Capítulo 8 - ¿En mi casa?

1.6K 101 3
                                    

Nora.

Llevo todo el día intentando comunicarme con Pablo. Al principio puse la excusa del entrenamiento, pero ya son las ocho de la tarde y no recibo ni un solo mensaje de él. Estoy preocupada. Siempre me contesta al momento.

- Habrá salido con sus amigos. - dice Carlota desde mi sofá - No te preocupes tanto.

- Vale, vale. - dejo el móvil a un lado - Ahora cuéntame lo que pasó.

Mi amiga se va mañana a casa de sus padres hasta el fin del verano. Necesita un retiro antes de volver a la realidad. Por lo que esta tarde íbamos a estar juntas.

- No hay mucho que contar, en realidad. Se dejó el móvil encendido mientras dormía con el chat abierto. - abre una cerveza - Era de una tal "psicóloga Ana". Sabía que iba a terapia, así que no había probabilidad de que le pusiese en duda. Pero cuando vi una foto de él desnudo supe que la que necesitaba una psicóloga era yo.

- Joder, tía. Vaya pedazo de cabrón.

- Un cabrón idiota. ¿De verdad se pensaba que no me enteraría?

- Hombres. - resoplo - ¿Por qué tiene que ser todo tan complicado con ellos?

- ¿Ha pasado algo entre Gavi y tú?

Me tumbo en el mismo sofá a su lado. Miro al techo buscando expresar lo que siento sin destapar nuestro pequeño secreto.

- Pablo es... - suspiro - Pablo es fantástico, atento y divertido.

- Pero... - me insta a seguir.

- Pero no siento que esté a su nivel.

- ¿A qué te refieres? ¿Te sientes insuficiente?

- Puede ser.

- ¿Cuándo te has sentido insuficiente? Si destacas en todo.

- Ojalá. - río sin gracia - Será porque es admirado por toda España o porque podría estar con quien quisiera.

- Está contigo, - se sienta para verme la cara - eso significa que te quiere a ti, ¿no?

- No creo que me quiera.

- ¿Él te ha dicho algo?

- No, claro que no, solo que...

- Nora, le estás dando vueltas a algo innecesario. No eres insuficiente, te lo aseguro. Tienes que aprender a vivir el presente.

- Lo sé, lo sé. - me siento también.

- Me temo que tengo que irme ya. - mira al reloj - ¿Prometes llamarme por cualquier cosa que pase?

- Te lo prometo.

Nos abrazamos fuerte un par de minutos. Siempre nos ponemos tristes cuando nos separamos durante bastante tiempo.

- Te quiero. - digo al abrir la puerta.

- Te quiero. - se despide.

Vuelvo a estar sola en mi casa. Empiezo a aburrirme de la presencia de mis pensamientos. Pasan las horas y sigo sin recibir noticias de él. Decido ir a dormirme hasta mañana. Estará ocupado.

Al día siguiente, me despierto por la vibración de mi móvil. El nombre de Pablo aparece en la pantalla.

- ¿Hola?

- Hola. - responde - ¿Comemos juntos hoy?

- Em... - miro la hora - Dios, es tarde.

- Aún son las doce de la mañana. - contesta borde.

¿Eso era todo? || Gavi.Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz