𝗥𝗘𝗣𝗨𝗧𝗔𝗧𝗜𝗢𝗡 ❪ culpables ❫

ix. ━━━━ ¿upsi?

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↻ and i'm here, surrounded by
strangers, but still i can't help but feel
like i'm alone in the room ↺

Cuando Raffaella se casó con uno de los más reconocidos abogados a ninguna de sus hijas le sorprendió descubrir que de vez en cuando su madre saliera en los periódicos o en las revistas, pero aquello era una completa locura. Leister Enterprises se leía por todas partes y Merilia incluso pudo llegar a reconocer a más de una persona famosa de verdad. Estaba muy concentrada admirando el lugar cuando sintió como Noah le zarandeaba el brazo en busca de que le prestara atención.

   ―Por favor, pellízcame para que sepa que no estoy soñando ―pidió con la vista perdida en algún punto del lugar ―. ¡Auch! No era en serio ―se quejó frotando su brazo.

   Merilia sonrió divertida. ―¿A quién viste?

   ―Allí ―señaló sin discreción alguna una mujer ataviada con un vestido chulísimo ―. Es Johana Mavis ―dijo mientras sus ojos parecían agrandarse y sus pupilas tomaban forma de corazones con brillitos a su alrededor.

   Noah era demasiado tierna.

   ―¿Quieres que te la presente? ―le preguntó Nick, recordándoles a ambas que él seguía junto a ellas.

   Noah lo miró con incredulidad y celos.

   ―¿La conoces?

   ―Sí ―asintió como si nada ―. Los bufetes de mi padre llevan muchos casos de los famosos; desde que era crío he conocido a más estrellas que cualquier persona que viva aquí. Los famosos les toman cariño a sus abogados, sobre todo si estos los salvan de la cárcel en contadas ocasiones.

   Merilia bufó. ―Por favor. El único juicio que pudo haber tenido esa mujer debió ser por dejar sin estabilidad emocional y hacer llorar a todo el que leyera el final de la biología desconocidos. ―En la mente de Merilia todos seguían vivos y felices, la terapia era muy cara.

   Noah le robó una copa de champán a uno de los mozos que pasaba por allí y se la bebió de un trago, queriendo acallar el nerviosismo que se estaba formando en la boca del estómago.

   ―¿Y tu novia? ―indagó para distraerse ―. No la habrás dejado sola después de aquella demostración de amor en público, ¿verdad?

   Nick frunció el ceño y sus ojos brillaron con enfado.

   ―¿Quieres que te la presente o no? ―le preguntó cabreado.

   ―¡Por favor! La pregunta ofende. Soy fan de Johana desde que tengo uso de razón, ha escrito los mejores libros de la historia ―habló con emoción, sin notar el mal humor de su hermanastro.

   Sí, claro ―pensó Merilia con amarga ironía―. Cágate en J.K. Rowling, Rick Riordan, Suzanne Collins, Leigh Bardugo y quién sabe quién más.

   ―Ven, y no te pongas a chillar como posesa, por favor. ―La voz de su hermanastro hizo que dejara de divagar.

   Noah le dedicó a Nick su peor mirada mientras ambos se acercaban hacia donde se encontraba la mujer. Merilia los siguió sin nada mejor que hacer. Cuando se acercaron a ella, la cara de Johana brilló con alegría y su sonrisa se expandió cuando distinguió a Nick.