3/4 (31)

14.3K 1.2K 252
                                    

-¡Corran!- gritó Leash aún semi cargando a Draco- ¡Corran!- repitió al resto de sus amigos que estaban enfrente de ellos

Los estantes empezaban a caer a toda velocidad atrás de ellos, haciendo que el piso temblara con cada golpe. Lo único que les quedaba era una puerta negra de madera justo en la pared a la que corrían, por lo cual no dudaron en abrirla y cruzarla, pero el piso se desvaneció debajo de sus pies y empezaron a caer en picada.

Empezaron a gritar aterrados, sin poder ver a lo que caían, pero cuando el piso empezó a acercarse cada vez más y más, se detuvieron el aire, flotando a centímetros del suelo por unos segundos y finalmente cayeron en él.

-¿Qué rayos era eso?- preguntó Ron levantándose, sacudiéndose la tierra de la ropa, ayudando a Hermione a levantarse

Pero nadie le había prestado atención a lo que había dicho, la atención de todos estaba en el gran arco de piedra que se encontraba en una montaña de tierra en el centro del cuarto. Por el velo de este, cruzaban nubes de humo de diferentes tamaños.

-Okay, ¿Qué rayos es eso?- preguntó al ver el arco

-No lo sé, pero ¿Qué están diciendo las voces?- preguntó Harry acercándose a él

-¿Qué voces?- preguntó Neville confundido

-Yo también las escuchó- contestó Luna

-Y yo- dijo Leash finalmente y alejó a Harry del arco, no sabía que era pero le daba un sentimiento de inseguridad


Antes de que alguien pudiera agregar algo más a la conversación, una gran nube de humo negro se posó sobre ellos, recibían golpes de todas partes, sin saber donde cubrirse. Leash abrió sus brazos con fuerza, y el humo se disipó al instante y pudo ver que los únicos que quedaban ahí eran Harry y ella.

El resto de sus amigos estaban siendo sostenidos por respectivos mortífagos en diferentes pilares del cuarto, los tres observaron a su amigos, sabiendo que no podían atacar, eran demasiados. Draco estaba siendo sostenido por su propio padre, el cual le estaba enterrando su varita en el cuello, haciendo su cabeza hacía atrás, intentó liberarse pero tan sólo enterraba más la varita en su piel.

-Es hora de rendirse Salazar- dijo Lucius para que ella pudiera ver a Draco- Dame la profecía o los mato a todos- amenazó aún con Draco en sus brazos

-Es tu hijo Lucius- dijo Leash furiosa, sintiendo como la sangre le hervía al ver a Draco de esa forma

-Y tú lo amas, así que toma tu decisión- dijo haciendo la cabeza de Draco más atrás

Leash sabía que no tenía opción, no podían atacar y podrían matar a cualquiera de ellos en un segundo, tenían a Draco y ella sabía que Lucius no dudaría en quitarle la vida a su propio hijo.

Leash extendió su mano hacía Lucius, con esfera en mano, él, sin soltar a Draco, se acercó a ella y estiró su mano para tomar la esfera. Cuando finalmente la tuvo en sus manos, Leash observó por arriba de la cabeza de Lucius e inhaló fuertemente de sorpresa, Lucius lo notó y volteó hacia atrás.

-Deja a Spencer en paz- dijo Sirius dándole un golpe en la nariz a Malfoy, haciendo que Draco pudiera liberarse del agarre.

-¿De todos mis nombres escogiste Spencer?- le preguntó Leash con una sonrisa

-Siempre fue mi favorito- se encogió de hombros Sirius, regresando la sonrisa

Rápidamente, el cuarto empezó a llenarse de luces blancas que taclearon a los mortífagos de los pilares, Alastor Moody, Remus Lupin, Nymphadora Tonks y Kingsley Shacklebolt empezaron a pelear con los mortifagos, logrando liberar a los chicos.

-¡Harry!- gritó Draco levantando la esfera que su padre había dejado caer, se la lanzó al chico y él la destruyó en el aire, así Lucius jamás la conseguiría.

Todos peleaban, lanzaban y esquivaban hechizos, de un lado del arco, Harry y Draco estaban peleando lado a lado contra Rodolphus y Rabastan Lestrange, ayudándose el uno al otro.

Mientras que del otro lado, Leash y Sirius se unieron una vez más para pelear juntos, Lucius Malfoy apenas si estaba logrando mantenerse a la raya con ellos, fue hasta que pudo ver a su propio hijo, peleando para el lado opuesto, que se distrajo en sus defensas.

Leash tomo esa oportunidad y sacó volando a Lucius, haciéndolo caer al otro lado del cuarto, justo en ese momento Draco y Harry derrotaron a los Lestrange y se dieron la vuelta para encontrarse con Leash y Sirius.

-Buen trabajo chicos-los felicito Sirius, dándole un abrazo a Harry pero se detuvo al ver al otro chico- Tú debes ser Draco- dijo extendiendo su mano para saludarlo y Draco la aceptó.

-Así es- asintió él

-Tu padre es un imbécil-dijo Sirius

-Lo sé-admitió Draco, causando que los cuatro rieran

Aquel momento de distracción fue uno que Bellatrix Lestrange no dejó pasar y apareciendo en el pilar enfrente de ellos, apuntó su hechizo hacia el mayor del grupo.

-¡Avada Kedavra!- fue lo último que se escuchó antes de que todo sonido desapareciera

Los ojos de Sirius se vaciaron al instante y lo último que llegó a ver fue el rostro de Leash al ver lo que había sucedido, sus piernas lo abandonaron y empezó a caer hacía atrás, su cuerpo disolviéndose en el arco de humo que estaba detrás de él.

Leash pudo ver todo como si el tiempo se hubiera desacelerado, por unos segundos creyó que estaba en una pesadilla pero el dolor en su pecho empezó a acumularse, de la misma manera que le ocurrió a Harry.

Remus que había visto todo, corrió a sostener a Harry que empezó a caer el piso.

-¡No!- gritó Leash con lo que pudo ser descrito un alarido de dolor- ¡Sirius, no!- sus gritos empezaron a llenar el cuarto y todos sintieron como si se les hubiera apuñalado con el sonido que salía de la garganta de Leash

Draco intentó sostenerla para detenerla de correr al arco pero sólo logró que sus gritos se intensificaron.

Harry estaba llorando y gritando al igual que Leash y Remus estaba batallando por mantenerla en su lugar, pero finalmente el chico logró soltarse de los brazos de su ex profesor y salió corriendo por el pasillo que se le vio huir a Bellatrix Lestrange.

-¡Draco!- le gritó Remus y él volteó al instante, aún sosteniendo a Leash- ¡Ve por Harry, yo me encargo- dijo acercándose a Leash que estaba en el piso sollozando, queriendo arrancar el ardor del pecho, Draco no quería, no quería dejarla, pero finalmente le hizo caso y la soltó para correr detrás de Potter.

Remus se acercó y abrazó a Leash la cual no dejaba de gritar.

-¡No!- gritaba-¡Sirius! ¡No!- gritaba mientras sollozaba en el suelo-¡No! ¡Él no!- gritó con los ojos cerrados, invadiendo el cuarto con sus gritos

No me dejes -2 (Draco Malfoy)Where stories live. Discover now