Prólogo

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(AVISO: ESTA NOVELA ESTÁ TRADUCIDA POR GOOGLE-SAN, CUANDO TENGA CORRECCIÓN, SE SACARÁ ESTE MENSAJE. SI LEEN, DEBEN ENTENDER QUE HABRÁ POSIBLES ERRORES, ES POR SU CUENTA XD)

Prólogo - La vida es cuestión de sincronización.

Hay un dicho común: la vida es cuestión de sincronización.

Ya se trate de comprar y vender acciones, del tira y afloja en una relación, o de una pelea de 5 contra 5 en el medio campo, todo es cuestión de sincronización. Por muy bienvenido que sea, sólo habrá maldiciones si no ocurre en el momento adecuado.

Entonces, ¿cuál es el problema?

Porque esa es precisamente la situación en la que me encuentro ahora mismo.

"¡¿Estás loco?!"

En una apacible y cálida tarde de primavera, me sacudió de mi letargo el grito de alguien, y parpadeé al abrir los ojos. Me había quedado dormido sentado en mi escritorio, pero tenía un aspecto muy elegante para ser un escritorio. El acabado era excelente, y la parte superior del escritorio brillaba como si alguien acabara de encerarlo y pulirlo.

"Oh, ¿así que ahora no me lo vas a explicar?".

Me froto distraídamente la mano por el escritorio. Una mosca sobre la mesa vuela y esquiva mi mano. Verdaderamente uno de los males de este mundo.

-BANG.

"¡¡¡Tú...!!!"

El sonido de alguien golpeando el escritorio. Levanté la cabeza y miré al dueño de la voz. Era una mujer. ¿Tendría entre veinte y veinticinco años? Me pregunté si alguna vez en mi vida había visto a una mujer tan hermosa. Era una mujer de ojos oscuros, con una abundante y frondosa cabellera rubia que le llegaba hasta la cintura. Sus ojos brillaban como zafiros, hermosos y a la vez aterradores, pues estaban llenos de ira.

"Muy bien, si te vas a quedar ahí sentado así, estúpido y sin explicar nada, entonces me voy a ir de este maldito grupo porque prefiero trabajar para Arjen que para ti".

'¿Dejar el grupo? ¿Arjen?'

Entonces, contra mi voluntad, me quedé con la boca abierta.

"¿Quién dice que puedes irte sin más de este grupo?"

'¿Por qué mi voz es tan áspera?'

Una voz grave, llena de narcisismo y fanfarronería, salió de mi boca. Sin embargo, no fueron mis palabras, sino que la mujer que me oyó resopló con incredulidad.

"¡Ha! ¿A quién le importa lo que pienses? Puedo hacer lo que me plazca. No puedes retenerme aquí, y lo sabes".

"Espera..."

solté, pero me detuve rápidamente. La mujer negó con la cabeza como si no valiera la pena escucharme. Su pelo rubio se movió junto con su cabeza.

"Ya está; no quiero saber nada más de ti. A menos que quieras causar fricciones con Tierra Santa, no me persigas ni me busques a partir de ahora".

-Sacudir.

Se dio la vuelta y se alejó. La puerta de la habitación, que parecía un despacho, se abrió y luego se cerró de golpe. La mujer rubia no miró atrás ni una sola vez, sus pasos arrastrados se desvanecieron por el pasillo.

"...Qué desastre".

Era la voz amarga de otro hombre. Giré la cabeza hacia el sonido y un gigante me miró desde la esquina de la habitación.

"Una cosa es echar a Arjen, pero ya son dos, incluyendo a Iris hace un momento".

Arjen e Iris. El protagonista y la santa. También había un tipo enorme que había visto antes. Mi cabeza empieza a dar vueltas. '¿Huh? Esta es la posesión de la que he oído hablar... Espera. Pero, ¿de quién era el cuerpo que he sustituido, dónde se ha ido el dueño y por qué me dice eso?'.

El gigante asesta el golpe final a mi ya desordenado estado mental.

"Entonces, ¿qué vas a hacer al respecto, Héroe?"

"............."

Oh, m*erda. Estoy jodido.

Me Convertí En El Héroe Que Desterró Al ProtagonistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora