"Te superaré Ophis, yo, el Dragón Emperador Blanco de la Supremacía, me volveré aquel que destruyó al infinito y devoró el sueño"
La historia de un Hakuryuukou cuya meta es alcanzar la cima de su mundo... y también del resto de mundos.
- Mierda, esto no podría haber salido peor... -murmuró Vali mirando al cielo-
Lo bueno es que sabía que realmente se encontraba en otra dimensión, o como poco, en un mundo paralelo... la luna destrozada brillando en el cielo le daba una pista bastante determinante.
Sin embargo, se encontraba perdido en un bosque desconocido y claramente deshabitado, sin saber incluso si hay civilización cerca.
Y lo peor de todo: estaba solo.
Ni Ophis, ni Kuroka, ni Bikou o Arthur, mucho menos Le Fay... ninguno de ellos había aparecido con él y podrían estar en cualquier lugar de este extraño mundo. La mente de Vali corría a mil por hora, tratando de calmarse y al mismo tiempo buscando una forma de encontrarles cuanto antes.
"Trata de relajarte compañero. Son fuertes, y ya que habéis entrado por el mismo portal, es poco probable que no hayan acabado en este mundo."
- Tienes razón... ni siquiera sabemos si este mundo tiene algo de sobrenatural. -respondió respirando profundamente y calmándose- Gracias, Albion. -
A pesar de que el Dragón Blanco no respondió, Vali tuvo el sentimiento de que le mandó un asentimiento a modo de "no te preocupes". Acto seguido, el Lucifer sacó sus Light Wings y se elevó en el cielo nocturno, tratando de buscar una ciudad, pueblo o cualquier cosa que le sirva para informarse sobre este sitio.
Antes de poder darle una mirada rápida a los alrededores, un fuerte aleteo junto a una ráfaga de viento que sacudió su pelo llamó la atención del peliplata. Al girarse, se encontró con el pico abierto de una especie de ave gigante (varias veces más grande que él), totalmente negra y con una máscara de hueso que ocultaba unos brillantes ojos rojos.
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- ¿¡Que?! -
El Lucifer abrió los ojos sorprendido, aparatándose del camino del ave justo antes de convertirse en comida de cuervo gigante.
- Parece que este mundo tiene un par de cosas interesantes... ¿como es que no detecte a este monstruo...? -murmuró Vali viendo como la criatura daba una cuenta en el aire antes de intentar atacarle de nuevo- Veamos cuanta fuerza tengo que poner contra ti, pajarito. -
Sin molestarse en activar su Balance Breaker, Vali juntó su poder demoniaco en sus puños y voló a gran velocidad hacia el ave gigante. Justo en el momento del choque, Vali ganó la competencia de fuerza y mandó al monstruo volando contra el suelo sin la mitad de su cuerpo.
