iii. ━━━━ ... en el medio de la nada

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oh baby, you don't know
who you've messed with,
i've signed a contract with the devil























































La velada continuó sin otro incidente, si es que así podía llamársele. Para fortuna de los jóvenes, nadie se había percatado de lo ocurrido, ni sus padres, a sólo medio metro de distancia, ni ningún otro comensal fisgón; y eso que había varios de ese tipo. Merilia no volvió a dirigirle la palabra a Nick, tampoco una mirada, cosa que lo molestó y complació a partes iguales. Mientras ella contestaba amablemente las preguntas de William, Nick aprovechó para observarla.

   Parecía una chica bastante simple de comprender; buena estudiante y la hija mayor ejemplar que todo padre quiere que sea para su hermana menor, pero a Nick no terminaba de cerrarle. Tenía demasiado carácter para ser una de las típicas cerebritos de las películas. Notó que no era de comer mucho, a pesar de que los platillos del club no eran la gran cosa en lo que a tamaño se referían, y eso lo hizo pensar en lo delgada que parecía embutida en aquel vestido negro.

   Se había quedado pasmado cuando la había visto bajar por las escaleras, y su mente había hecho una revisión exhaustiva de sus largas piernas, su cintura estrecha y sus pechos. Estaba bastante bien teniendo en cuenta que no estaba operada, a diferencia de la mayoría de las chicas allí.

   Nicholas tuvo que admitir que era más guapa de lo que le pareció en un principio y fue ese hecho y los pensamientos subidos de tono los que hicieron que su humor se ensombreciera. No podía distraerse con algo así, y menos si iban a vivir bajo el mismo techo.

   Su mirada se dirigió a su rostro otra vez. Llevaba muy poco maquillaje. Él había esperado que se hiciera algo más extravagante en la cara después de cómo había reaccionado como cría superficial cuando le avisaron de la cena. Apenas y si tenía labial y Nick supuso que se había pintado las pestañas, ya que estas estaban más negras que esa tarde. Tampoco es que le hiciera falta el maquillaje: tenía la suerte de tener una piel bonita y tersa sin apenas imperfecciones.

   Entonces, y sin que Nick se diera cuenta, Merilia se volvió para mirarlo, pillándole mientras la observaba detenidamente.

   ―Una foto te duraría más, ¿sabes? ―comentó con un humor ácido.

   ―Si pude ser sin ropa, por supuesto ―respondió él, disfrutando de cómo rodaba los ojos con fastidio.

   Minutos después trajeron el postre. Luego de un rato en el que la conversación recaía casi totalmente en William y su nueva mujer, Nicholas creyó que ya había cumplido suficiente con el papel de hijo por un día.

   ―Lo siento, pero voy a tener que retirarme ―se disculpó mirando a su padre, que lo observó confundido por un momento.

   ―¿A casa de Miles? ―dijo y Nick asintió evitando mirar su reloj ―. ¿Cómo vais con el caso?

   Su hijo se esforzó por no soltar un bufido de resignación y mintió lo mejor que pudo.

   ―Su padre nos ha dejado a cargo de todo el papeleo, supongo que de aquí a que tengamos un caso de verdad y para nosotros solos, van a tener que pasar años ―le contestó consiente de que la menor de las hermanas lo miraba con renovado interés.

𝗥𝗘𝗣𝗨𝗧𝗔𝗧𝗜𝗢𝗡  ❪ culpables ❫Where stories live. Discover now