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Tras su abanico, Shen Jiu ocultaba una sonrisa a penas visible, sus ojos brillantes por una suave diversión gracias a la mirada perpleja de su shidi, su corazón con una ligera satisfacción de haber engañado al maestro de los artilugios novedosos.

Si bien Shen Jiu no negaba su propia inteligencia en lo que se refería a talismanes y hechizos, tan poco negaría que el señor del pico An Ding era un verdadero genio para desarrollar objetos de lo más curiosos, además de que parecía conocer demasiado la flora y fauna de todos los lugares que habían visitado juntos; y justo por esto el descubrir que sus talismanes lo engañaban con facilidad le hacía sentir demasiado feliz.

Todo había empezado unas semanas atrás, cuando el más joven se había encaprichado con devolverle la inocente broma de la última reunión, regalándole dulces en forma de pescado, dulces de crema y leche, pequeños juguetitos brillantes y al final de esa semana cantidades absurdas de leche habían llegado a su cumbre. Las primeras veces realmente no supo cómo se suponía que debía reaccionar exactamente, sus mejillas un poco rojas por la broma poco disimulada de quien ahora fácilmente describiría como su shidi favorito.

A pesar de todo, los dulces eran deliciosos por lo que no podía enojarse, e incluso podría disfrutarlos más si no fuera por la risa burlona que escucho de los brutos de Bai Zhan y los comentarios indiscretos de su propio shizun, que últimamente parecía empeñado en emparejarlo con el chico solo porque era el único que lo trataba bien, ese día cuando escuchaba todo el discurso de su shizun, los labios rosa del antiguo esclavo mostraron a su maestro un puchero mientas planeaba su venganza, y realmente la claridad tardo poco en llegarle, obviamente debía devolver la broma.

Tras esto se encapricho en aprender más y más de talismanes hasta que desarrollo justo el que acababa de infundir de Qi frente a sus hermanos marciales, había tardado mucho en desarrollar este talismán tan inútil, pero que le permitía replicar un suave ronroneo que se repetía cada vez que terminaba un dulce, y al relamer sus labios activaba otro que por segundos creaba la ilusión de unos pequeños colmillos contra su labio inferior y sus pupilas se volvían adiamantadas como las de un felino, todo esto con una cantidad de Qi tan minúsculo que apenas era notable.

Su sonrisa creció mientras le pasaba de vuelta la bandeja que antes tenía dulces al discípulo principal de An Ding con una sonrisa involuntariamente coqueta (probablemente influencia de sus amigas del pabellón rojo), provocando un fuerte sonrojo en el chico, que se vio reflejado de inmediato en sus propias mejillas y que cubrió rápidamente con su abanico, al fin de al cabo, su objetivo se había logrado, pudo ver la confusión en los ojos de sus hermanos marciales y esto le hizo regocijarse, bien, ¡podían odiarlo cuanto quisieran!, él ya había encontrado un discípulo que no lo odiaba y que estaba dispuesto a jugar con él, con esto en mente dirigió una discreta mirada al discípulo de An Ding, quien salto levemente en su lugar.

Shan QingHua se encontraba completamente ajeno a los pensamientos de su hermano marcial, sus mejillas aún estaban teñidas por un ligero color rosa por la última mirada del hombre, esos preciosos ojos que por un momento habían parecido casi felinos, esos colmillos que se habían asomado por unos segundos cuando mordisqueo el pastel y se habían presionado contra el labio inferior rosa y regordete, ese ruidito similar a un gato bebe, era claro lo que estaba pasando, ¡esta no era su novela final!, era el borrador donde Shen Jiu en realidad era un medio demonio felino y había arrojado a Binghe al abismo para librarlo de un destino atado a ocultarse de los humanos como el suyo... igual el final era trágico, pero si fuera así, sería más difícil salvarlo, ya que el señor de Bai Zhan seguro intentaría matarlo como en ese boceto y terminaría muriendo por accidente cuando el medio demonio se defendiera, pero si estuviera equivocado y le dijera todo esto a Shen Jiu seria tomado por loco, claramente debía asegurarse antes de tomar una decisión apresurada.

Y con eso en mente, ese día avión disparando hacia el cielo inicio la misión más importante de su vida, desenmascarar a su hermano marcial CatJiu para poder cuidarlo por el resto de la novela y evitar que sus hermanos marciales malinterpretaran su actitud arisca.

