Multiversal White Dragon (DxD)

Capítulo 8

Arco de la Academia:
Dragón Blanco del Faro.

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Cierto hibrido se encontraba en un cuarto individual para estudiantes bastante simple, viendo un conjunto de ropa tirado encima de su cama.

Tras la gran revelación de que en este mundo, la Magia no debería existir, Vali recibió una explicación leve de Ozpin, quien por suerte para Vali decidió no hacer ninguna pregunta.

Al parecer sí que existían poderes en este mundo, llamadas semblanzas, en forma de diversas y específicas habilidades que cambiaban por persona. Según Ozpin, los humanos tenían una especia de Aura, que era el poder de su alma manifestado como un escudo que curaba sus heridas y les daba un impulso de estadísticas generales.

Tras esa pequeña explicación, el híbrido se quedó toda la noche en la biblioteca, estudiando todo  lo posible y lo más básico sobre este mundo: Geografía e Historia de Remnant, el nombre de este mundo.

Gracias a eso conoció a los Faunos, humanos con rasgos y ciertas habilidades de animales que parecían tener ciertas similitudes con los Youkai a sus mundos, aunque con la particularidad de tener solo un rasgo de animal, ya sea orejas, cola, ocico, garras, o algo similar.

Internamente rezó para que su pareja descubriera esto antes de ser atrapada por alguien indeseable y tener que responder una gran cantidad de preguntas incómodas.

Sin embargo...

- Ese viejo... no me dijo que tendría que usar un maldito uniforme. -

Ante los ojos del hibrido dragón/demonio, un traje negro con bordes dorados, sobre el un chaleco azul, con una camisa blanca y una corbata roja; tirado encima de su cama.

- Ya que estoy obligado a ponerme esta ridícula cosa, lo haré a mi manera... -

Tras unos minutos dándole sus retoques al traje, Vali se quedó mirándose a un espejo.

Los pantalones negros eran los clásicos del uniforme, al igual que la camisa blanca y la chaqueta negra, con los mismos bordes dorados que el pantalón.

Sin embargo, tenía un toque más rebelde. No llevaba ni la corbata roja ni el chaleco azul, y la camisa tenía dos botones desabrochados, mostrando parte de sus pectorales marcados. Colgando del hueco del cinturón, estaba su característica cadena de hierro.

- Ahora, mucho mejor... -

"Siguiendo los estándares humano, tienes una apariencia bastante ruda, compañero."

- Cállate, Albion. -respondió riéndose levemente mientras salía de su habitación con las manos en los bolsillos-

Al cerrar la puerta de su cuarto con llave, fuera se encontró a una mujer rubia madura con un traje de secretaria/profesora bastante formal y al mismo tiempo provocador. Al escuchar la puerta cerrarse al lado suyo, la mujer dirigió su mirada hacia el peliplata cruzando miradas con él.