Number Seventeen. -Jaden Walton.

- chapter 5 - "nuevo entrenador"

~JADEN WALTON~

—¿Qué harán el fin de semana? –pregunta Josh recostado del sillón de mi habitación–.

—Me faltan 4 películas para terminar Harry Potter, así que eso haré –responde Alex–.

—¿Te pasarás todo el fin de semana viendo 4 películas de Harry Potter? –pregunto–.

—Pues, sí. Luego leeré los libros -
–responde Alex–.

—Como quieras. ¿Tú, Jdub? –me pregunta Josh–.

—Béisbol.

—Ya sabía que responderías eso –dice Alex–.

—De echo ahora tengo un nuevo entrenador –digo–.

—Tu no necesitas entrenador, eres muy bueno –dice Alex–.

—Me halagas, pero necesito un representante, ya saben para que me puedan firmar y hacerme más bueno de lo que ya soy –guiño–.

—¿Qué es lo que veo allá arriba? Ah, es ego, deberias ir a buscarlo, hermano –bromea Josh–.

—No, ya lo tiene aquí abajo –Alex le sigue la broma y ríen ambos–.

–Río con ellos–.

—¿Y como conociste a este entrenador? –pregunta Alex–.

—Entrenaba a alguien que conozco y lo encontré en Instagram, vive en Orlando –respondo–.

—¿Y viajaras hacia allá o el vendrá para acá? –pregunta Josh–.

—Yo iré hacia allá, ya hablé con mis padres.

—¿Cómo se llama este entrenador?, ¿Me puede entrenar a mi también? –pregunta Alex–.

—Te mandaré su perfil, olvidé el nombre, creo que es Óscar –respondo–.

—Oye Jdub, ¿Y cuáles días estarás llendo a Orlando? –pregunta Alex–.

—Lunes, miércoles, viernes y sábados. ¿Por qué? ¿Me extrañaran? –respondo–.

—Es mucho béisbol para ti –dice Josh–.

—Sí, es el paraíso –digo recostandome relajadamente en mi cama–.

...

Llegó el fin de semana, Josh iba a una fiesta en la noche, no especificó dónde. Era sábado, fuí con Jayla hasta a Orlando, Florida. El entrenador nos envió la dirección y llegamos con facilidad a la casa.

~LEXIE WOLSEN~

—¿Por qué tienes que traer a tus jugadores aquí hoy? –pregunto frustrada–.

—Porque tenemos una sala de entrenamiento aquí en casa, ya discutí esto contigo, no lo haré dos veces –responde mi padre–.

—¡Agh! –suspiro–.

—¿Cuál es el problema con que vengan? –pregunta mi padre–.

—Es que los jugadores de béisbol son tan... –suspiro de nuevo–. Solo quería relajarme en la piscina, pero la sala de entrenamiento está cerca de la piscina y hacen mucho ruido.

—Lo siento hija, pero ya están de camino.

–tocan el timbre–.

—Ya llegaron –anuncia mi padre–.

—¡Yei! –digo sarcástica–.

Desde que llegaron subí a mi habitación a arreglarme. Me puse un traje de baño y por encima una ropa playera. Bajé a servirme limonada y galletas y me senté en el sheilon a leer un libro.

~OMNISCIENTE~

—¡Hola! –saluda Óscar–.

—Hola, ¿Usted es Óscar Wolsen verdad? –pregunta Jaden–.

—El mismo, un gusto. ¿Jaden, verdad?

—Sí –se dan la mano–.

Llegan los demás chicos a los que entrena Óscar y van todos a la sala de entrenamiento. En el momento que van de camino a la sala de entrenamiento, Lexie iba bajando las escaleras de camino al patio de atrás.

—Oigan, ¿Quién es ella? –susurra uno de los chicos a otro–.

Eso llamó la atención de los demás y dirigieron su mirada hacia Lexie.

—Es mi hija, mejor miren hacia otro lado –dice Óscar–.

Jaden aún miraba a Lexie, sin prestar atención a lo que decía el entrenador.

—Jaden –dice Óscar chasqueando sus dedos en la cara de Jaden–. Andando.

Estaban en la sala de entrenamiento, Óscar se presentó para los nuevos y les decía como iban a trabajar, etc.

—Para los que no me conocen, Mi nombre es Óscar Wolsen, entrenaremos aquí la mayoría de las veces, otras en el estadio central de aquí en Florida.

—¿Cómo es posible que entrenaremos en el estadio central? –le pregunta Jaden susurrando a alguien que estaba a su lado–.

—El dueño del estadio es fan del trabajo que hace el entrenador y le dijo que podía entrenarnos allá –le responde el chico–.

—Oiga, coach, después del entrenamiento ¿hoy si nos llevará a la piscina? –pregunta un chico–.

—No, mi hija está en la piscina hoy, Harper –responde Óscar–.

—Pues por eso –bromea Harper–.

—Óscar le tira una mirada side eye a Harper—.

—Lo siento, solo bromeaba, Coach –se sienta–.

En ese momento Lexie entra.

—Pueden quedarse la piscina, ya me iba igual –sonrie sarcásticamente–.

—Vuelvo en un momento, chicos. Vayan bateando un poco –dice Óscar antes de ir con Lexie–.

—Oye, si no te ibas a bañar en la piscina, ¿Para qué el traje de baño? –le pregunta Óscar a Lexie–.

—Solo quería relajarme, ya te lo dije.

—Puedes quedarte en la piscina todo el rato que quieras, Cariño –Óscar le abre los brazos para un abrazo–.

—Bueno, me avisas cuando vayas para la piscina para desalojarme –sigue el abrazo–.

—Está bien, trataré de no olvidarlo.

Lexie ríe y Óscar vuelve con los chicos.