Lo primero era comprobar si en realidad era un felino, por lo cual empezó a preparar dulces más adecuados a un demonio gato, pequeños caramelos de leche y crema con forma de pescados siguieron llegando a la cumbre, los listones que había comprado solo para molestarlo fueron remplazados por sedas de colores brillantes pero textura suave como el agua ya que era bien sabido que al menos en su novela la piel de estas criaturas era delicada como la de un niño, empezó a comprarle broches brillantes.

Siempre que le entregaba algo, sus ojos azules se anclaban en el rostro ajeno buscando cualquier señal de que su teoría fuera correcta, un leve cambio en las pupilas, el asomo de esos dulces colmillos, un ronroneo, cualquier cosa., sin contar que además de las pruebas a veces era recompensado también con esas mejillas preciosamente teñidas de rosa, la mirada esquiva tras el abanico, las orejas teñidas de rojo, e incluso en una ocasión fue premiado con una pulsera tejida con los listones que le había regalado al principio y una pequeña gema canalizadora del Qi.


Al ver la pequeña joya sus ojos buscaron de inmediato los del otro chico, él que había tenido tarde su inicio en el cultivo era desde luego el que más necesitaba esto, sin embargo, a pesar de su comienzo tardío y su núcleo casi completo se sabía que Sha Qinghua era quien tenía el nivel cultivo más bajo, pero aun así, esas cosas eran difíciles de conseguir, y...

-Yo, esto es demasiado, shixiong, tu...

-Es tuyo, es azul, yo no uso ese color.

La respuesta salió apresurada de los labios del erudito antes de que una sonrisa coqueta se posara en sus labios, y el autor se maldijo a si mismo por haber colocado en su guion que su villano simpatizaría con prostitutas, ya que ahora sus sonrisas no ocultas por el abanico eran tan coquetas y dulces que le hacían temblar un poco el corazón, los ojos pestañeaban lentamente revelando a penas las joyas verdes y sus mejillas parecían teñirse a voluntad de rosa, él como autor sabia mejor que nadie que Shen Jiu ignoraba todo esto, pero aun así no pudo evitar saltar suavemente cuando una de las manos se acercó y le quito la pulsera, y Shen Jiu notando de inmediato la leve expresión de perdida en los ojos azules sonrió para sus adentros antes sujetar su mano izquierda y deslizar la pulsera hasta el antebrazo y sonreír.

-Si te avergüenza por su sencillez puedes usarla así- dijo con una sonrisa un poco apagada, recibiendo una negación rápida por el discípulo más joven que arrojo su corazón del futuro erudito al suelo y justo cuando iba a retractarse y lanzar un comentario grosero para intentar recoger los pedazos rotos de su máscara vio al chico abrocharla en su muñeca.

-Me asusta romper algo tan valioso en los trabajos manuales, pero esconder algo tan lindo tampoco es posible, supongo que debo desarrollar algún talismán de protección para...

Una suave risa, que le recordó a los pájaros trinando por primera vez en cada primavera lleno los oídos del autor interrumpiendo sus palabras, sus ojos quedando prendados de la imagen de su villano riendo abiertamente, las mejillas teñidas de rosa y los ojos brillantes.

-eres un tonto a veces, ¿Lo sabias?

A pesar de que muchos podrían decir que estas palabras eran simplemente groseras, el hecho de que Shen Jiu no sintiera la necesidad de disfrazar su insulto hizo que una pequeña calidez naciera en el pecho del autor, quien toco con suavidad la punta de los dedos del erudito, que le vio sobresaltado.

-Mañana, en la misión del pozo, sé que Liu Shidi no me protegerá, distraído en matar bestias... ¿shixiong, me protegerás? A cambio puedo llevarte más caramelos.

Shen Jiu vio al más joven con curiosidad, mordió su labio y sintió que su pecho se llenaba lentamente de una sensación similar al orgullo, él en este momento era de los más débiles en la cumbre, pero este tonto shidi le pedía protección a él y no al loco guerrero de la siguiente cima, sus ojos se desviaron hasta un árbol cercano antes de cubrir su rostro con el abanico.

-Shidi es muy débil, si no lo protejo y muere, no tendría quien me de comida... así que lo hare.

Be my queen / IceJiuPlaneWhere stories live. Discover now