Old Ways - Jenlisa G!P

Capítulo 42: En lo profundo

— No puedes seguir evitándola, me dijiste lo mismo idiota tienes que seguir tu propio consejo —

— Es diferente... —

— Tu situación es más fácil ella solo dijo que te ama y en cambio yo trataba de evitar hablar con la madre de mi hijo —

— Es difícil —

— ¿Cómo lo va ser? Solo dile que la amas también, no es tan difícil Jen ¿o acaso no la amas? —

— La amo...como nunca ame a nadie...pero eso es lo que me detiene —

— Si tratas de no dejarte llevar pues eso solo te duro un capítulo wey —

— No es ese el problema...quiero dejarme llevar decirle que la amo y la quiero a mi lado todos los días, que no puedo vivir sin ella...pero cuando comienzo a dejar que esas emociones fluyan me congelo y la evito... —

— Puedes dañarla si continuas así —

— No sé cómo avanzar...me siento atada y por más que jale las cadenas con se sueltan —

— Creo que deberías pensarlo bien y luego habla con ella, no es justo ni agradable lo que le hiciste en tu cumpleaños —

Sus ojos llorosos en todo el camino aun me duelen...

— Lo sé —

— Lo importante es que le digas como te sientes, esa chica debe estar comiéndose las uñas porque no entiende porque te alejas —

[...]

[...]

[...]

— Estoy a nada de quedar calva —

— Cálmate —

— ¿Cómo quieres que me calme? Le dije con todo mi corazón al descubierto que la amo y no respondió de forma positiva y al contrario se alejó...pienso y pienso y no sé qué pasa...creo que no me ama... —

Me sacudió los hombros y alzo mi rostro.

— Deja el pesimismo mujer, está claro que te ama y aunque no te lo diga seguro te lo demuestra de otras maneras así que cabeza en alto porque sus razones tendrán —

— ¿Entonces porque no me las dice? No quiero esperar más... me tiene en un mar de llanto cada noche porque la extraño, pero parece que ella a mí no... —

— ¡Que dejes el pesimismo! Mejor confróntala a la fuerza —

— ¿Cómo hago eso? —

— De la misma manera en la que la sedujiste en un inicio, solo que sin el sexo —

— Oh...entiendo —

[...]

Me mire al espejo y me di dos palmadas en las mejillas para tomar valor de emboscarla y hacer que me diga que le pasa.

Subí las escaleras en su búsqueda haciendo que revisaba la limpieza de la zona y entre a su habitación encontrándola vacía, al parecer se fue temprano...esto es una mierda...

Mire su camiseta en la orilla de la cama y la tome para doblarla, aunque no pude evitar olerla un poco sintiendo su olor natural.

— Manoban... —

— ¡Si! Yo solo...solo revisaba si era ropa sucia y no bueno, me voy a la lavandería —

Antes que Minerva me cuestionara con alguna pregunta salí casi corriendo de la habitación...que vergüenza.