- chapter 23 - "cállate, Walton"

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~JADEN WALTON~

Si se lo preguntan. Sí, me sentí horrible cuando Lexie se fue enojada y pensé en lo que había hecho. Ella tiene razón, me está haciendo un favor inútil y estoy siendo mal agradecido con ella. Debería valorar lo que hace, sé que ella hubiese querido que su familia también este aquí. Tiene un gran corazón.

—Aquí están sus bebidas –dice Javon llegando–.

Coco viene donde estamos después de que ve a Javon.

—¿Dónde está Lexie? –pregunta Coco–.

Escuchando a Coco, salí de la piscina dejándolos a ellos ahí. Me dirigí a la habitación mía y de Lexie. Estaba tocando y tocando.

—¿Quién? –pregunta Lexie del otro lado de la puerta–.

—Soy yo.

—No conozco a nadie llamado así.

—¡Lexie!

—¿Qué es lo que quieres? ¿Decirme que soy una "buena para nada"?

Lo arruiné todo.

—No, nunca lo haría. Solo quiero hablar contigo.

Hubo un silencio por un momento y se abre la puerta.

—¿Qué- Qué estás haciendo? –pregunto al ver su cama–.

—¿No es obvio?

—¿Por qué empacas tus cosas? Llevamos a penas medio día aquí.

—Hablaba enserio cuando dije que me iba. No quiero estar en un lugar con alguien que no me respete ni acepte como soy realmente –cierra su maleta–.

—Oye, Lexie, no por favor.

—Si preguntan estaré en el Lobby y si no es así, es porque ya me fuí –sale–.

¿Por qué lo tuve que arruinar? Obviamente ella es perfecta y no tiene que cambiar nada de ella. Es muy amable al hacerme este favor y yo solo quejándome.

Estaba parado ahí viendo cómo se iba, no quería, no podía seguirla viendo irse. No solo quería que viniese conmigo para este plan absurdo, es que disfrutaba su compañía, aunque yo no le agrade.

Necesito ir por ella, no puede irse devastada por mi culpa. Yo lo causé y ahora me toca arreglarlo.

Salí de la habitación en busca de ella pero no la pude ver. Vaya, es muy rápida. Me dirigí rápidamente al lobby y ahí estaba, hablando con el señor.

—¡Lexie, espera!

Me voltea a ver.

—No te vayas, por favor. Siento realmente haberte hecho sentir así, si exagere y me siento terrible. Nunca debí juzgar lo que hacías, porque pensando y pensando lo hacías por mi y no sé cómo, pero esa eres tú. Te gusta ayudar a los demás y aunque yo "no te agrade" decidiste ayudarme y me siento agradecido por eso. No quiero que te sientas usada por este viaje, porque no es así. Te traje porque enserio disfruto tu compañía. Así que por favor, no te vayas porque estaré aburrido, y no es que te use para divertirme, es que contigo me diviert- –me interrumpe–.

—Ya cállate, Walton –dice sonriendo–.

–Río–.

—Pero... ¿Es enserio todo eso?

—Salió de mi corazón, así que si, es enserio.

Ahora reímos los dos.

—Entonces... ¿Aún quieres irte?

—Asi era, pero tú gran discurso me hizo cambiar de opinión.

—¿Eso quiere decir que te quedas?

—Eso quisiera pero ya quité mi nombre de la reservación y no puedo estar aquí si mi nombre no está ahí.

—Carajo.

—Tranquilos –habla el señor que estaba atendiendo a Lexie–. Ustedes, realmente me conmueven. Pondré tu nombre nuevamente en la reserva, jovencita.

—Muchas gracias, Señor...

—Voldman, Sr. Voldman –Lexie y él se dan la mano–.

—No necesitas eso aquí, las llevaré dónde estaban antes –cargo las maletas y me dirijo a la habitación–.

~LEXIE WOLSEN~

—Eres muy afortunada de tener a ese muchacho –me dice él Señor Voldman–.

—¿De qué habla?

—Hubiese querido que la relación con mi esposa hubiera funcionado así cuando teníamos su edad.

—Ouh, se estará equivocado. Solo somos amigos, o algo así.

—¿Segura?

—Totalmente.

—Tal vez lo veas de esa forma pero él quizás no.

—¿Cómo está tan seguro?

—Ese discurso que dijo hace un rato fue improvisado y con el corazón.

Pienso.

—¿Cuántos años tienes, jovencita?

—16.

—Te diré algo. En la vida te llegan cosas que jamás veias venir pero tal vez ese sea al amuleto de tu felicidad. Quédate con alguien que te quiera por lo que eres, no por lo que tienes.

El Sr. Voldman es un genio. Parece que él vivió muchas cosas en su vida, que ya tiene experiencia.

—Gracias, Señor Voldman.

—No me agradezcas, solo piensa en lo que digo. Pero, de nada –ríe–.

Río con él. Es gracioso.

—Si necesitas quejarte de la vida o tienes algún problema, aquí tienes un sabio compañero para hablar –me guiña el ojo–.

Sonrío.

—Muchas gracias, lo haré. Ahora sí me disculpa tengo una maleta que volver a desempacar –reímos y me voy–.

Number Seventeen. -Jaden Walton.Where stories live. Discover now