No me dejes -2 (Draco Malfoy)

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Hermione era tenaz, por lo cual no fue nada difícil juntar a un grupo de personas que quisieran ser entrenados por Harry, sin mencionar que la mayoría de sus amigos creían lo que él decía y querían apoyarlo.

Lo único que quedaba era convencer a Harry de hacerlo y posteriormente, convencer a Leash.

-Yo creo que debemos decirle- dijo Hermione

-No lo sé- dijo Ron- Es nuestra amiga y confiamos en ella, pero, ten en cuenta cuanto ha vivido y puedo asegurarte que ha luchado en varias batallas ¿Crees que quiera otra?- preguntó Ron mientras caminaban juntos.

Hermione había organizado una reunión con los chicos interesados en ser entrenados, pero al no poder hacerlo en Hogwarts, iban a reunirse en Hogsmeade.

-Con más razón- dijo Hermione- Ella necesita hacer esto, necesita enfrentarlo y vencerlo, es algo que se debe a sí misma, tiene que vengarse de todo lo que le ha hecho-miró a Harry- ambos tienen que vengarse- dijo mirando a Harry a los ojos

-Chicos, Dumbledore es el único que puede entrenarlos para esto y ya que nos ignora y la mayoría del tiempo está desaparecido, creo que ella es la única que puede ayudarnos- dijo Harry reafirmando sus creencias

-Lo sé, créeme, me encantaría ser entrenado por ella, me da miedo- aclaró- Pero sería genial, el problema aquí es ¿Al menos sabemos si quiere? Tiene una vida feliz, tiene amigos, tiene a Draco y es más que obvio que la ama- apuntó Ron

-Exacto- dijo Hermione- Una vida feliz que será destruida si no lo detenemos, y necesitamos a ella para vencerlo- dijo Hermione

-La última vez que le mencionamos esto no sonaba muy emocionada por participar- les recordó Ron

-Mira- Hermione se detuvo para observarlos- Ya junte al grupo de gente con Leash o sin Leash, tu los vas a entrar Harry, confían en ti, tienen miedo y te necesitan, no saben qué hacer y quieren defenderse- dijo Hermione mirándolo fijamente- Confían en ti Harry- aseguró

Harry quiso decir algo, pero nada salió de su boca, no creía estar en ninguna forma, capacitado para entrenar a cualquiera. La verdad era, que él tenía miedo y no sabía cómo asegurar seguridad cuando ni él estaba seguro de eso.

El cuarto tenía un aproximado de 20 personas, Harry reconocía los rostros, en particular aquellos amigos que le habían apoyado durante el resto de los años. Los gemelos estaban ahí, Luna, Neville, Dean y sorprendentemente Seamus, el cual le había reclamado meses antes sobre lo que estaba diciendo.

Todos estaban en diferentes áreas del cuarto, esperando que el chico hablara, pero en el momento que Harry sintió los ojos de todo en él, volvió a entrar en pánico.

-Yo... - intentó hablar Harry, podía escuchar su corazón rebotando en todas las paredes del cuarto- No puedo entrenarlos- dijo finalmente, dándose la vuelta, queriendo salir de ahí.

El cuarto empezó a llenarse murmullos y preguntas, Harry intentó salir por la puerta pero Ron y Hermione lo detuvieron, asegurándole que todo estaba bien.

-Creí que venimos aquí por eso- dijo Cho, claramente confundida

-Sí, no me salté el viaje a Hogsmeade para esto- bromeó Fred

-Entonces ¿Quién va a entrenarnos?- preguntó Dean

-Yo- dijo una nueva voz, que venía de la puerta.

Leash estaba recargada en el marco de la puerta, tenía sus brazos cruzados y era más que obvio que llevaba escuchando desde hace un tiempo pero la conmoción había hecho que nadie lo notara. Se empujó del marco y caminó al centro del cuarto y se arremangó las mangas, haciendo que cada par de ojos cayeran en ella.

-Eventualmente- agregó, se volteó y con una seña le indicó a Harry que se acercará y él accedió- Pero primero deberán pasar por el entrenamiento de un gran mago- sonrió- Harry Potter, cuando era un bebé, el mago más tenebroso de todos los tiempos no pudo ni siquiera tocarlo, Voldemort perdió casi la vida, cuando que Harry solo le quedo una cicatriz- empezó a caminar en el cuarto, asegurándose que todos la estuvieran escuchando- En su primer año, volvió a derrotarlo literalmente con nada más que sus manos; en segundo volvió a derrotarlo junto con un basilisco. En tercer año conjuro uno de los más difíciles y sorprendentes hechizos, algunos magos profesionales no pueden hacerlo, así que ¿Quién mejor para entrenarlos que Harry Potter?-dijo Leash con una sonrisa

Harry la miró, recobrando la confianza que él había depositado en él, sabía que había logrado muchas cosas durante sus años de su vida, pero hasta ese momento, se dió cuenta que estaba listo para esto.

-Entonces, si quieren en verdad, un buen entrenamiento, una manera de defenderse, él será su maestro- señalo a Harry- Sí logran pasar por eso- Leash sonrió con orgullo- Yo les enseñaré a pelear- aseguró

El cuarto se quedó en silencio, nadie se atrevía a hablar, eso hasta que Fred y George se observaron entre ellos y sonrieron.

-¡Cásate conmigo Harry!- gritó George

-¡Tú conmigo Leash!- gritó Fred, empezando a aplaudir

Todos se unieron a la celebración, con gritos y aplausos hacia Leash y Harry, ella se volteó a él con una sonrisa y le extendió la mano.

-¿Qué opinas Potter?- preguntó retándolo

Harry no pudo evitar sonreír de regreso y tomó su mano con firmeza.

-Tenemos un trato, Salazar- dijo Harry