No me dejes -2 (Draco Malfoy)

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-Esa mujer está haciendo que me empiece a cansar- dijo Leash observando, otro, de los decretos que Umbridge había implementado en la escuela.

-¿Cómo se supone que nos reunamos ahora?- preguntó ella molesta

Neville también veía la nueva inscripción en la pared, Hogwarts lentamente se estaba convirtiendo en un infierno para todos.

-Tendremos que hacerlos a escondidas- dijo encogiéndose de hombros

-Tenemos que hacerlo ya- dijo empezando a alejarse del resto de los estudiantes que se quejaban, cuando dio la vuelta para salir de ahí, vio a Draco caminar con Daphne y Blaise por el pasillo.

Los dos se encontraron con la mirada y Draco le dedicó una sonrisa nerviosa y siguió caminando, Leash hizo un pequeño saludo con la mano mientras lo veía alejarse.

-¿Siguen sin hablarse ?- preguntó Neville a su lado

-No, si hablamos- lo corrigió- Sólo, menos- admitió con tristeza- Desde aquel día, las cosas han estado, más calladas- dijo intentando buscar las palabras

Todavía compartía la mayoría de clases con él, comían juntos la mayoría de los días, trabajan en sus trabajos juntos, pero, no era como antes, se les había visto más distantes, Draco aún le daba besos en la mejilla o pequeños besos en los labios y debes en cuando apretaba su mano, pero era obvio que las cosas habían cambiado.

A ella le dolía la distancia de él, saber que estaba a su lado pero lo sentía tan lejano, hasta esos días, ella entiendo por lo cual lo hizo pasar el año pasado, todas las veces que lo alejó y cerro, no era un lindo sentimiento.

-Pero ¿Todo bien? Quiero decir- intentó corregirse- ¿Lo van a arreglar,no?- preguntó Neville

-Por supuesto- sonrió ella, no quería preocuparle.

-Que bueno por que son la pareja más querida de Hogwarts y a todos nos romperían el corazón si terminan- bromeo Neville, poniendo una mano en su pecho

-Hablando de parejas...- sonrió Leash- ¿Cómo vas con Luna?- levantó una ceja

Neville se puso completamente rojo, los ojos se le abrieron y empezó a toser porque se había ahogado con su propia saliva. Leash le dio unas palmadas en la espalda, aún sonriendo.

-Luna y yo no somos pareja- dijo finalmente

-Lo sé, ese es el problema- le susurró ella y empezó a caminar

-¿Problemas en el paraíso?- preguntó Blaise en cuanto dieron la vuelta

-No- dijo Draco cortadamente

-Un poco- admitió Daphne por él- Está evitando hablar con ella sobre eso- le indico ella a su pareja

-¿Le contaste?- preguntó Draco molesto, observando a la chica.

-Claro que le conté- dijo ella con amargura

-Sí, aparentemente ella es una guerrera que debe matar al Señor. Tenebroso- se encogió de hombros Blaise- Mi duda es ¿Qué harás cuando él nos llame y tenga que pelear contra ella?- le preguntó

Draco dejó de caminar, confundido por las palabras que acababa de escuchar. Todos ellos eran hijos de sangre puras, mortifagos, desde siempre han sabido que si alguna vez, Voldemort regresaba, sus padres regresarían a su lado, Draco no creía que Voldemort quisiera adolescentes trabajando para él.

-No hagas que me preocupe mas- hizo el tema a un lado mientras retomaba su caminata

Blaise y Daphne se miraron entre ellos pero no agregaron nada más.

-Daphne- la llamó él- ¿Puedes ir a buscar a Theodore? Los esperaré a ambos en los vestidores de Quidditch- dijo con una sonrisa que daba a entender más.

Daphne le sonrió y se dio la vuelta para buscar a la pareja de ambos.

-Por favor cuando se junten para sus actividades- dijo Draco- Esperen a que no esté ahí para escuchar- le pidió con una mueca

Blaise río por el comentario de su amigo, sabía que era un amargado egocéntrico, pero la realidad era que Draco lo había apoyado desde siempre. Cuando Blaise y Theodore empezaron a salir, Draco lo defendió de todo mundo, de sus padres, de cualquiera que hablara sobre él en los pasillos, se había metido en tantas peleas solo para defenderlo.

Draco también fue el que le presentó eventualmente a Daphne, y nunca había cuestionado lo que los tres tenían, los apoyaba y defendía, simplemente actuaba como si no.

-Se que eres todo "no me gusta hablar de mis sentimientos- dijo Blaise intentando imitar su voz- Pero Daphne tiene razón, debes hablar con ella sobre eso- puso una mano en su hombro, en señal de apoyo.

-Si si, vete a acostar con tus novios- dijo Draco quitándolo

Blaise río y lo dejó para dirigirse al campo de Quidditch.

Draco no pudo evitar sonreír mientras lo veía alejarse, era un tonto, pero era su amigo. 

Apenas estaba regresando la vista en frente cuando chocó con un cuerpo más bajo que él.

-Hey- dijo Draco molesto pero se detuvo al ver quien era.

-Lo siento- dijo Astoria retrocediendo unos pasos

-No, fue mi culpa, no estaba viendo- dijo cambiando su tono inmediatamente- ¿No te lastime cierto?- preguntó observándola

Astoria se tardó unos segundos en hablar, todos sabían quién era Draco Malfoy, ella más que nadie lo sabía.

Su hermana mayor era su amiga y lo conocía desde pequeños, él era un año mayor que ella pero eso no la detenía de tener el mayor enamoramiento en él.

-No, no, soy perfecta ¡Digo!- se corrigió- ¡Estoy perfecta, estoy bien!- agregó rápidamente

Draco sonrió con ternura

-Eso veo- la consoló, observó que estaba sola, lo cual era extraño en ella, Astoria era probablemente la chica más popular de su año, era una Slytherin increíblemente inteligente y carismática, normalmente siempre estaba acompañada de su grupo de amigos y uno que otro chico babeando por ella.

-¿Y tu séquito?- se burló

-Oh- dijo ella entendiendo a qué se refería- Debo estudiar para mi examen de pociones entonces, quería estar sola- explicó.

-Entiendo- asintió él- Te dejó a tus estudios- le sonrió y siguió caminando, Draco tenía un punto débil por Astoria, era cierto que años anteriores había tenido cierto interés en ella, pero la trataba bien por que la conocía desde pequeña, sin mencionar que Daphne lo mataría si la tratara mal, aún que también quería matarlo cada vez que se le acercaba.

-Oh- dijo dándose la vuelta y Astoria volteo a verlo- Si llegas a necesitar ayuda en pociones, puedo ayudarte cualquier día, es donde me va mejor- y con eso, se dio la vuelta y siguió caminando.

Astoria se quedó unos segundos viéndolo y con una sonrisa, siguió su camino.