- chapter 8 - "Atlanta"

4.1K 162 10
                                    

~LEXIE WOLSEN~

—¡Ya se nos hace tarde, enana! –me grita Joe desde el auto–.

—¡Ya voy! –cierro la puerta de la casa y me subo al auto–.

Íbamos de camino a la escuela. Normalmente vamos caminando, pero hoy se nos hacía tarde, así que mejor fuimos en el auto. Recogimos a Katie y llegamos a la escuela.

—¿Qué nos toca a primera hora? –pregunta Katie–.

—Ya quisiera que solo fuera una hora. Nos tocan 2 horas de matemáticas ahora –digo quejándome–.

—¡Agh, no! Ese señor no lo tolero, siempre está vigilando todo lo que hago en clase –dice Joe–.

—Tal vez porque en su última clase te escapaste del salón –dice Katie–.

—Básicamente, solo fueron 2 minutos antes de la campana porque quería estar de primero en la fila de brownies –dice Joe–.

—También me gustan los brownies, pero esto ya es obsesión –dice Katie–.

—río—. Sí, ¿Recuerdas en su cumpleaños? Cuando le regalé una caja llena de brownies, y se los acabó el mismo día –digo aún riéndome–.

—Vaya, si lo recuerdo –dice Katie y ambos ríen conmigo–.

–suena la campana–.

—¡Hora de dormir! –dicen Katie y Joe antes de entrar al salón–.

Debo de confesar que yo casi me quedo dormida en esa clase también, traté de no hacerlo porque el Sr. Charles anota todo y va directo al registro.

Luego de esa clase, tenía práctica de fútbol, no era la única que tenía ese día. Sonó la campana, así que me dirigí al vestidor de chicas y tuve mi práctica.

Sonó la campana nuevamente y tocaba clase de historia. En esa clase solo estaba con Katie, así que me la encontré allí y me guardó un asiento.

—¡Lex, por aquí! –me llama Katie desde su asiento–.

—Podías gritarme un poco más fuerte, no te escucharon desde la cancha de basquetbol, o tal vez si –digo sarcásticamente antes de sentarme–.

—Como sea, llegas justo a tiempo.

La clase de historia también era aburrida, ¿Qué clase me parece divertida e interesante? Inglés, supongo.

Después de un largo rato, suena la campana. Era hora del almuerzo y nos sentamos Katie, Joe y yo en una mesa. El equipo masculino y femenino de basquetbol y fútbol siempre me invitan a sentarme con ellos, al igual que el de las porristas de la escuela, pero siempre me niego para sentarme con mis amigos.

—¿Cómo les fue en su fiesta chicos? –pregunto–.

—En realidad bien, pero no tanto porque no estabas ahí –dice Katie–.

—Ya, no exageren –digo–.

—Bueno, dejaré la cursilería un rato –dice Katie–.

—¿Conocieron gente nueva también está vez?

—Conociéndonos, supones que si –dice Joe–.

Joe y Katie son muy sociables, algo que yo no soy tanto a comparación de ellos.

—¿A quienes conocieron? ¿Son de aquí? –pregunto–.

—Conocimos a par de personas, pero nos llevamos bien con un chico y les hablamos de ti también –responde Joe–.

—Se llama Josh y es de Atlanta –termina Katie–.

"Atlanta". Cuando escuché esa palabra mi cara cambió, pensaba por unos segundos. No podía evitar pensar que posiblemente me mudaré y no sabré cuando volveré a ver a mis amigos, tal vez si nos veamos un par de veces, pero no será lo mismo.

—¿Lex? –dice Joe pasando su mano en frente de mi cara–.

—¿Mmh? –respondo saliendo de mi trance–.

—Ya sonó la campana, tenemos que ir a clases, ¿Estás bien? –dice Katie–.

—Sí, si ¿Por qué no estarlo?

—De acuerdo, vamos.

Number Seventeen. -Jaden Walton.Where stories live. Discover now