Number Seventeen. -Jaden Walton.

- chapter 26 - "Wow"

—¿Hola? –dice Jaden tocando la puerta del lugar–.

—¿Sí? –dice una señora después de abrir la puerta–.

—Venimos a la terapia de parejas, ¿Es aquí? –digo–.

—Sí, pasen.

Nos sentamos y la mujer nos hizo unas preguntas, no eran tan difíciles de contestar. La mujer que nos atendía era muy buena onda y... Quiero decirlo de una manera no tan grosera pero no encuentro. Loca, o más bien divertida. Y es por eso que es muy buena onda y genial.

¿Recuerdan a Sikowitz de victorious? Más o menos así.

—Entonces, ¿Qué es lo que le incomoda del otro? –continua la mujer con la serie de preguntas–.

—El problema es que cuando le quiero dar por lo menos un abrazo, no se deja, ¿No se supone que eso hacen las parejas? –dice Jaden–.

Antes de entrar a esta sección acordamos de que obviamente íbamos a mentir aquí. Así que inventariamos cualquier cosa sin parecer nerviosos o algo. Convertirnos en bueno actores en estos momentos.

—Invades mi espacio personal –inicio de una discusión falsa–.

—No hubieras aceptado a salir conmigo.

—¡Tengo problemas de ira y lo sabes!

—¡Ok! –dice la señora para detenernos–. Ya veo porqué vinieron aquí –se para de su silla–.

—¿Cree que pueda ayudarnos? –pregunto–.

—¡Claro! Sino, ¿Por qué están aquí? –ríe, pero ríe extraño–.

Ella se para detrás de nosotros y pone sus manos en nuestra cabeza, como si estuviese meditando o algo así.

—Pero, ¿Qu- –me interrumpe–.

—Shhh.

Jaden me mira riéndose y luego yo también lo hago.

—Ustedes dos se aman, pero muy en el fondo –sigue con las manos en nuestra cabeza y con sus ojos cerrados–. No saben expresarse correctamente.

Y ahí quita las manos de nuestras cabezas y vuelve a la realidad.

—Bien, el ejercicio que haremos hoy es el siguiente. Se van a quedar viendo a los ojos el uno al otro por unos minutos y cada uno dirá lo que siente por el otro.

Oh.

—Pero tienen que decirlo desde el fondo del corazón, no con el pensamiento.

—Una preg- –me vuelve a interrumpir–.

—Y ahora –nos voltea las cabezas a mi y a Jaden–.

Y ahí estábamos mirándonos cara a cara, viéndonos a los ojos. Nunca había notado la perfección en su rostro, el color de sus ojos, su linda sonrisa. Había una melodía de fondo que hacía que el ambiente estuviese más relajado y romántico.

—¿Esto no es incómodo? –pregunto susurrando–.

—Para mi no lo es –sonrie el estúpido–.

—Quiero decir tantas cosas, que no sé por dónde empezar –digo–.

—Este es el momento justo.

Tomo un pequeño suspiro y comienzo a hablar.

—Siempre dices que no me agradas, pero la verdad es que no, no es así. Digamos que al principio pudo ser así, porque como dices, no tuvimos el tiempo de conocernos mejor. Me gustaba cada que ibas a mi casa a entrenar con mi padre, no sé porqué, pero algo dentro de mi le gustaba, verte sonreír, verte de lejos, o tal vez simplemente verte. Me pongo feliz cuando estoy a tu lado y cuando me das esos discursos que conmueven mi corazón pero en realidad mi yo de afuera demuestra otra cosa... Y, ¿Ves? Ahí está, estás sonriendo de nuevo y yo también quiero hacerlo –río–.

—¿Eso salió de Lexie Wolsen? –dice bromeando–.

Siempre me hace sonreír.

—Lexie Wolsen, desde que te conocí dije "Oh, ¿Es una competencia para mí?" Porque eres muy buena en el béisbol y en todo lo que haces. Perdón, perdón si te enojaste por mi culpa alguna vez, perdón por ser alguien que odiabas, perdón por si te causé problemas alguna vez. Y gracias, gracias por ayudarme y seguirme en mis locuras, gracias por acompañarme a este viaje, gracias por aceptar venir conmigo fingiendo esto solo por mí, gracias por ser tú y atravesarte en mi camino –sonríe–.

Wow, estaba en shock, quería llorar, así que no lo evité, lo hice. Nadie nunca me hubiera dicho algo como esto.

—Wow.

—¿Qué?

—Es que no sé que decir... Yo-

En eso viene la señora de nuevo con nosotros aplaudiendo.

—Eso fue increíble –dice como si estuviese llorando–. Hubiese querido algo como esto en mis tiempos.

—Muchas gracias Señora.

—¿Soy tan vieja?

—No, no. Lo siento, no quise-

—Estaba bromeando, corazón –ríe–. Pero no, no soy tan vieja. Tengo 41 para que lo sepan.

—¿De acuerdo?

—Entonces... ¿Ustedes han estado fingiendo una relación?

Jaden y yo hacemos una risa nerviosa.

—¿Tal vez? –dice Jaden–.

—Puedo explicarle –digo–.

—Tranquilos, será nuestro secreto.

Dios, la amo.

—Gracias, Señora...

—Clark, Señora Clark –nos damos la mano–.

Y ahí, nos fuimos del lugar. Estuvimos andando por ahí y nos encontramos a Jessica, Jayla, Nat y Coco caminando por el mismo rumbo que nosotros.

—¡Ah, ahí están! –dice Jessica cuando nos ve–.

—Hola, Ma'.

—¿Nos buscaban? –pregunto–.

—Sí, hoy toca día de chicas y día de chicos por separado.

—Ok... Yo aquí no encajo, así que me voy. ¿Dónde están los demás?

—En el área verde, te esperan –dice Jess–.

Jaden se despide de mi con un beso en la mejilla y se va.

—Bueno, ¿Y qué es lo que haremos? –pregunto–.

Y ahí me llevaron a un spa, estábamos todas allí. Fue realmente relajante, lo necesitaba.

—Y, ¿Les funcionó la terapia? –me pregunta Jayla, estaba a mi lado–.

—Sí, mucho.

—¡Que bien!

—Sí, encontramos sentimientos que digamos que estaban algo perdidos.

—Eso es genial, se ven muy lindos juntos.

—Eres muy buena hermana, tu solo querías ver a Jaden feliz, eso dice mucho de ti.

—Gracias –me sonríe–. Tu eres la razón por la que Jaden ha estado sonriendo mucho últimamente, me alegra que hayan ido a la terapia.

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Después de un largo rato, salimos de ahí. Los chicos estaban en arquería. Nos reunimos todos en las puertas de nuestras habitaciones ya que íbamos a cenar.

Este día me encantó.