𝙱𝚊𝚓𝚘 𝚎𝚕 𝚟𝚎𝚗𝚎𝚗𝚘 𝚍𝚎 𝚊𝚖𝚘𝚛 || 𝙼𝙸𝙽𝚂𝚄𝙽𝙶

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Un mes después

Minho y Jisung habían tomado una rutina de salir una o dos veces a la semana. Minho decía que iría a hacer unos trabajos. Jisung decía que iba a salir con un amigo. Dos ambientes muy diferentes. Sin embargo, ambos llegaban con sonrisas a sus hogares, pues todo parecía tomar el camino que ambos querían. Ninguno sabía que los dos tenían la misma idea de conocerse y después ver lo que pasaba entre ambos.

Minho empezó a pensar mucho sobre su sexualidad, nunca había tenido novia y, a decir verdad no se sentía mal por eso, pero su padre le presionaba para que llegara con una chica a la casa.

Minho era consciente que si le decía a su madre que era gay no habría problema, pero tenía miedo de la reacción que podría tener su padre. No sabía si lo tomaría bien o mal. Minho sabía que su padre era machista, pero no sabía si era homofobico.

—– ¿Tú que, no vas a comer o que? —– dijo su padre viéndolo. Era la hora de la comida y por lo general veían la televisión, pero hoy no la estaban viendo, sino que estaban todos callados solo viendo sus platos

—– No tengo hambre, papá. —– dijo viendo al hombre.

—– ¿Y eso? —– le miró sorprendido. —– ¿Quién te está quitando el apetito? —– su padre tenía la estúpida idea de que si no tenías apetito era porque estabas enamorado, le molestaba que se fijarán en eso y no en tratar de saber si tenían algo.

—– Nadie. —– dijo frío. —– Sólo no tengo hambre y listo. —– Sabía que no debía hacer un problema, pero le estaba resultando complicado.

El ambiente se puso bastante tenso, su madre comía más lento, Jeongin solo movía la comida, él no comía y su padre seguía comiendo normal. Él quería estar en un ambiente tranquilo, donde todo estuviera bien, que su padre no fuera un maltratador, su madre fuera feliz y su hermano no tuviera que cargar con problemas, ¿era mucho pedir?

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Jisung estaba en su habitación viendo su celular, él era feliz en su hogar. Sus padres los cuidaban mucho a él y a su hermana, se sentía afortunado por ser fruto de un matrimonio que siempre se amo.

Él a sus cortos 14 años tuvo el valor de decirle a sus padres que era gay, él pensaba que sus padres le iban a regañar o estar decepcionados de él, pero no, fue todo lo contrario. Al principio les pareció raro ya que Jisung había tenido una novia, pero el joven se encargó de comentarles que solo estaba dándose cuenta de las cosas y que las chicas no iban con él.

La puerta de su habitación fue abierta y la silueta de su madre se dejó ver. La mujer camino hacia su hijo y se sentó junto a él para conversar.

—– ¿Por qué tan contento, hijo? —– al principio el joven no entendió a qué se refería, así que su madre se encargó de comentarle. —– Este último mes te vi más feliz, ¿conociste a alguien? —– su madre lo vio con picardia, sabía que su hijo estaba saliendo mucho con ese amigo. Tenía derecho a saber, era su madre.

—– Ma, solo es un amigo. —– le dijo con una risa algo nerviosa.

—– ¿En que momento mencioné a un amigo? —– Su madre sabia jugar muy bien ese juego, y habia ganado.

—– ¡Ahh! —– se tapó la cara. —– En ningún momento, pero se que hablas de él. —– dijo sonrojado. Su madre estallaba en risas, sin haberse esforzado mucho, su hijo sabía de quien hablaba.