Me Convertí En El Héroe Que Desterró Al Protagonista

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Capítulo 1 - [Urgente] Grupo del Héroe, contrata 1 o 2 miembros. (1)

[Nunca Volveré]
        
Una novela en la que la ira del protagonista es palpable desde el título. Una historia en la que un Héroe estúpido, celoso del competente protagonista, lo expulsa. La Santa, que estaba enamorada del protagonista, también abandona el grupo. Ahora sufren por perder a la Santa y a su as.
        
'Me da mucha pena el Héroe'.

Publiqué un breve comentario, pero ¿quién dice que a una rana no la mata una piedra lanzada en broma? Al parecer, mi comentario no fue percibido como una broma. Al día siguiente, me encontré sentado en el escritorio de un Héroe, golpeándome la cabeza contra él.
        
"¿Dónde ha ido a parar todo esto?"
        
murmuré, y el grandullón de la esquina suspiró. Fue un suspiro que me hizo parecer patético a cualquiera que lo oyera.
        
"*Suspiro*~, ni siquiera sé por dónde empezar".
        
Su nombre era Georg. Un caballero de armadura pesada. Por el sonido de su trabajo, uno se imaginaría a un luchador musculoso. Sin embargo, a pesar de su apariencia, era el más responsable y considerado del grupo. Mientras los miembros del grupo se iban uno tras otro, él se quedó con el grupo moribundo para ayudar al Héroe hasta el final.
        
"Tú elegiste hacer esto, así que eres responsable de esa elección. Pero aún así, tienes tu posición por una razón. Dudo que hayas hecho esto sin pensar".
        
Yo no elegí esto. ¿Es una responsabilidad sin recompensa? No pude evitar abrir la boca cuando Georg me instó a decir algo. Si dejo que se vaya de este grupo, no me queda ninguna esperanza.
        
"...La marcha de Iris fue inesperada."

"¿No esperabas que hubiera una reacción? Sabías que tenían una relación especial".
        
Lo sabía. Por supuesto, lo sabía. Ella eventualmente encontrará a Arjen, a quien he desterrado del grupo. El Héroe original está enamorado de Iris. Su partida del grupo lo hace perder la cabeza, y eventualmente lleva al grupo a su desaparición.
        
"Sólo puedo llamar a esto una decisión tonta, y deberías haber hablado conmigo primero. No es que me hayas escuchado antes".

La amarga voz de Georg llegó a mis oídos. Me eché hacia atrás en la silla y me crují el cuello. 'Cierra los ojos, ábrelos, y vuelve a casa. Cierra los ojos, ábrelos, y vuelve a casa'. Cerré los ojos e intenté la autohipnosis.
         
"Va a ser duro. Recuerda, tuviste suerte cuando derrotaste al 'Tercer Desastre'".
        
Maldición. Esta no es mi casa. Georg volvió los ojos hacia mí. Miro hacia el otro lado, intentando evitar su mirada indiscreta. Georg me miró fijamente durante un momento y luego sacudió la cabeza. Por favor, no hagas eso. Podría echarme a llorar.
        
"Espero que no sigas así de despistado, Elroy. De momento, me tomaré el día libre. Son unas vacaciones muy esperadas, pero intenta no ser demasiado autoindulgente".

Con esas palabras en su voz cavernosa, Georg salió de la habitación, sus pasos desaparecieron con un ruido sordo, a diferencia de los pasos arrastrados de Iris. El edificio entero pareció temblar. Me quedé mirando la puerta, estupefacto, mucho después de que Georg se hubiera marchado. Mis pensamientos se asentaron como hojas de té que se han hundido en el fondo de una taza. Sentí como si una tormenta me hubiera arrastrado.

Elroy.

Sólo al oír las últimas palabras de Georg recordé el nombre de este cuerpo. Sí, Elroy. Siempre se le llamaba Héroe, así que sólo unos pocos lectores lo reconocieron. Incluso yo, un ávido lector, no podía recordarlo de memoria, y mucho menos el aficionado ocasional.

"¿Es este el nombre de un Héroe?"

'¿No es este nombre... decepcionante para un héroe?'.  Al pensar en esta ridícula idea, apreté los dientes y golpeé el escritorio con el puño.
         
"Maldita sea, autor todopoderoso", dije, "¿por qué no me dejaste poseerlo hace tres días?".
        
Al menos entonces, no habría echado al protagonista, ¡y podría haber fingido estar matando diligentemente a los desastres mientras miraba desde la retaguardia!
        
Hice un berrinche así durante un rato y, al final, me cansé y me estiré como una medusa sobre mi escritorio.
       
"Si hubiera sabido que harías esto, te habría maldecido mucho".
        
Dije y me golpeé la cara con las palmas de las manos. Una voz débil salió de mi boca. Me levanté y me paseé por la habitación. Parecía un cachorro que necesitaba hacer caca si alguien estaba mirando. O tal vez sólo un loco.
       
Mis ojos finalmente se desviaron hacia un espejo de cuerpo entero en la esquina de la habitación, que ni siquiera me había dado cuenta de que estaba allí porque Georg lo estaba bloqueando. Arrastré los pies y me acerqué al espejo. Moriría pronto, pero al menos podría ver qué cara tendría cuando lo hiciera.
        
"...Imbécil."