¿Eso era todo? || Gavi.

Capítulo 10 - Prométemelo.

Nora.

Los programas basura comenzaban con fotos nuestras basándonos en prácticamente todos los sitios posibles. Sí, desde que hicimos las paces somos incapaces de despegarnos, además de que ambos hemos admitido que sentimos cierta atracción el uno del otro. Ahora mismo estamos viendo Mean Girls acurrucados en su sofá.

- Nunca entendí la jerarquía en los institutos. - dice tragandose un puñado de palomitas.

- Oh, vamos. Seguro que eras el más popular de tu instituto.

- ¿Eso piensas?

- Déjame adivinar. - enumero - Todo el mundo quería ser tu amigo, ligabas más que nadie, tus notas eran decentes pero no excelentes porque tu prioridad eran los deportes...

- No, no y puede ser. - sonríe - Siempre fuimos los mismos en mi grupo de amigos, la pubertad no me sentó bien y era un poco vago estudiando.

- Me sorprende. - le miro desde abajo.

- ¿Tú cómo eras? - me besa la frente - Espera, déjame adivinarlo. Tus notas eran excelentes, tenías una mejor amiga llamada Laura y no te gustaba salir para quedarte a leer en tu casa.

- Casi. - río - Sacaba dieces, mi mejor amiga se llamaba Paula y me encantaba leer, pero nunca en casa. Había demasiado ruido.

- ¿Hace cuánto no vas a casa de tus padres? - para la película.

- Desde que me fui.

- ¡Nora! - me regaña.

- Hay mucho ruido en esa casa cuando estoy. - justifico.

- Y a mi niña no le gusta el ruido. - me frota el brazo.

- Pero iré antes de que acabe el verano. - suspiro - Echo de menos a mi hermano.

- Podría ir contigo. - se ofrece.

Me separo un poco para verle mejor la cara.

- ¿Acaso quieres conocer a mis padres?

- Si eso supone conocerte mejor, - vuelve a acercarme - entonces sí.

Mi exnovio nunca quiso meterse demasiado en mi vida. Duramos un año y poco más, pero jamás quiso saber de aquello que me dejaba con ojeras todas las mañanas. Nunca le estrechó la mano a mi padre ni se molestó en saludar a mi hermano pequeño.

Me abrazo más a Pablo y me corresponde besándome la frente de nuevo.

- La pelirroja está buena.

- ¿Así que te gustan las pelirrojas? - bromeo.

- Me gusta cierta morena de ojos marrones que me lleva provocando desde que nos sentamos a ver esta película.

- No te estaba prov...

Me interrumpe, dejándome debajo de él en segundos. Se tumba encima de mí, besándome con ganas. Su mano recorre mi cuerpo hasta llegar a mi cintura.

- Pablo, - sonrío sobre sus labios - no podemos estar así cada hora del día.

- ¿Por qué no? - pasa su mano sobre mi pecho - Llevo semanas resistiendo a mis impulsos, déjame hacerte todo lo que me he imaginado.

De repente, mi vestido deja de estar entre los dos gracias a Pablo. Hace lo mismo con su ropa. Nuestras pieles desnudas buscan el contacto del otro. Se detiene, acariciandome la cara.

- ¿Qué pasa? - cierro los ojos disfrutando su tacto.

- No me puedo creer lo bonita que eres.

- Deja de decirme esas cosas. - escondo mi cara con mis manos.