13. Júpiter y sus vientos

121 24 10
                                    

Corre con una velocidad descomunal ¿Te imaginas escucharlos en un vacío donde nada lo obstruye? Solo sopla y sopla, ni un alma, ni un grito ¿Guardarán secretos los vientos de Júpiter? Si le dices algo al viento que no se detiene ¿En qué rincón del mundo caerá tu mensaje?

Pequeña Chloe, quizás sea yo, pero comienzo a creer que Júpiter elevó la velocidad de sus vientos a 1400Km/h, para que nadie alcanzara a oír con claridad todo el llanto que tiró desde su superficie; y todo lo que decidió callar, aún se encuentra ahí, rozando su piel sin parar, rozando hasta desgastar.

Pequeña Chloe, quizás sea yo, pero comienzo a creer que Júpiter elevó la velocidad de sus vientos a 1400Km/h, para que nadie alcanzara a oír con claridad todo el llanto que tiró desde su superficie; y todo lo que decidió callar, aún se encuentra a...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


En sus sueños ese hombre la perseguía. Con una sonrisa burlona, con esas manos grandes y ásperas, con ese cuerpo que la envolvía; su cuello aún resguardaba la asquerosa sensación de su rasposa lengua tomando su piel. Aún sentía como su interior sangraba y sus gritos eran ahogados por su propio llanto. Se sentía atrapada otra vez, se sentía herida y pisoteada. Sus oídos sólo escuchaban las frases que él decía y sus ojos sólo veían frente suyo al río como una salida.

"Eres mía por fin, eres mía, eres mía".

—N-no; por favor.— Emitía entre sueños como una súplica que simplemente no llega a ningún lado.— No...— ella misma pasaba sus manos por su cuello de manera inconsciente, como si quisiera asfixiarse a sí misma.— Por...— su voz se le cortaba.— Ayuda...

Pero nadie corría a su socorro. En sus sueños, solo había dos maneras en las que ese escenario terminaba: con ella lanzándose al río o con ella terminando tirada como hueso que ya se terminó de roer.



—¿Estás bien?— La espada de Chloe cayó al suelo. Tenía dos semanas que habían empezado las lecciones, y aunque Luka podría decir que ella estaba aprendiendo con fluidez, estos dos últimos días su aprendizaje parecía haberse estancado.

Chloe recogió la espada y se puso en posición nuevamente, tratando de ignorar el comentario de él.

—¿No vamos a seguir, maestro?— Luka no era estúpido, podría engañar a otros con su maquillaje, pero él notaba las ojeras que intentaba esconder. Chloe no estaba durmiendo, y tenía las sospechas de porqué.

—No puedo enfrentarme a alguien que no ha cerrado sus ojos en un largo tiempo, estás indispuesta.

Tomándolo desprevenido, Chloe lanzó un ataque; pero para su sorpresa Luka lo evadió con bastante facilidad haciéndola caer al suelo. Luka dio un largo suspiro y ofreció su mano a la alumna para ayudarla a levantarse. Las prendas que ahora tenía ella estaban sucias por el lodo. Ella lo miraba sintiéndose un poco humillada y decepcionada de sí misma.

—Tengo que hacer esto. Necesito aprenderlo lo antes posible.

—¿Y cómo planeas hacer eso? A penas y puedes mantenerte de pie, tus ojos se están cerrando.— se quejó Luka, pero una vez más, a penas alcanzó a decir la última oración cuando Chloe volvió a intentar hacer un ataque sorpresa qué nuevamente, había fallado. El joven soltó un largo suspiro y envainó su espada.

Ladrona de tronos (Lukloe)Where stories live. Discover now