19. Somos un error

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Capítulo 19
Somos un error

El beso les permitía saborear los labios del otro encontrándolo un poco adictivo además de dulce, las manos de JungKook acariciaban las mejillas de YooRi, la joven de rulos había descansado sus manos en el pecho del pelinegro moviendo su boca al mismo ritmo que él, con una inclinación de cabeza profundizaron aquel acto subiendo la intensidad y la respiración. JungKook fue acercándose a ella al tiempo que YooRi retrocedió, en un momento no pudo moverse debido a la cama, el chico la recostó con cuidado quedando sobre su cuerpo acelerando su corazón más de lo normal.

El beso fue interrumpido para recuperar el aliento, YooRi pasó sus manos por su cabello mirando aquellos ojos grandes que parecían haber adquirido un brillo inusual. Los labios del otro se encontraban un poco hinchados, había sido totalmente inesperado.

—Esto está mal.

—Oppa...

—No me llames así después de esto—aquellas palabras dolieron más que las anteriores. No por el rechazo, por el hecho de que YooRi siempre lo había llamado así. Se alejó de su cuerpo sintiéndose culpable en el interior, JungKook se levantó de la cama observándola—Tienes que irte.

—Lo que pasó...

—Lo que pasó fue un error, no debiste besarme y yo no debí corresponderte—se dirigió a la puerta. Al abrirla no esperaba ver a ChungHa allí—Nana.

—Iba a tocar la puerta...—la rubia no esperó ver a YooRi allí. Los miró a ambos sin saber que pensar, lo que vino a su mente fueron las palabras de SonWoo.

Antes de poder decir algo, YooRi salió de la habitación sin mirar atrás. Sus ojos contenían las lágrimas sintiéndose dolida, impotente y molesta con todos.

—¿Interrumpí...algo?

—No.

—¿Podemos hablar un momento?

Y aquel tono dulce y maternal que siempre demostraba ChungHa hacia ellos le hizo bajar la guardia. La dejó entrar a la habitación para luego abrazarla con fuerza, la mujer rubia dio suaves palmaditas a su espalda.

—Estoy volviéndome loco, nana.

—Me dijeron lo que ocurrió en la mañana, estoy segura que tu padre no quiso decir eso...

—Él no es mi padre, no le importo a él, ni a JiHwa, sólo les preocupa que su hija no tenga la maldición, no le importo a nadie.

ChungHa tomó su rostro entre sus manos mirándolo fijamente.

—Importas mucho, no quiero que vuelvas a decir eso. SonWoo suele dejarse llevar por las emociones del momento, lo que dijo fue por estar molesto—tomó asiento en la cama sin soltar su mano—Ambos sabemos que YooRi se preocupa mucho por ti.

—Eso también me vuelve loco—el beso no le hizo sentir mejor. ¿Qué estaba haciendo?, ChungHa colocó su mano en su espalda mirándolo con atención.

—¿Sientes algo por ella, cariño?

—No lo sé. A veces...no entiendo lo que siento y saber que puedo sentir eso me asusta—recostó su cabeza de la pierna de ella, ésta acarició su cabello como muchas veces hacía de niño—La maldición pasará a esa persona que decida amarme.

—¿Y si esa gitana se equivocó?

—No lo creo. Algo en su presencia me decía que no mentía.

—Antes de que llegara... ¿Pasó algo entre ustedes dos?

—No puedo hacerle esto a YooRi, SonWoo tiene razón, crecimos como hermanos, no debo verla con otros ojos—suspiró—Las cosas van de mal en peor, nana.

—No hay mal que dure para siempre, estoy segura que las cosas se solucionarán, SonWoo sigue buscando soluciones para tu maldición al igual que JiHwa.

—¿Crees que exista una solución? —levantó sus ojos mirándola. Ésta besó su frente sonriéndole con dulzura.

—La hay. Sólo hay que buscarla.

La verdad, en su interior, tenía miedo de no encontrar la luz al final del túnel.

▪︎▪︎▪︎

TaeBin había terminado su jornada, estaba cansada y quería volver a casa con su madre. La noche fría había caído, al menos no estaba nevando. La joven pasó por el establo primero para llevarle algunas manzanas a los caballos. No esperó encontrar de nuevo a JungKook allí, éste se subía a su caballo con una capa cubriendo su cuerpo, el chico al notarla no se sorprendió.

—¿Vienes a visitar a KenJi de nuevo?

—Venía a darle algunas manzanas al igual que los demás antes de irme.

—¿Irte a dónde? —frunció el ceño.

—A casa. Mi jornada terminó por hoy.

—¿No es muy tarde para que estés sola en el bosque?

—Estoy acostumbrada, no se preocupe—la chica sacó de su bolso tejido un cuchillo pequeño cortando las manzanas en pedazos para los caballos. JungKook se limitó a mirarla debatiéndose si ayudarla o no, si la dejaba ir sola podía ser peligroso, nunca era bueno que una mujer estuviera sola en la oscuridad, respiró profundo odiándose por ser tan blando—¿Puedo darle un poco a KenJi?

—Sí, está bien—tomó las riendas del caballo estando sobre su lomo.

—Aquí tienes, KenJi—le ofreció al animal y éste no dudó en masticar los pedazos. TaeBin sonrió al notar que le había gustado, acarició su hocico retrocediendo luego—Me iré ahora, hasta mañana, joven Moon.

—Espera.

—¿Oh? —TaeBin se detuvo.

—Sube, te llevaré—le extendió su mano.

—No es necesario, enserio, puedo...

—No estoy preguntándote. Así que, sube.

—Pero...

—¿O prefieres que te suba yo mismo? —advirtió levantando una ceja. TaeBin un poco avergonzada aceptó, tomó su mano y JungKook la jaló ayudándola a subirse al caballo—¿No tienes frío? —preguntó. Sólo tenía una bufanda cubriendo su cuello.

—Estoy bien—mintió. Si tenía frío, pero desde niña había aprendido a disimular o callar muchas emociones y molestias.

—Sostente de mí.

Dicho eso, KenJi comenzó a cabalgar saliendo del establo, TaeBin optó por rodear al chico con sus brazos un tanto incómoda, no quería perder su trabajo por eso y tampoco quería ir sola a casa. En el interior, debía agradecerle al muchacho.

Ninguno de los dos pudo percatarse de la presencia de YooRi desde la ventana de su habitación observando aquella escena.

Ninguno de los dos pudo percatarse de la presencia de YooRi desde la ventana de su habitación observando aquella escena

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No odien a TaeBin :(

King Of My Heart • JJK (COMPLETA)Where stories live. Discover now