"Te superaré Ophis, yo, el Dragón Emperador Blanco de la Supremacía, me volveré aquel que destruyó al infinito y devoró el sueño"
La historia de un Hakuryuukou cuya meta es alcanzar la cima de su mundo... y también del resto de mundos.
Los ojos esmeralda de Pyrrha no podían creer lo que estaban viendo. Ante ella, el nuevo estudiante que tan valientemente la había retado, levitaba a escasos centímetros del suelo, mientras en su espalda aparecían dos alas increíblemente extrañas pero igual o más hermosas.
Las alas eran de un color blancas metálico que brillaba y reflejaba la luz del sol directamente, con una membrana azul oscuro saliendo del apéndice.
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- Wow... son preciosas. -murmuró Pyrrha, haciendo reír levemente al peliplata. Esto a su vez causó una reacción en la espartana, haciendo que se sonrojara levemente- ¿Q-que pasa? -
- No es nada. Simplemente nunca nadie había llamado preciosas a las Light Wings. -respondió Vali mirándola levemente hacia abajo por estar volando- Eres interesante, ¿como te llamas? -
- Pyrrha Nikos. -respondió mientras el sonrojo desapareció de sus mejillas, antes de que un brillo ilusionado apareciera en su rostro- (¿No me conoce?) -
- Es un placer, Pyrrha Nikos. Espero que seas un oponente tan digno como imaginé. -
Un leve carraspeo por parte de Glynda sacó a ambos guerreros de su conversación, haciendo que Vali la mirase con una ceja alzada y Pyrrha se avergonzase al darse cuenta de que se había hundido demasiado en la conversación con el nuevo alumno.
- Si ambos combatientes están listos... -empezó la bruja rubia, ajustándose los le metes al ver como la pelirroja adoptaba una postura de combate... mientras que el alumno problema se quedaba de brazos cruzados levitando- ¡Comiencen! -
- ¿¡Q-Q-QUE ES ESE ARMA?! ¡Es taaaaaaan genial! -exclamó Ruby casi cayéndose de su mesa hacia delante, solo siendo detenida por el resto de su equipo que la sujetaba de la capa. Al mismo tiempo, la niña de pelo bicolor hacía un dibujo rápido de las Light Wings y apuntaba lo que veía en detalle-
- Por mucho que me duela decirlo, tengo que admitir que realmente es llamativo. Aunque le vendría bien algo de amarillo, quizá un toque más oscuro por ahí... -murmuró Yang alzando una ceja e imaginando el diseño de sus alas ideales-
- Creo que el blanco está bien, aunque cambiará el color de la membrana de las alas para que fuera negra. -dijo Blake en tono calmado, uniéndose a la reflexión de su dúo-
