Capítulo 25: Besos

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Después de la plática nos quedamos hablando un poco más mientras nos acabamos las cervezas, se sentía bien tener las cosas claras, pero también miedo por lo que pueda llegar a pasar, pero Jennie dijo que el miedo no tiene por qué detenernos así que confiaré en ella...

Se fue poco después despidiéndose con un beso como la otra vez dejándome con el corazón lleno de alegría y también un poco de angustia, pero hoy era un nuevo día.

— ¿Somi? —

— Ya voy —

Llego a paso lento con su mochila lista para irnos a casa de Jen ya que aún tengo que trabajar.

— ¿No olvidas nada? —

— No —

— Okey —

Tome su mano y nos encaminamos a tomar el autobús el cual no nos dejaba exactamente en casa de Jennie porque es zona privada, pero si muy cerca, aun así, era mucho que caminar para Somi ahora que está mal de salud.

— ¿Segura que no te sientes cansada? —

— Estoy bien mamá —

— Déjame chequear —

Puse mi mano en su pecho para medir el latido de su corazón, estaba bien por ahora.

— Ya casi llegamos, pero no dudes en avisarme si te sientes mal —

— Lo sé —

La última vez Jen dijo que paso de repente así que debía tener cuidado.

Seguimos caminado y esta vez paro y me miró

— Me maree —

— ¿Quieres que te cargue? —

Negó

— ¿Estas cansada? —

Asintió.

— Bebé, no puedo ayudarte si no me dejas cargarte... ¿Puedo? —

Lo pensó un momento y asintió, la tome en brazos con mucho esfuerzo y se acostó en mi hombro, podía sentir su cansada respiración por el esfuerzo, pobre de mi niña...

Al menos ahora era más fácil cargarla, antes comía muy poco para darle mi plato a ella así que desarrolle anemia y baje mucho de peso a pesar de que siempre fui muy delgada, pero por suerte ya estaba mejor.

Llegamos a la gran mansión y me abrieron el portón saludándome como siempre y luego atravesé el jardín principal hasta la puerta, la cerré y miré hacia la cocina donde estaba Jennie desayunando mirándome con una sonrisa que se borró rápidamente al verme cargando a Somi y se acercó.

— ¿Le paso algo? — Pregunto preocupada.

— Solo se cansó un poco —

— Hola Jennie — Le saludo desde mi hombro y estirando su puño.

— Hola peque... ¿Cómo te sientes? —

— Mareada —

— Es el nuevo medicamento — Explique al ver la cara de preocupación que puso.

— Oh... ¿se sentirá mejor? —

— Si solo debe dormir un poco —

Somi asintió desde mi hombro.

— Bien, no dudes en buscarme si necesita algo —

— Lo tendré en cuenta — Le dije con una sonrisa pasado mi mano por la suya obteniendo la sonrisa que quería.

Old Ways - Jenlisa G!PWhere stories live. Discover now