder la virginidad. Nunca tuvieron novias, sólo habían dado su primer beso no hacía mucho tiempo atrás.

Ansu, el mejor amigo de ambos, tenía 17 y ya había tenido sexo con su novio Ferrán, dos años menor a él, y ellos no querían ser menos. Como no tenían mucha suerte con las chicas, y al ser algo tímidos, tuvieron la grandiosa idea de perder la virginidad juntos.

Era viernes por la noche, y estaban en casa de Gavi. Ellos eran vecinos desde toda la vida y siempre se quedaban a dormir en la casa del otro, por lo que no era raro que esté allí.

Hicieron una especie de documento formal - una hoja -, donde escribieron las reglas de aquel pacto. Era necesario hacerlo para que quedara claro en qué condiciones lo hacían, y por supuesto, ambos debían firmarlo.

Prometemos:

* No dejar de ser amigos por nada del mundo

* No decirle NADA a NADIE.

* No nos besaremos.

* Será sólo una vez cada uno. Seremos siempre heterosexuales.

X Pedri X Gavi

Luego de firmarlo, ambos se sentaron en la cama. Pedri tenía su mirada puesta en el piso mientras jugaba con los cordones de sus zapatillas que se habían desatado. Gavi estaba con las rodillas pegadas a su pecho, apretándolas más hacia él, mientras se mordía fuertemente los labios.

Él había perdido.

Pedri notó su nerviosismo y se dió vuelta, mirándolo de frente. No tiene que ser hoy. Podemos esperar.

- ¡No! -gritó Gavi. Luego se dió cuenta del susto que se pegó Pedri saltando en su lugar, y habló más calmo. - Tiene que ser hoy. Mis padres vendrán tarde de esa fiesta. Tenemos que aprovechar que estamos solos. Debe ser hoy... debe ser ahora.

- Pero no quieres.

- Si, quiero... Bueno, no, pero sí. Ugh. - Llevó sus manos a su rostro, frotándolas. Todo su cuerpo temblaba. - ¡¿Te bañaste?!

-Antes de venir, si. ¿Tú?

-Sí, también antes de que vinieras -. Pausó unos momentos y se puso de pie. - Hagámoslo antes de que me arrepienta.

Pedri se puso de pie frente a él y comenzó a mirar al techo, las paredes, y a sus costados. Gavi estaba de brazos cruzados con una ceja levantada.

-¿Cómo se supone que vamos a comenzar si ni siquiera me miras?

-¿Compraste cordones? digo, condones.

-Sí. Están en mi cajón-. Gavi se inclinó hacía la mesa de luz y le entregó la cajita a su amigo. Pedri tomó la caja casi temblando y comenzó a leer las instrucciones detalladamente. Gavi frunció el ceño.-Dime que sabes cómo usarlo.

-P-por supuesto.-Contestó Pedri, nervioso.

Por supuesto que no sabía.

Gavi le quitó la caja de sus manos.-No, no sabes. ¿Y por qué tienes que ser tú el que los use si no sabes cómo hacerlo? Déjame, lo haré yo.

-¡No!-gritó Pedri mientras le quitaba la caja. -Yo gané, tú perdiste.

Gavi se cruzó de brazos, rodando los ojos.-Se supone que los dos ganamos algo de esto, González. No jodas, lee eso rápido.

Pedri comenzó a leer y en menos de dos minutos ya había terminado.

-Bien, ya sé cómo.-dijo Pedri abriendo el paquete y sacando el condón.-Date la vuelta.

-Espera, - Gavi lo empujó.-se supone que antes debes, no sé... ¿calentarte?

Lo dijo en un tono serio, arqueando una ceja, dando a entender que acababa de decir una obviedad.

-¿Cómo?-preguntó Pedri frunciendo el ceño.

-Oh, por Dios. - Gavi se palmeó el rostro.- Se te tiene que parar. -¡Ahhh! Si, cierto, lo olvidé.- Murmuro Pedri, tratando de lucir indiferente.

Gavi negaba con ambas manos en su cintura. Era evidente que su amigo estaba mintiendo.

-Dime que al menos viste una porno, Pedri.- El pelinegro no dijo nada, sólo apretó sus labios formando una línea recta, mirando al suelo.-Ugh. Eres más virgen que yo.- dijo Gavi, indignado. -Razón por la cuál...-le quitó el condón. -Seré yo quién empiece.

Pedri rodó los ojos, resoplando, dándose por vencido y asintió. Gavi prendió su laptop y puso una película porno, para al menos calentarse, porque de ninguna manera se iba a calentar con el estúpido de su amigo. Dios... ¡¿Cómo llegaron a esto?! Desesperación le dicen.

Pusieron una película de porno heterosexual, creyendo que se calentarían mirando un par de tetas, pero eso no sucedió. De hecho, no logró más que incomodarlos. Es decir, a ellos les gustaban las chicas, pero por alguna extraña razón, ver a una mujer desnuda en este momento no les provocaba nada.

Gavi miró de reojo a Pedri para ver su reacción, y el pelinegro miraba atento a la película. El moreno se remordió el labio por lo que estaba a punto de decir.

-No me gusta ésta película... ¿pongo otra?

-S-sí.- Contestó Pedri, bostezando.

-¿Tienes sueño?-cuestionó Gavi, indignado.

sHe (Pedri & Gavi)Onde histórias criam vida. Descubra agora