capítulo 4

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Jonathan estaba cansado, después de los eventos transcurridos después del funeral, sus padres decidieron de alguna manera que el mejor curso de acción era mudarse a Smallville, lo que al adolescente de parecía una estupidez ¿Y cómo no? Lo estaban alejando de su vida en metrópolis, la única razón por la que había podido hacer lo que hizo durante todos estos años era porque tenía la libertad de moverse por la ciudad, salir con Nia a todas partes para sus pequeños proyectos, ir a los museos o entrar en competencias/ferias de ciencias sin que sus padres se dieran cuenta, o su los sabían no les importo lo suficiente como para seguirlo. Ahora también tenía a su tías, Kara y Lena, quiénes lo querían y cuidaban y se preocupaban lo suficiente por él como para incluir a Nia también en sus salidas ¡sus padres ni siquiera sabían quién era Nia, no del todo!

Estaba completamente indignado y frustrado por el cambio de vida que estaba por enfrentar, y cómo siempre, a nadie le importaba lo que tenía que decir.

Así que el rubio estaba ahí, acostado y preparándose para dormir su nueva cama en una nueva habitación que no era ni la mitad de grande que la antigua y para colmo tenía que compartir.

—     Jon… — su gemelo intenta hablar con él, pero lo ignora deliberadamente como lo había estado haciendo durante los últimos días, no solo él, también con sus padre — Jon ¿Podemos hablar?— escucha al chico decir suavemente.

Pero el rubio solo lo ignora, toma su celular y audífonos de la mesita de noche junto a su cama, pone algo de música, sus mantas sobre la cabeza y se hecha a dormir.

《《《》》》

Estaban en la biblioteca de la casa, él y Kara, estaban hablando sobre Kripton, todos los días desde que habían vuelto de Smallville Jon pasaba a casa de la rubia o a su trabajo y ella de enseñaba sobre como era el planeta, sobre la tecnología, las religiones, la cultura, también le estaba enseñando a hablar y leer en kriptones sobre todo, las lecciones eran cada día más más difíciles e interesante, Y él estaba maravillado con todo lo que oía, sobre todas estas cosas que eran parte de su herencia, con las que pudo haber crecido sabiendo pero que hasta ahora no había tenido el privilegio de saber.

—     Eres tan kriptoniano como yo, Jon, eso guardalo en tu mente y corazón, con la educación necesaria nadie podrá hacerte cuestionar lo que eres, tener estás habilidades extras que nos provee el sol de este sistema no tiene nada que ver con quiénes somos, pero nuestras mentes, nuestras tradiciones, nuestro idioma que nuestra gente guardó con tanto recelo, eso, eso nos hace kriptonianos, no más, no menos —

 

—     Sigo pensando que volar sería genial — dice el chico.

 

—     Cualquier idiota puede volar hoy por hoy, hijo, pero no cualquiera sabe los secretos del universo y aprenderse los de memoria — le señala la mujer.

Jon solo asiente con la cabeza y mira a su muñeca, su nueva adquisición, un reloj antiguo que Lena y Kara le habían dado, sabía que un reloj elegante y caro, y que tenía una pequeña modificación que era una señal de auxilio que llegaría a Kara, también tenía una inscripción “Por un futuro más brillante, El Marayah”.

Estás dos mujeres que habían llegado hace unos meses a su vida se habían vuelto rápidamente en las personas más importantes en su vida, y confiaban y creían en él ¿Cómo puedes a llegar a querer tanto a alguien en tan poco tiempo y llegar a tener tanto miedo de que te olviden y dejen de hacerlo?

《《《》》》

—     ¡Nos vemos más tarde!— Grita su padre mientras sale volando con Jordan hacia la antártica, a la supuesta guarida del hombre.

El rubio solo entra al auto y espera a que su madre haga lo mismo y lo lleve a la escuela.

La pelinegra intenta iniciar una conversación con el adolescente pero este solo la ignorada todo el camino, y cuando por fin llega a su destino, él solo le dice adiós.

《《《》》》

Caminando hacia su salón cocha con alguien, y al levantar la cabeza, ahí, Sara.

—     Jon ¡Hola! — lo saluda la chica.

—     Sara… — es lo único que puede verbalizar ¿Por qué de repente no puede hablar? ¿Por qué de repente siente como si se estuviera quemando? ¿Por qué siempre que ella estaba cerca de él parecía que solo podía mirar a sus ojos?

—     … ¿Está bien? — escucha decir, sabia que le estuvo hablando, y al parecer le hizo una pregunta.

—     ¿Qué? — suelta.

—     ¿Jordan está bien?— repite.

Por su puesto lo primero que le pregunta sería algo sobre su gemelo.

—     Si, es algo enfermizo, está en casa, empezará la escuela en unos días —

En eso momento aparece el dichoso novio de la chica pasándole un brazo por el hombro. Ni siquiera puede despedirse de la chica siendo arrastrada. Escucha el timbre sonar y empieza a caminar hacia su siguiente clase.

《《《》》》

No puede ser tan malo — suelta la castaña desde la pantalla.

—     Te lo juro, Nia, es como si todo el maldito pueblo me odiara —

—     Quizás lo hacen… pero dejemos esto atrás ¿Todo bien en casa?—

—     Tan bien como se puede ignorando a todos —

—     Jon — escucha la reprimenda en la voz de su amiga.

—     Lo sé… pero ¿ qué más se supone haga? ¿Actuar como si todo estuviera bien cuando lo único que quiero hacer en tomar un bus, volver a metrópolis y fingir que no son mi familia? — suelta el rubio.

—     Por lo que vale, Kara y Lena estarán más que felices si decides escapar y ocultarte en su casa —

—     Yo también, yo también —

—     ¡Mierda! Me olvidé que tenía que ir a ayudar a mi mama al albergue — escucha a la chica gritar mientras la ve moverse por la habitación — ¡Voy al colgar—

—     Está bien, saluda a tu mamá y a los demás por mi —  le dice.

—     Adiós, Jonny, hablamos luego —

—     Adiós, Nia — se despide y parece como si algo repente le faltará.

Habían sido amigos por años, pasando casi todo su tiempo juntos… y ahora lo podían verse atravesó de una pantalla… en serio quería volar.

《《《》》》

Volviendo a casa, el rubio se dio cuenta de que su madre no estaba, así que se preparó algo para comer, descanso un rato y se puso a ordenar el desastre de esa mañana.

Ya en su habitación estudio un poco cuando escucho el sonido de un auto estacionándose, y un par de segundos después el sonido el viento rompiendo, no pasó mucho cuando escucho el sonido de su hermano enojado subiendo las escaleras, genial, hasta aquí había llegado su tarde tranquila.

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