Capítulo 22 parte I. La boda

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Saura

- Te ves muy guapo - digo detrás de David -
- Gracias - dice y se voltea - eres la madrina más hermosa - se acerca y sonrío para abrazarlo - ¿Lucharas? - pregunta y me alejo -
- No lo sé - respondo y David me mira con tristeza -
- Yo sé y ustedes saben que están hechas la una para la otra - susurra y toma mis mejillas -
- Ya ni sé, estoy cansada de esperar que me elija - susurro y sonríe negando -
- Conquístala, confío en ti - dice suavemente y me deja un beso en la frente -
- Tienes mucha fe - digo y se ríe para abrazarme -
- Uno de los dos debe ser el positivo ¿no crees? - pregunta y me rio alejándome -
- La boda te pone tonto ¿no? - pregunto y se ríe asintiendo -
- ¿La vas a conquistar? - pregunta y recuerdo esta mañana -

Me quedo en silencio y me muerdo la mejilla por dentro, sonrío y le doy un beso en la mejilla derecha, me alejo y me doy la vuelta para huir, porque sí, prefiero huir, Helen me duele y que me hablen de ella no me ayuda mucho, menos en un día tan especial como hoy donde ambas seremos las madrinas de la boda. Salgo de la habitación y camino lentamente hasta el ascensor, toco el botón y espero a que baje. Segundos después abre sus puertas y sonrío a dos personas que están dentro del ascensor, toco el botón del lobby y veo las puertas cerrarse.

Recuerdos de esta mañana vienen a mi mente, un nudo en la garganta y otra vez se me nubla la mirada, no entiendo porque no puedo soltarla, porque me duele tanto y porque estoy pensando seriamente la idea de David de conquistarla cuando claramente ella no quiere dejar a Carlota.

Se abren las puertas del ascensor y salgo para caminar hasta la salida del hotel. Salgo del hotel y camino hasta la camioneta, le bajo el seguro y me subo, dejo la cartera en el copiloto y me quedo mirando al frente, el recuerdo de la pelea con Helen viene a mi mente, una lágrima rueda por mi mejilla derecha y segundos después reacciono para arreglarme en el puesto, me pongo el cinturón de seguridad y enciendo la camioneta, también la radio y va sonando Créeme de Maluma con Karol g, salgo del estacionamiento del hotel y ahora voy a la iglesia.

Voy tarareando la canción mientras recorro las avenidas de Bogotá para poder llegar a mi destino. Unos cuarenta minutos después llego a la iglesia y me estaciono, apago la camioneta y resoplo, me quito el cinturón de seguridad y sólo tomo las llaves de la camioneta para que las tenga mi mamá mientras estamos en la ceremonia.

Me bajo de la camioneta y veo a las damas de honores, camino lentamente y me detengo cuando escucho mi nombre, me giro para ver a mamá quién se acerca y sonriendo la espero, nos saludamos y le doy las llaves que guarda en la cartera, hablamos unos minutos y cuando giro la mirada me quedo mirando a Helen, es que con ese vestido se ve tan hermosa, suspiro pesadamente y me siento idiotizada.

Unos segundos después Helen gira la cara y nuestras miradas chocan, me giro y veo a mamá quién me ve sonriendo pero sin decir nada más, frunzo el ceño y niego porque aunque no sé que dirá, esos ojos ámbar brillado dicen mucho y prefiero ignorarlo.

- Nos vemos adentro - digo despidiéndome de mamá -
- Corre cobarde - chilla y me rio negando -

Trato de acercarme a las chicas para saludarlas pero avisan que ya es hora de entrar porque los novios están por llegar, sonrío emocionada y finalmente me espero para que todos comiencen a entrar a la iglesia. A los minutos van entrando los invitados, luego de ello comienzan a entrar las damas y caballeros de honores hasta que finalmente quedamos Helen y yo, entramos hasta llegar al altar y mientras la castaña se va al lado de Eugenia, yo me voy al lado de David y nos quedamos esperando mientras van sonando las campanas de la iglesia.

En la entrada del altar aparece mi mejor amigo con Marta, sonrío orgullosa mientras lágrimas corren por mis mejillas, recuerdos vienen a mi mente cuando hace cinco años él decía que Eugenia era la mujer de su vida y ahora están aquí frente al altar, volteo a ver unos segundos a Helen y quisiera pensar que ella y yo podemos llegar a este momento, bajo la mirada y finalmente alzo la cara para ver a mi amigo acercarse, sonrío y lo abrazo cuando llega al altar.

Causa y Efecto part II Donde viven las historias. Descúbrelo ahora