Capítulo 18 - Batalla perdida.

1K 59 3
                                    

Nora.

Gavi me contó que el equipo volvía una semana antes de Estados Unidos debido a los intoxicaciones alimentarias que habían perjudicado a la mayoría. Él, afortunadamente, estaba en perfecto estado y, por las horas que son, ya debería estar en Barcelona.

Sí, estoy hablando con Gavi de nuevo. Sí, no se lo he contado a mis amigos por miedo a que me maten. Sí, puede que esté demasiado ilusionado con verle de nuevo. Pero... sí, siempre hay un "pero", debo poner los pies en la tierra y cuestionarme si quiero seguir en el mundo en el que vive.

- ¡Nora! - me llamó mi madre - ¡A comer!

Bajé rápidamente, ya que el día anterior no cené y, por si fuera poco, esta mañana no he querido salir de la cama para desayunar.

Nos sentamos los cuatro en la mesa. Mi hermano y yo en un lado, papá liderando y mamá en el lado opuesto.

- Que aproveche. - dije, rompiendo el silencio incómodo.

No era inusual que, durante la comida, hubiese malas miradas entre algunos de nosotros. Jorge de verdad se empeñaba en llevarle la contraria a nuestros padres, posiblemente para demostrar que ya no era un niño o porque, al fin y al cabo, se sentía reprimido.

- En esta casa no se puede saborear la comida hasta que tu hermano no asiente la cabeza. - lanzó mi madre.

- ¿Para qué me hacéis comer con vosotros si no podéis estar un minuto sin atacarme? - respondió Jorge, totalmente calmado.

- ¿Acaso no somos una familia? - continuó mamá - Hemos dado todo para permitiros la vida que lleváis, y así nos lo agradeceis.

- ¿Y a mí por qué me metéis en esto? - enarco una ceja.

- Por costumbre. - rió sarcástico Jorge - No tengo hambre.

Se levantó, desencadenando la escena que tanto he protagonizado yo en años anteriores.

- ¡Tú de aquí no te vas! - dio un golpe en la mesa - ¡Y menos le faltas el respeto a tu madre!

- ¿Y si no qué, papá? - provocó - ¿Vas a pegarme?

- ¡Maldito niño engreído! - se levantó papá.

Inmediatamente me interpuse entre ellos. Mi padre me empujaba para que me apartase, pero no iba a permitir que le rozase ni un pelo a mi hermano.

- Apartate, Nora. - ordenó, intentando fingir autocontrol.

- Ni de broma. - contesté - ¿Qué te parece si vuelves a la mesa y nos relajamos todos, eh?

- ¡Con vosotros nunca podré relajarme! - dio un paso atrás - Tú no nos dejaste respirar durante tu adolescencia para irte, como si no nos debieses nada.

- Ahora es el idiota de tu hermano quien sigue tus pasos. - insiste mamá.

- ¿Como si no os debiese nada? - repetí sus palabras - ¿Acaso fui yo quien decidió nacer? - reí.

- ¡No te rías! - volvió a vociferar.

- Por más que grites no tendrás la razón. - me puse seria - Si decidís tener un hijo, vosotros tenéis la obligación de educarle, vestirle y alimentarle y, no, no os deberá absolutamente nada.

- Igual de engreídos los dos. - lloriqueó mi madre - ¿Qué hemos hecho mal?

- Descuidar de vuestros hijos, mamá. - concluyó Jorge - Nora no se merecía que no la quisieseis, ni que la dejaseis a cargo de mí cuando era pequeño.

Me agarró del brazo, arrastrándome con él.

- Vamos. - suspiró - No puedo aguantar estar en la misma habitación que ellos.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jan 01 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

¿Eso era todo? || Gavi.Where stories live. Discover now